En los recientes 3 enfrentamientos entre ambos no ha habido ganador.
Girona/Madrid – EFE
El Girona y el Atlético de Madrid retoman mañana en Montilivi un desafío pendiente, sin ganador en los tres duelos precedentes entre ambos, enfrentados ahora en los octavos de final de la Copa del Rey, con la presión sobre el equipo madrileño, en el que podría descansar de inicio el francés Antoine Griezmann.
Es una de las incógnitas de la alineación -si rota a su mejor goleador su puesto sería para Víctor Machín, Vitolo– contra un rival que aún se le resiste al conjunto de Diego Simeone.
Es uno de los únicos cuatro adversarios de los 69 a los que se ha medido al frente del banquillo al que jamás ha ganado. Ni en Montilivi, escenario del choque de ida, con sendos empates (2-2 en 2017-18 y 1-1 este curso), ni en el Wanda Metropolitano, con un 1-1.
Ha vencido al Barcelona, al Real Madrid, al Bayern Munich, a la Juventus, al Chelsea, al Arsenal, al Milan, al Sevilla, al Valencia, al Roma… Pero nunca al Girona, que, además, ha estado más cerca del triunfo en sus dos choques en su estadio contra él que el Atlético, que empató a última hora tanto el pasado curso como este.
Un aviso para el conjunto madrileño, que viaja hasta allí subido en una racha de 14 partidos sin perder, desde la sonora derrota por 4-0 del 24 de octubre, hace ya 2 meses y medio, con el Borussia Dortmund. Desde entonces, ha sumado 9 triunfos y 5 empates, aunque solo dos de esas victorias han sido como visitante.
Sólo ha perdido dos de sus quince duelos de esta temporada lejos del Wanda Metropolitano -el citado 4-0 en Alemania y un 2-0 en Balaídos-, pero tampoco gana cuando sale fuera de casa con la constancia que solía y que exigen sus aspiraciones. Desde la conquista de la Supercopa de Europa en Tallin, ha vencido menos de un tercio de sus duelos oficiales a domicilio: 4 de 14.
Un déficit contra el que compite de nuevo mañana, con la certeza de que aún quedará el partido de vuelta en su casa, dentro de una semana, pero también de que el primer resultado condiciona sobremanera las series a doble partido, más aún en un curso en el que se percibe tanta igualdad en cada encuentro.
