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COLUMNAS

En defensa de las calificaciones que dio la Comisión

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Muchos, entre colegas, antiguos clientes, amigos, fiscales, magistrados y jueces, se han escandalizado de la puntuación que se me diera en el recién concluido proceso de postulación para integrar la nómina que habría de presentarse al Presidente para el nombramiento del Fiscal o de la Fiscal General de la República y han atribuido esa puntuación a algún error de la Comisión Postuladora, sin que haya faltado más de alguno que lo haya atribuido incluso a dolo. He debido salir y salgo en defensa de la Comisión, ya que esta –punto más, punto menos– me dio la puntuación que debía darme sin que haya habido de su parte negligencia o dolo algunos e, incluso, cuatro puntos por encima (en toda circunstancia es posible el buen humor) de los dados a Roberto Molina Barreto, quien fuera diez años Magistrado de la Corte de Constitucionalidad, nuestro más alto tribunal de Justicia, y dos veces Presidente de la misma.

La Comisión hubo de asignar los puntos atenida –debemos comprenderlo– a las reglas que ella misma estableció y mal hubiera hecho si las hubiese quebrantado. Calificó de conformidad con esas normas y –de conformidad con esas normas– bien calificó. Las normas daban especial crédito, por ejemplo, a haber sido catedrático, lo que nunca he sido, y a diplomas por cursos varios, maestrías y doctorados que no tengo, siendo lógica, en consecuencia, la calificación de cero.

Mi formación académica es la de una “modesta” licenciatura obtenida en la Universidad de Salamanca, España (la civil) como estudiante de tiempo completo, a la usanza de Europa: absoluta dedicación al estudio, a la academia y a la vida estudiantil –sin duda un privilegio que debo a mis padres– compartiendo en aquella con Espín Cánovas, Tierno Galván, Cuello Calón, Castán Tobeñas, Garrigues, Duque, Begué, Pinto y tantas otras cátedras y catedráticos de excelencia similar, amén de la excelencia extracurricular de la que goza. Una “modesta” licenciatura, como aquella, y una “modesta” incorporación a la Universidad de San Carlos de Guatemala, previo Examen General de Incorporación sostenido ante catedráticos de la talla de Mario López Larrave, Hugo Rolando Melgar, Guillermo Monzón Paz, Rolando Morgan Sanabria, Feliciano Fuentes Alvarado, Adolfo González Rodas, Fernando Quezada Toruño, Lionel Brolo Campos y Villate: lo mejor entre lo mejor de la Academia.

Tanto la citada licenciatura como la citada incorporación merecieron exactamente lo que merecían –experiencia no vivida ni prevista– otro cero o algo parecido. Tampoco había reconocimiento alguno para el lector autodidacta. ¡Pésima costumbre, la lectura! Ni forma de evaluarlo. Los miembros de la Comisión calificaron tal y como tenían que hacerlo puesto que nada les obligaba a evaluar conocimientos, ni lo hicieron. Un tanto simpática, sí, la puntuación dada al ejercicio profesional, ignorando procesos, juicios y mandatos, así como a la experiencia en el manejo de la función pública –manejo de presupuesto, personal y resultados– siendo muy extraño, en este campo, que hayan desconocido cualquier experiencia penal en Roberto Molina Barreto, dos veces presidente de la Corte de Constitucionalidad, como que si en esta Corte, en diez años ¡increíble, pero cierto! ningún tema penal se hubiera visto. Puntuó la Comisión conforme las normas por ella establecidas –malas normas– pero no tenía otra que atenerse a las mismas –la ley es la ley– y, así, hubo de medir no conocimientos sino solo papeles. La Comisión –es bueno que se sepa– realizó su trabajo ad honorem y debe agradecérsele, habiendo debido realizarlo dentro de las limitaciones propias de este sistema corporativo un tanto fascistoide: legisladora, ejecutora y jueza.

Se han planteado varios amparos en contra suya que aún siguen su curso y en los cuales me he pronunciado ya como tercero en el sentido de que –bajo ninguna circunstancia– deben estos obstaculizar que la nueva Fiscal General de la República asuma el cargo el próximo 18 de mayo. LOS PERÍODOS CONSTITUCIONALES DEBEN RESPETARSE y los amparos no deben impedirlo. En lo personal hube de interponer uno, pero que no lo entorpece –pidiendo expresamente, además, que no lo hiciera y que tiene como único fin hacer cesar el agravio que se me causó con violación de normas constitucionales– erigida la Comisión en tribunal especial, excedida en sus funciones, resolviendo sobre tachas que debían servir a sus miembros en lo individual para formar criterio pero no a la Comisión para juzgar cual tribunal, lo que nunca ha sido. Defiendo a la Comisión porque la politización no es culpa suya sino del sistema, un sistema que en vez de despolitizar el proceso –lo que se quiso– politizó a la academia. En otros países –lo lógico– no se obliga a que se toque la puerta (muchos no lo hacen) sino que se busca al mejor. ¿Se imaginan ustedes a Thonberg, Bahr, Reno o Senior sometiéndose a un proceso como el nuestro, decanos de facultades de Derecho y ONGs de por medio?

