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COLUMNAS

En las entrañas de la basílica de Santa Felicia de Labiano (IV)

Si hubiese sido la urna de cristales ese detalle hubiese sido manifiesto.

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Ricardo Fernández Gracia 

Director de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro

En todos ellos se evidencian las influencias rubenianas a través de estampas grabadas. Las devociones de los condes quedan visibilizadas en esas pinturas, así como en la credencia con un Sagrado Corazón de Jesús en forma de Sagrada Víscera, tal y como se difundió hasta la expulsión de los Jesuitas en 1767.

La urna de plata, obra de platería peruana del siglo XVIII. La urna de plata está, ordinariamente, velada, es decir oculta tras un armario que queda cerrado por las puertas correderas del banco del retablo. Al respecto, hemos de recordar que, en el culto religioso de la Época Medieval, el velum, en forma de cortina o puerta, formaba parte de la escenificación de la imagen de altar. La acción de velar y desvelar concretaba en aquellos tiempos la dialéctica de la presentación de las imágenes, de acuerdo con la función litúrgica y la fiesta a celebrar. 

Resulta significativo que hacia finales del siglo XVI y, sobre todo, en el siglo XVII, el uso religioso de los “vela” desapareció en muchos lugares, cuando los documentos y los lienzos atestiguan la irrupción de la cortina en la presentación de las obras de carácter privado, particularmente en los gabinetes de pintura, en los que la pieza mejor de la colección estaba cubierta para generar curiosidad y expectación entre los visitantes. 

No obstante, en ciertos ambientes pervivió su valor y función en el terreno religioso, por entender que la facilidad para ver las imágenes no contribuía precisamente a su mayor veneración y culto. Roncesvalles, Codés, el Puy de Estella o la catedral de Pamplona son buenos ejemplos.

La urna de plata, con exuberantes placas repujadas de plata, con decoración de uvas y granadas con pajarillos que picotean, a una con las garras de las patas y, sobre todo, unas máscaras inconfundibles del arte del Altiplano peruano, nos llevan a datar la pieza hacia 1735. Del mismo origen peruano es un cáliz de la misma época conservado en la parroquia, pero perteneciente a la basílica. Sobre el donante, no hay noticias ni documentales, ni de inscripción alguna. 

Da la impresión de que se quiso ocultar, pese a la originalidad e importancia de la pieza, aunque si la dádiva vino de persona a los patronos, estos no permitirían exhibición de nombre o heráldica en lugar de su patronato. 

Sin descartar un allegado de los condes de Javier o algún generoso donante agradecido por su curación, también podríamos pensar en alguien de la “familia” del virrey de Perú, don José Armendáriz y Perurena, que estuvo en aquellas tierras entre 1724 y 1736, y destacó como generoso mecenas de las artes en las benedictinas de Corella, las capillas de San Fermín y la Virgen del Camino y la catedral de Pamplona. 

El arca de plata es posterior al episcopado de don Juan Camargo (1716-1725), ya que en su visita pastoral al santuario se abrió y se colocó la cabeza en su sitio, al comprobar que estaba mezclada con los restos. Si hubiese sido la urna de cristales, ese detalle hubiese sido manifiesto. 

Seguramente, aún estaba en la gran caja de madera dorada conservada y que la tradición sitúa como la que llegó a lomos de la mula. Esta última es una pieza con rica policromía de mediados del siglo XVI, con deliciosos morescos derivados de patrones textiles. El profesor Pedro Echeverría nos ha hecho notar la dependencia de los modelos de los libros de Francesco Pellegrino (1530) y Balthasar Sylvius (1554).

La urna contiene los restos de santa Felicia que al igual que con los de san Pedro de Usún, se llegaban a sumergir en el agua en tiempos de sequía, algo que condenó como superstición y sacrilegio el canónigo pamplonés Martín de Andosilla, en su obra De Supersticionibus, redactada a fines del siglo XV y editada en Lyon en 1510.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

¿Juventud o juventudes?

