Oscar Peláez Almengor, Ph.D. (Tulane University, 1996).
Centro de Estudios Urbanos y Regionales.
Universidad de San Carlos de Guatemala.
Hace algún tiempo, fue presentada la iniciativa de ley 5764 conocida por el Pleno del Congreso de la República el 3/9/2020, la misma disponía aprobar la ley del teletrabajo. Tenía como objetivo beneficiar a los trabajadores guatemaltecos de los sectores públicos, privados y a la sociedad en su conjunto.
Se proponía realizar la actividad laboral a través de la modalidad del teletrabajo y con esto generar una serie de bondades relativas al desarrollo humano, social y económico del país, así como contar con una mejor calidad de vida, mayor flexibilidad en sus actividades diarias, incrementar su rendimiento laboral y reducir los tiempos y costos de desplazamiento hacia el centro de trabajo.
La normativa conteplaba diferentes modalidades de teletrabajo como el autónomo.
Finalizaban estas argumentaciones con un llamado a la modernización del país con tecnologías, programas y políticas públicas que fomentaran el teletrabajo, buscaban mejorar el desarrollo económico y estimular la competitividad en la región y en el mundo.
Así mismo, la normativa contemplaba diferentes modalidades de teletrabajo como el autónomo, que podía desarrollarse desde la casa o un lugar previamente acordado; móvil, sin un lugar fijo, utilizando dispositivos móviles y suplementarios, con periodos alternos desde la casa o la oficina.
En el proceso de análisis, también enfrentó retos significativos como la supervisión, los horarios de trabajo, la privacidad y la responsabilidad del empleador en cuanto al equipo y los insumos necesarios para trabajar desde casa. Adicionalmente, la cuestión de los nómadas digitales que planteaban realizar trabajo desde otros países son temas que podrían enriquecer el esquema de desarrollo del teletrabajo.
Sin embargo, el tema del teletrabajo se ha dejado de discutir seriamente en nuestro país, tomándose otros derroteros para reducir el tráfico y la contaminación ambiental cada vez más insoportable para los habitantes de la ciudad de Guatemala. Desdeñándose rutas que tan solo necesitan una pizca de voluntad política para ser una realidad positiva y beneficiosa para miles de personas.