Es el sistema lo que hay que cambiar, legislando al respecto, y no debe ser la Corte de Constitucionalidad quien sea, a estas alturas, quien se meta a corregirlo: La Fiscal General debe posesionar el 18 de mayo y permanecer en el cargo hasta el final de su mandato, es decir, hasta el 18 de mayo de 2022.

Por lo demás resulta justa una cierta promoción personal, puesto que las puntuaciones podrían llamar a equívoco: no se tratan estas de evaluación de conocimiento alguno, ni siquiera en lo penal, limitadas a evaluación de papeles y son ajenas –en términos absolutos– a Sociología, Economía, Filosofía, Historia y otras disciplinas así como a Derecho Constitucional, Derecho Civil, Derecho Administrativo, Derecho Mercantil, Derecho Laboral, Derecho Internacional Público y Derecho Internacional Privado –imprescindible su conocimiento, incluso, en lo penal – amén de que la función primera del Ministerio Público, y que es velar por el estricto cumplimiento de las leyes, el de todas las leyes, hace preciso el conocimiento de las diversas ramas del Derecho.

La Fiscal General designada, Consuelo Porras, lo dije cuando me pronuncié en cuanto a que eran improcedentes los dos votos emitidos en su contra, tal y como también lo eran los emitidos en contra del juez Gálvez y de la jueza Gámez – se trata de abogada ¡Excelente! que domina varias ramas del Derecho y no solo la penal. Espero que tome esta posesión el 18 de mayo, ni un día antes, ni uno después, y que corrija, así, de entrada, el error que se ha venido cometiendo en cuanto a fecha (estamos hablando de períodos constitucionales y no de plazos civiles).

El respeto del período constitucional de la Fiscal General es tan importante como el respeto por el período constitucional del propio Presidente: el de este, de 14 de enero a 14 de enero y el de esta, de 18 de mayo a 18 de mayo, ni un día menos, ni uno de más.

Acisclo Valladares Molina
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COLUMNAS

Buenas prácticas para mejorar la gestión pública (I)

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Israel Gómez Córdova
Jefe Departamento de Documentación y Divulgación
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En la búsqueda de un mejor y más eficiente servicio al ciudadano, la gestión pública constituye un paradigma de gestión, que combina los papeles de empresario y gerente. En este sentido, se plantea una modificación en el método de redistribución de los bienes y cargas esté orientada al ciudadano, posibilitando así, un auténtico reflejo de la inserción de la perspectiva privada dentro del sector público.

Esto implica, entre otras cuestiones, que la actual gestión pública se aproxima al sistema utilizado en las empresas privadas, en términos de búsqueda de una mejor eficiencia y eficacia del servicio que se presta, pues en ocasiones se cumple aquella paradoja de la implantación de la imagen del Gobierno, cuya idea es que el sector público esté en manos de funcionarios públicos dotados con un control activo, visible y discrecional sobre las instituciones.

Se anteponen los resultados a los procedimientos, y se enfatiza la importancia de la evaluación.

En este sentido se puede denominar neogerencia, desarrolla un diseño de objetivos por resultados, donde se formulan estándares explícitos y medidas de rendimiento, así como la definición de metas e indicadores de éxito, preferentemente expresados en términos cuantitativos.

Así, la responsabilidad es configurada con base en una declaración nítida de metas, de modo que se pone énfasis en los controles de resultados, en tanto que la asignación de recursos se asocia a medidas de rendimiento. Asimismo, se anteponen los resultados a los procedimientos, y se enfatiza la importancia de la evaluación y la eficiencia.

Así, al ser hoy la democracia un concepto supranacional, la sociedad civil, entendida como la sociedad organizada y ponderada de acuerdo con el poder que tienen los diversos grupos e individuos, se constata como avanza ese continuo requerimiento de atenciones del ciudadano sobre las administraciones e incluso sucede una crítica constante a las fórmulas de gestión de estas.

Desde este punto de vista, la sociedad es un factor importante para tener en cuenta en la gestión pública y en su efectividad y eficiencia, que a todas luces traspasa las fronteras nacionales y se configura desde nuevas agendas sociales, culturales, políticas y económicas cada vez más globales. Además, hay que tener muy en cuenta que aplicaban soluciones que hoy podrían ser perfectamente aceptadas, en materia de desarrollo de mejoras administrativas.

Continuará…

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Multilateralismo y cero desechos

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António Guterres

Secretario General de las Naciones Unidas

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Importancia del multilateralismo y la diplomacia para la paz. El 24 de abril de cada año se pone de manifiesto una verdad fundamental: ningún país puede resolver los problemas actuales por sí solo. 

El diálogo, la diplomacia y las soluciones multilaterales son el camino más seguro hacia un mundo en paz y más justo. 