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Luis Estuardo Villegas González

luis.villegas
@conjuve.gob.gt

Según la Real Academia Española (RAE), el concepto “Juventud” se refiere al periodo de la vida humana que precede inmediatamente a la madurez. Por otra parte, hablar de juventud se basa en la etapa de la vida en que se inicia el proceso de construcción de la identidad personal, social y cultural, lo cual también implica la relación que el joven como agente social maneje en torno a su desenvolvimiento social con base en la toma de decisiones, proyecciones, sueños y expectativas con miras a su vida a futuro. 

Desde el siglo XX se comenzó a desarrollar una narrativa con un sentido un tanto diferente al concepto de juventud, lo cual fue dando lugar al concepto de juventudes. Y es que hablar de juventudes resulta tener una enorme similitud en comparación al concepto de juventud, pero en esta comparación descansa una diferencia significativa: hablar de juventudes permite visibilizar la enorme segmentación de grupos que integran los jóvenes de una sociedad. 

En Guatemala, hablar de juventudes es un tema que ha llegado a causar polémica en ciertos sectores de la sociedad.

A simple vista parecería que la construcción del concepto “juventudes” no da lugar solamente a la determinación de un rango etario sino también a la integración e identificación de los jóvenes con base en el género, identidad cultural, nivel académico, nivel socioeconómico, etc., y lo cual apegado a la idea de la pluralización del concepto resultaría ser lo más obvio para la justificación del término. 

En Guatemala, hablar de juventudes es un tema que ha llegado a causar polémica en ciertos sectores de la sociedad y que provoca revuelo cuando se pulsa la susceptibilidad de diferentes formas de pensamiento que atribuyen un significado inexistente al concepto. 

No obstante, hay que tomar muy en cuenta que el concepto de juventudes parte de un imaginario social, el cual se deriva de una lucha histórica por alcanzar el reconocimiento que han tenido los jóvenes a lo largo de tantos procesos sociales como agentes protagonistas. 

Además, cuando se refiere a juventudes se hace alusión a la integración y visibilización de un conglomerado de jóvenes con un amplio repertorio de aspiraciones, proyecciones y metas por alcanzar tanto a nivel individual como colectivo.

Es por ello que el Consejo Nacional de la Juventud (Conjuve) ha adoptado el concepto de “juventudes” para dar cuenta de la diversidad de los sujetos y los grupos que pueden aglutinarse en torno a ella por su condición étnica, de género, nivel educativo, orientación sexual, lugar de residencia, grado de vulnerabilidad a las violencias, condición socioeconómica o discapacidades.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Acciones para conservar a la guacamaya roja 

Guatemala megadiversa

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Consejo Nacional de Áreas Protegidas

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La guacamaya roja (Ara macao cyanoptera) es una especie emblemática de Guatemala, principalmente en el área norte de Petén, donde se encuentran sus sitios de anidación, forrajeo y rutas migratorias en los diferentes municipios tanto dentro como fuera de áreas protegidas.

La población de la especie ha disminuido por la extracción y tráfico ilegal para mantenerla en cautiverio, así como la destrucción de su hábitat natural. Pero aún hay esperanza, ya que el Conap en conjunto con otras instituciones y organizaciones realizan esfuerzos para la conservación de la fauna silvestre en el territorio. 

“La batalla por la conservación de la guacamaya roja en Guatemala, una guerra que podemos ganar”.

Actualmente existen importantes iniciativas a nivel nacional que buscan proteger e incrementar el número de individuos de fauna silvestre en vida libre como: patrullajes y monitoreo en las áreas de distribución histórica de las especies, donde los guardarrecursos en acompañamiento de la Policía Nacional Civil, Ejército de Guatemala y algunas organizaciones realizan patrullajes de corto, medio y alto impacto, además, Ciencia Ciudadana, identificación de nidos para su protección, manejo y conservación, coordinación interinstitucional en puestos de control, puestos fijos y móviles, programas de monitoreo poblacional, reproducción y reforzamiento de las poblaciones, reporte de vecinos que avistan guacamayas en migración de Belice hacia áreas de Guatemala, que se alimentan en fincas y parcelas en diversos municipios en Petén, e incluso México, donde las personas las dejan pasar sin atacarlas o molestarlas.

