Asimismo, la Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medioambiente señala, en relación con el tabaco, que “es preciso reducir el enorme impacto medioambiental causado por los residuos que genera el consumo de productos de tabaco con filtros que contienen plástico, que se desechan de manera incontrolada directamente en el medioambiente”.
Por lo tanto, la Responsabilidad Ampliada del Productor puede ser un buen modelo para establecer nuevas leyes sobre la gestión de los residuos de los cigarrillos, de manera que la industria tabacalera se implique en el gravísimo problema ambiental que ella misma produce.
Un ejemplo claro de esto podría ser sufragar los costes de la limpieza de los vertidos de colillas en el mundo y hacerse cargo de los costes del establecimiento de una infraestructura específica para la recogida de los residuos posteriores al consumo de productos del tabaco, como recipientes apropiados para colillas en lugares donde habitualmente se concentra su vertido.
La alternativa sería la creación de filtros más eficientes y biodegradables.
A estas medidas habría que añadir la realización de campañas de educación pública dirigidas a reducir el desperdicio de colillas, concienciando a los fumadores de los drásticos efectos que estos residuos tienen sobre el medioambiente. Por otra parte, los ayuntamientos deberían implementar una estrategia adecuada para la gestión de las colillas. Cada vez son más las empresas que se están especializando en el reciclaje de colillas, cuyas tecnologías innovadoras ayudarían a paliar la problemática ambiental asociada a este tipo de residuo.
Finalmente, otra alternativa para reducir el impacto de las colillas es eliminar los filtros de los cigarrillos, ya que diversos trabajos científicos, refrendados por la Organización Mundial de la Salud, han demostrado la poca eficacia de los filtros de acetato de celulosa para proteger la salud del fumador. La alternativa sería la creación de filtros más eficientes y biodegradables, lo cual reduciría el tremendo impacto causado a escala global por los filtros actuales.
En definitiva, parece evidente que la implementación de muchas de estas iniciativas y los cambios de conducta generados en la sociedad a través de una educación ambiental basada en la ciencia, constituyen herramientas tremendamente eficientes para resolver un problema tan importante como la contaminación generada por las colillas de los cigarrillos, y se ayuda así a salvaguardar la salud de nuestro planeta.