Lola Castro
Directora Regional del Programa Mundial de Alimentos para América Latina y el Caribe
En el vasto panorama de la seguridad alimentaria, la innovación se destaca como un recurso esencial para fortalecer nuestras defensas contra la inseguridad nutricional.
Guatemala, una tierra rica en cultura y recursos naturales, se enfrenta a desafíos críticos en seguridad alimentaria y nutrición. En el centro de esta labor se encuentra el Programa Mundial de Alimentos, PMA (WFP, por sus siglas en inglés), desempeñando un papel comprometido en la construcción de una Guatemala más sana y nutrida.
El impacto transformador que nuestro trabajo tiene en las vidas de las personas es nuestro motor. En un país donde la inseguridad alimentaria y la malnutrición son desafíos persistentes, el compromiso de WFP va más allá de simplemente proporcionar alimentos.
Una de las claves de nuestro éxito radica en abordar con innovación todas las aristas de nuestro trabajo: desde la coordinación vital que mantenemos con las instancias de gobierno y otras organizaciones hasta el trabajo que realizamos con las comunidades.
En el Programa Mundial de Alimentos (PMA/WFP) innovamos para enfrentar la inseguridad alimentaria.
Reconocemos que el trabajo conjunto es fundamental para abordar los complejos problemas que enfrentamos y a través de alianzas estratégicas, implementamos nuestra experiencia técnica que abarca desde modelos innovadores de gestión de recursos, hasta transferencia de capacidades técnicas y recursos tecnológicos.
La innovación está en el corazón de nuestra misión. En un mundo en constante cambio, es crucial adaptarse y encontrar soluciones creativas para los desafíos en evolución.
En WFP aprovechamos nuestro arsenal de recursos entre los cuales, destacan tecnologías de vanguardia para construir comunidades resilientes con personas mejor nutridas. Un ejemplo de ello es el uso de drones para el monitoreo climático como herramienta que garantiza la seguridad alimentaria de las comunidades vulnerables.
Por su parte, la implementación de técnicas agrícolas sostenibles como la construcción de reservas de agua para riego útiles en su producción a mediano y largo plazo.
Finalmente, los programas de cambio de comportamiento que generan resiliencia en las comunidades de forma eficiente y sostenida. Estas son solo algunas herramientas que utilizamos para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Otro aspecto fundamental de nuestro trabajo es el empoderamiento femenino. Reconocemos el papel crucial que desempeñan las mujeres en la seguridad alimentaria y la resiliencia de las comunidades. A través de programas como los grupos de ahorro y crédito y la entrega de guías prácticas para el establecimiento de pequeñas empresas y cooperativas, motivamos a las mujeres a innovar y fortalecer su posición en la comunidad y crear habilidades empresariales y financieras.
Con estas acciones, WFP contribuye a empoderar a las mujeres, especialmente a las rurales e indígenas, mejorando su bienestar individual y también el de sus familias y comunidades.
Son acciones concretas las que evidencian que nuestro compromiso con Guatemala va más allá de la provisión de alimentos. Se trata de construir un futuro más brillante y justo para todos.
Y eso requiere pensar diferente, es decir, innovar. A medida que avanzamos, reafirmaremos nuestro compromiso de trabajar en estrecha colaboración con autoridades, sector privado, socios cooperantes y aliados estratégicos con el deseo de innovar constantemente y de empoderar a las y los guatemaltecos para que desempeñen un papel activo en la construcción de un país más próspero y seguro.
Juntos, podemos marcar la diferencia y crear un futuro más esperanzador para Guatemala.