Guatemala y Honduras

Gran amigo y vecino tiene Guatemala en Honduras.

Guatemala y Honduras son dos países hermanos que comparten no solamente una brillante y milenaria Civilización Maya, una cultura garífuna, una frontera de 256 kilómetros (Aduanas Agua Caliente y El Florido en Chiquimula; Entre Ríos/Puerto Barrios en Izabal), sino los ideales de la integración centroamericana.

Históricamente ambos países han mantenido cordiales relaciones bilaterales políticas, en las que el respeto, la amistad y bienestar de sus pueblos han prevalecido en todo momento a lo largo de los años. 

Pero la relación no se circunscribe al ámbito político per se, sino que abarca importantes vínculos económicos-comerciales de larga data, que se robustecen con la decisión tomada por ambos al concretar el Protocolo Habilitante para el Proceso de Integración Profunda hacia el Libre Tránsito de Mercancías y de Personas  entre Guatemala y Honduras, que permite gradualmente establecer la Unión Aduanera entre ambas naciones.

Ese logro es un paso histórico en la unión del Istmo, al que se espera que otros países del área se unan y que facilitará, no solo la consolidación del mercado natural, sino el fortalecimiento del proceso de la anhelada integración centroamericana, el gran sueño de Francisco Morazán.

Asimismo, otra área donde ambos países trabajan de manera unida es en su relación con Estados Unidos, en la implementación del conocido Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), que se orienta a la dinamización del sector productivo para creación de mejores oportunidades para el recurso humano, acceso a la justicia, mejoría de la seguridad ciudadana y el fortalecimiento de las instituciones del Estado.

No obstante,  a lo anterior, también enfrentan retos comunes, como los asuntos de seguridad fronteriza y los medioambientales, en los que también se trabaja conjunta y frecuentemente, y en los cuales prevalece el diálogo y entendimiento mutuos.

Sin duda, el principal objetivo y el centro de la relación bilateral son sus nobles pueblos, que mantienen un incesante intercambio cultural, económico, académico, turístico y deportivo, entre otros.

Cada país acoge en su territorio a una importante comunidad del otro, lo que contribuye de igual manera al beneficio y prosperidad de la nación donde radica.

En el caso de Guatemala, se debe señalar que, aparte de la Sección Consular de la Embajada en su capital (Tegucigalpa), se tiene establecido un consulado de carrera en la capital industrial del país (San Pedro Sula), que da cuenta de la importancia comercial y migratoria del área. 

Gran amigo y vecino tiene Guatemala en Honduras: sigamos avanzando en la integración económica y política, hasta alcanzarla plenamente.