Entre otras iniciativas, el Conap con apoyo de importantes socios y entidades durante años han hecho un gran esfuerzo para incrementar y proteger esta especie y muchas otras. Resultado de ello es que este año celebramos dos eventos de liberación de 39 ejemplares de guacamaya roja, bajo dos modelos de manejo que han demostrado ser exitosos y un gran aporte para la conservación de la guacamaya en Guatemala.

En el parque nacional Laguna del Tigre se liberaron 20 guacamayas, las cuales forman parte del Programa de Monitoreo Biológico realizado por Wildlife Conservation Society  en la Reserva de Biosfera Maya, por medio del cual se rescata el tercer huevo o pichón de los nidos activos por temporada, ya que estos se retrasan en crecimiento y pueden morir, son criados en laboratorio de campo, colocados en una jaula de vuelo y posteriormente liberados dentro del mismo Parque Nacional, estos individuos recibirán apoyo y vigilancia mientras se incorporan con la población local de la especie.

Por otro lado, en el Parque Nacional Sierra del Lacandón se liberaron 19 guacamayas rojas, las cuales provienen de especímenes rescatados o recuperados del tráfico ilegal, es decir, los pichones nacieron en cautiverio en el Centro de Rescate Arcas, pero fueron criados por sus padres. Los pichones nacidos en Arcas fueron preparados para no depender del ser humano, desarrollaron las habilidades para vuelo largo y búsqueda de alimentos, cabe destacar que estos especímenes serán monitoreados por satélite para su seguimiento y control.

Ambas iniciativas, así como las demás acciones encaminadas para la protección de la fauna silvestre son importantes y todas suman a esta batalla contra el tráfico y el tiempo, el compromiso activo y participativo de todos los habitantes del país es primordial para proteger la biodiversidad que nos presta servicios esenciales para la sobrevivencia de la presente y futuras generaciones. 

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Turismo en Zonas Libres de Comercio

Zonas de Oportunidad

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Ingeniero Byron Gaitán

Gerente General de ZOLIC

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Cada 27 de septiembre celebramos el Día Mundial del Turismo, una ocasión para reflexionar sobre el potencial de esta industria para fomentar el desarrollo económico y social. En Guatemala, con su riqueza natural, cultural e histórica, el turismo ofrece grandes oportunidades. No obstante, para maximizar este recurso, es crucial innovar y adoptar modelos que aseguren su crecimiento sostenible. 

Este año, la 10ª edición del Congreso Mundial Anual de la Organización Mundial de Zonas Francas en Dubái, abordará el tema de Zonas Francas Turísticas. Estas zonas presentan una alternativa efectiva al implementar herramientas avanzadas en hoteles, convenciones, parques temáticos y marinas, reduciendo costos de construcción y operaciones. Coordinadas por la ONU y la OMT, estas iniciativas serán promovidas en África, Asia y Latinoamérica.

El auge de las Zonas de Desarrollo Económico Especiales Públicas (ZDEEP) ofrece un marco ideal para desarrollar nuevos polos turísticos y atraer inversiones. 

Países como Panamá, República Dominicana y los Emiratos Árabes Unidos han demostrado el éxito de estas zonas, atrayendo inversión extranjera y mejorando la infraestructura turística, ofrecen un marco atractivo para la inversión extranjera, al tiempo que promueven el desarrollo de infraestructura y servicios que mejoran la experiencia del visitante.

En Guatemala, podríamos replicar este modelo para estimular la construcción de infraestructura, atraer capital extranjero y crear empleos. El auge de las Zonas de Desarrollo Económico Especiales Públicas (ZDEEP) ofrece un marco ideal para desarrollar nuevos polos turísticos y atraer inversiones. 

Es el momento de dar el siguiente paso y que las autoridades encargadas de la política de turismo puedan aprovechar al máximo las oportunidades que brindan los regímenes de ZDEEP y Zonas Francas para transformar nuestro potencial turístico.

Al hacerlo, podremos atraer nuevas inversiones que fomenten el desarrollo económico y generen nuevas fuentes de empleo. Utilicemos el 27 de septiembre, Día Mundial del Turismo, como una fecha clave para comprometernos con el futuro del turismo en Guatemala.

Colaborador DCA
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