SELVIN CARPIO
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En 711, los musulmanes invaden la península Ibérica, la cual albergaba el reino de los visigodos, uno de los pueblos germánicos llamados bárbaros que invadieron el Imperio Romano.
Los visigodos se replegaron al norte cuando llegaron los musulmanes, se escondieron más allá de las montañas, en lo que hoy es Asturias y desde allí surgen los intentos de ir replegando a los musulmanes hacia el sur, lo que los historiadores llaman la Reconquista de la Cristiandad y durante siglos los cristianos fueron retomando ciudades como Málaga, Almería y otras.
Hasta que en 1462 los reyes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón impulsaron durante 30 años a gran escala este movimiento guerrero hacia el sur para ir expulsando a los musulmanes, consumando su empresa hasta la entrega de Granada, el último bastión de los musulmanes.
El 2 de enero de 1492, Muhammad XII, conocido por los cristianos como Boabdil El Chico, último sultán nazarí del Reino de Granada, entrega la ciudad de Granada a los reyes católicos Fernando e Isabel, terminando así la conquista musulmana que ocupó la península Ibérica por setecientos años y con ello su expulsión hacia el norte del continente africano.
Pero quiso el destino que ese mismo año de 1492 Cristóbal Colón llegara a lo que hoy se conoce como el continente americano, y entonces todo ese impulso de conquista y de guerra, en lugar de seguir por el norte de África, se volcó por el Atlántico y llegó hasta estas tierras, generando otra historia.
Se dice que al abandonar Granada, Boabdil volvió su rostro hacia el palacio de La Alhambra y derramó lágrimas por la pérdida de su reino, fue en ese momento que su madre, Aixa, pronunció la famosa frase: “Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre”. Según los historiadores, este proceso de impulso guerrero de Fernando e Isabel hubiera continuado pasando el estrecho de Gibraltar y tratando de conquistar el norte de África y seguir en esta guerra contra los musulmanes.
Pero quiso el destino que ese mismo año de 1492 Cristóbal Colón llegara a lo que hoy se conoce como el continente americano, y entonces todo ese impulso de conquista y de guerra, en lugar de seguir por el norte de África, se volcó por el Atlántico y llegó hasta estas tierras, generando otra historia. Por tal razón, esa fecha es recordada por muchos historiadores como la fecha más importante o el nacimiento de La Hispanidad, por esa consolidación de varios reinos y la formación de uno solo.
La Hispanidad, que es la cultura que se desarrolla en Hispania, como llamaron los romanos a la península que los griegos llamaron antes Ibérica. Eso nos lleva a entender otro concepto: Hispanoamérica, y no Latino América, porque para muchos filólogos, historiadores y geógrafos no existe tal cosa, ya que no somos latinos, porque no hablamos latín, sino que somos hispanos porque hablamos español y porque esa Hispanidad va más allá que hablar ese idioma, es el compartir una misma cultura y una misma cosmovisión, que muchas veces se niega de este lado del Atlántico.