Son ideales intemporales que cimientan la Carta de las Naciones Unidas (en vigencia desde el 24 de octubre de 1945) y que impulsan los esfuerzos mundiales para proteger los derechos humanos y así forjar paz, esperanza y prosperidad para todas las personas. 

No obstante, por todo el mundo hay conflictos, catástrofes climáticas, pobreza y desigualdades que plantean enormes obstáculos a la diplomacia y las soluciones multilaterales. La lucha por espacios altamente competitivos afecta el ambiente de colaboración; la implacable división acaba con el diálogo. 

El diálogo, la diplomacia y las soluciones multilaterales son el camino más seguro hacia un mundo en paz y más justo.

La diplomacia y el propio sistema multilateral se crearon precisamente para momentos como este. Debemos crear condiciones para un nuevo espíritu de cooperación global para reconstruir la confianza, reducir las divisiones confrontativas y orientar a la humanidad hacia la paz. 

La Cumbre del Futuro que tendrá lugar el próximo septiembre será una oportunidad decisiva para que los países encuentren soluciones en común. Con una Nueva Agenda de Paz que aborde los factores de conflicto de forma holística se puede ayudar a restablecer la fe en el sistema multilateral y en lo que podemos conseguir trabajando unidos. 

En este importante día, exhorto a los Gobiernos y a los dirigentes a que no escatimen esfuerzos para salvar las diferencias, renovar el diálogo y la confianza y hacer posible un futuro de paz. (Objetivo de Desarrollo Sostenible -ODS- 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo
Sostenible).

Hacia una cultura cero desechos.  Nuestro planeta se está ahogando en un torrente de basura. 

Cada año, la humanidad produce más de 2 mil millones de toneladas de residuos sólidos municipales. Alimentos podridos, botellas de plástico, aparatos electrónicos contaminados con productos químicos y un sinfín de cosas más se desechan sin tener en cuenta el agua, la tierra y el aire. 

Al descomponerse, la basura emite gases de efecto invernadero que se van hacia la atmósfera incrementando el calor al planeta, y también afectando la calidad del agua y del suelo, lo cual provoca enfermedades e incluso la muerte de personas en todo el mundo.  También es cierto que el consumo excesivo nos está matando. Tenemos que hacer algo.  

Desde el año pasado, la Junta Consultiva sobre Cero Desechos viene reuniendo a los asociados en torno a esta cuestión crítica y a lo que hay que hacer para conseguir que el ideal de cero desechos sea una realidad. 

Las empresas deben repensar sus productos a fin de minimizar el derroche de envases y maximizar la longevidad y el ciclo de vida de los productos. 

Los consumidores deben pensar dos veces antes de adquirir bienes y productos, y reciclar o reutilizar siempre que sea posible. 

Los gobiernos a todos los niveles deben crear economías circulares que aborden el agotamiento y la gestión de los recursos, e invertir en programas modernos de control de desechos basados en la reutilización, el reciclado, la recuperación y la prevención de la producción de desechos. 

Por su parte, la comunidad mundial debe unirse y trabajar por lograr un tratado jurídicamente vinculante para poner fin a la contaminación por plásticos. 

Cada 30 de marzo conmemoramos el día de Cero Desechos. Comprometámonos a poner fin al ciclo destructivo de los desechos, de una vez por todas. (Objetivo de Desarrollo Sostenible, ODS 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles).

Colaborador DCA
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COLUMNAS

¿Es posible un mundo sin plásticos? (I)

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Andrea Cocchini 

Profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Navarra

El 22 de abril, como cada año desde 1970, se celebra el Día Internacional de la Tierra, la jornada más importante dedicada a la protección del medioambiente. En esta ocasión, la organización Earth Day ha elegido el lema Planeta versus plástico. El movimiento tiene como aspiración “reducir en un 60 por ciento la producción de plásticos de aquí a 2040 para construir un futuro sin plásticos para las generaciones venideras”.

Durante el Día de la Tierra de este año, todas las iniciativas estuevieron  enfocadas a informar y sensibilizar a la opinión pública sobre los perjuicios que la contaminación plástica supone para la salud humana, la biodiversidad y el medio ambiente y sobre las medidas necesarias para atajar el problema.

Todas las iniciativas estuvieron enfocadas a informar y sensibilizar a la opinión pública. 

Entre ellas, la Earth Day menciona la necesidad de impulsar con urgencia la adopción del futuro tratado contra el plástico, incluido en el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas y que se está trabajando con los estados desde 2022 en el Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación por Plásticos (INC, por sus siglas en inglés).

Al margen de que se prevea finalizar un tratado dentro de 2024, es muy probable que el acuerdo que resulte de las negociaciones no esté a la altura del ambicioso objetivo que se proponen los promotores del Día de la Tierra.

Se prevé que la producción mundial de termoplásticos ascenderá a 445.25 millones de toneladas en 2025 y que los volúmenes anuales de producción seguirán aumentando en las próximas décadas hasta alcanzar aproximadamente los 590 millones de toneladas en 2050. Esto supondría un incremento de más del 30 por ciento con respecto a 2025.

Colaborador DCA
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