miércoles , 27 noviembre 2024
Inicio ¿Está la guerra en Ucrania por volverse crónica? (II) 

¿Está la guerra en Ucrania por volverse crónica? (II) 

Salvador Sánchez Tapia 

Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Navarra

Por otra parte, Rusia podría estar tratando de alargar el conflicto para introducir una brecha entre Ucrania y un bloque occidental que le apoya, pero en el que aparecen algunas fisuras, como ha quedado probado durante las negociaciones para acordar un tope al precio del gas ruso, y que podría ceder a la fatiga, ante el negativo impacto que la guerra está teniendo en sus economías. Tal vez Putin aprovecharía el invierno para preparar una nueva ofensiva sobre Kiev que le permitiera proclamar la victoria rusa en la guerra, aunque esta opción parece ahora mismo poco probable.

¿Una salida negociada? Una visión optimista señala a una alineación hacia una salida negociada o, como mínimo, hacia un alto el fuego estable. La recuperación de la iniciativa en el campo de batalla, aunque tímida, le sirve a Rusia para reponerse del desprestigio de haberse visto en la tesitura de tener que ceder terreno ante el empuje de las armas ucranianas.

Ucrania no parece que consiga penetrar más allá de las líneas alcanzadas en noviembre. Europa sufre las consecuencias económicas de la guerra; incluso el presidente Biden insta en privado a Zelenski a dar muestras de estar dispuesto a negociar directamente con Putin. Todo ello podría servir para acercar a las partes a una mesa de negociación, quizás a lo largo del invierno.

China es la potencia más beneficiada por el conflicto y las sanciones
económicas.

Un segundo foco de atención para 2023, relacionado con el anterior, se centra en el Indo-Pacífico. No puede decirse que la guerra se ajuste plenamente a la conveniencia de los intereses de Beijing, pero sí puede argumentarse que China es la potencia más beneficiada por el conflicto y las sanciones económicas: hace a Rusia más dependiente política y económicamente de ella. Desgasta militar y económicamente a Occidente, especialmente a Europa; permite a China obtener información de primera mano sobre capacidades militares convencionales occidentales y mantiene a la OTAN (y, por lo tanto, a Estados Unidos) pendiente y atada al conflicto.

En estas condiciones, durante 2023 convendría no perder de vista la situación en el Mar del Sur de China y, sobre todo, en el Estrecho de Taiwán y en la isla del mismo nombre, donde cabe esperar repuntes de la tensión con una China que ve cada vez más cerca el día en que Taipéi vuelva bajo el control de la República Popular. La guerra de Ucrania se aproxima a su primer aniversario y su desenlace sigue sin verse claro.

La posibilidad de que el conflicto se cronifique y siga vivo, más o menos enquistado por algunos años, es real y ambas partes se preparan para ello. La de una salida negociada se abre paso tímidamente. Para que se haga realidad, es preciso una acción internacional coordinada que ejerza su influencia sobre los contendientes, que proponga una solución aceptable a ambas partes. 

Artículos relacionados

MULTIMEDIA

Firma Electrónica avanza en la era tecnológica

Guatemala impulsa la digitalización del país a través del I Congreso de...

MULTIMEDIA

Decreto 35-2024 fue aprobado

Ley de la Policía Nacional Civil

EN EL PAÍS

Mejoran protocolos sanitarios para exportar ganado

Una serie de protocolos sanitarios han sido implementados por el Ministerio de...