En octubre de 1994 se inició Operación Guardián.
La implementación de la Operación Guardián, en EE. UU., hace 25 años, marcó el inicio de la militarización de la frontera con México y del proyecto del muro por toda la línea divisoria.
El 1 de octubre de 1994, el presidente Bill Clinton (1993-2001) puso en marcha la Operation Gatekeeper, con el fin de atajar el incremento de la migración indocumentada, mayormente de México.
Activistas que trabajan en la frontera sur afirman que aquel plan sentó las bases de las políticas migratorias de la actual gestión del mandatario Donald Trump.
Sobre la base de una estrategia de “prevención a través de la disuasión”, hace 25 años, las autoridades aumentaron el número de agentes fronterizos, implementaron una nueva tecnología y construyeron trechos de barreras y muro.
Un plan, en suma, más agresivo que la anterior política de detener a indocumentados una vez crucen territorio estadounidense, y que comenzó en Imperial Beach, al sur de San Diego, California, y que gradualmente se extendió a Arizona, Nuevo México y Texas.
“En los años 1990 vimos un sentimiento antiinmigrante en respuesta al incremento en el flujo migratorio, y la reacción del gobierno federal fue cerrar la frontera a toda costa”, dijo Vicki Gaubeca, directora de la Coalición de las Comunidades Fronterizas del Suroeste.
Gaubeca aludió así a la construcción de vallas en zonas de San Diego y en la Nogales de Arizona, además del mayor número de efectivos, lo cual provocó que los indocumentados se aventuraran por rutas más peligrosas o por el desierto de Arizona.
De acuerdo con cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), desde 1998, cuando se comenzaron a contabilizar las muertes de inmigrantes, y hasta 2018, se ha registrado un total de 7 mil 505 decesos de indocumentados a lo largo de la frontera sur.
Esta cifra podría ser mayor, dado el alto índice de personas reportadas como “desaparecidas”.
En estos 20 años hubo picos como en 2005, cuando se dio cuenta de un total de 492 muertos (más de la mitad de ellos en Arizona), y hechos trágicos, como los 14 indocumentados que en mayo de 2001 perdieron la vida a causa de las altas temperaturas del desierto de Arizona, donde fueron abandonados a su suerte por los contrabandistas.
