Rodolfo Zelada
Periodista
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Atrás quedaron los ofrecimientos sin sentido. Las negociaciones absurdamente corruptas. Las crisis de desabastecimiento de medicinas en los servicios de salud pública pueden empezar a quedar en el olvido. La población al fin podrá contar con fármacos gratuitos o a precios asequibles.
Ayer, el convenio firmado entre el Ministerio de Salud y la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) empezó a rendir frutos al concretarse una entrega de medicamentos en el Hospital General San Juan de Dios. Se prevé que esta medida pueda no solo combatir el histórico desabastecimiento de medicinas, insumo y equipo, sino también combatir los monopolios incrustados en sistema, los cuales más que beneficiar a la salud pública estaban diseñados para el enriquecimiento de unos pocos.
Este acuerdo, según las autoridades, contempla el suministro de 53 códigos de fármacos, 20 de insumos médicos y 243 de equipos especializados, para atender las necesidades de la gran mayoría de la población que acude a hospitales nacionales y centros de salud para recibir una atención digna y adecuada a sus necesidades.
Solo para este nosocomio, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad adjudicaron 25 códigos de medicinas, seis de insumos médicos, 79 equipos para imágenes diagnósticas, monitores de signos vitales y electrocardiogramas, entre otros, que contribuirán a brindar un mejor servicio en las áreas de cirugía y cuidados intensivos.
La lista de beneficios no termina ahí. Esta entrega también incluyó tratamientos para enfermedades crónicas, hipertensión, arritmias cardíacas y cáncer; suero intravenoso y soluciones salinas, materiales para curaciones, monitores de signos vitales y ventiladores mecánicos.
No obstante, esta no es la única ventaja, pues, si hablamos de costo, la adquisición de todo lo detallado anteriormente tuvo una reducción de hasta el 30 por ciento, al compararlo con el mecanismo utilizado en administraciones anteriores. Es perfectamente entendible que haya muchos que estén lamentando el cambio de sistema de compra de medicinas, insumos y equipos, pues sus bolsillos no se están llenando como antes.
Los ofrecimientos del actual gobierno no fueron como los de sus antecesores. Es decir, palabras al viento. Esta medida permitirá a la población fortalecer su confianza en los servicios estatales y a las autoridades cumplir con el mandato constitucional de garantizar el acceso universal y equitativo a la salud pública.
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