En el ejercicio de transparencia y rendición de cuentas que ha caracterizado al Gabinete de Gobierno que acompaña al presidente Alejandro Giammattei, ayer se conocieron los resultados que, en 2023, obtuvo el programa Bono Salud, los que también advierten de una inversión de Q523.6 millones.
Para entender la importancia de este beneficio, hay que aludir los objetivos del mismo. En esencia, el plan ofrece cuidados médicos y alimenticios a menores de 0 a 6 años o a la embarazada, los cuales son brindados por el sistema sanitario gubernamental de manera gratuita.
A cambio de llevar de manera periódica a sus pequeños a puestos o centros de control, los progenitores reciben transferencias monetarias, las cuales permiten a las familias subvencionar algunas de sus necesidades básicas. Conviene advertir que el sistema financiero no solo garantiza la probidad, sino la fiscalización del uso de los fondos públicos.
Entonces, los favorecidos tienen que cumplir dos situaciones: encontrarse en condiciones de pobreza o pobreza extrema y asumir la responsabilidad de llevar a sus vástagos al médico.
Además, vale mencionar que este servicio forma parte de la Estrategia Nacional para la Prevención de la Desnutrición Crónica en el país y es un subprograma del Bono Social, pilar fundamental de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN), que lidera el jefe de Estado.
El valor que el Organismo Ejecutivo le ha dado a esta iniciativa se refleja en el siguiente hecho: el Bono Salud llega a 21 de los 22 departamentos de la república y a 316 de los 340 municipios.
Como establece el eje de Desarrollo Social, de la Política General de Gobierno 2020-2024, el Estado se compromete a atender de manera directa y efectiva a los más pobres, mediante el impulso de compensadores sociales efectivos y focalizados, como el programa que se ha descrito.