Émilie Dubois desde los 5 años da sus primeros pincelazos y ahora, a sus 26, ha perfeccionado su técnica. En búsqueda de nuevas vivencias que alimentaran su amor por el arte y le llenaran de historias para compartir con el mundo, encontró la oportunidad de trabajar con una familia real de Arabia Saudita como maestra de arte de su hijo. Relata que, encantados por el estilo de sus obras, le pidieron que pintara un cuadro para su casa en Riyadh. “Con los años descubrí mi pasión, y ahora vivo de las experiencias que me nutren de inspiración para compartir, por medio de la pintura, los mensajes que la vida me ha enseñado”, dijo la artista.
Detalla, la también licenciada en Marketing y Publicidad, que todo lo vivido a miles de kilómetros de su país, la adaptación a costumbres diferentes, enseñar, recordar, y sus múltiples actividades, le permitieron plasmar en un lienzo de 4×2 metros su nueva obra Por la Vida. La pintura busca transmitir, asevera, lo importante de ir con paso firme, sabiendo que, a pesar de las dificultades, está llena de oportunidades. “Este es un recordatorio para ir con visión, pasión y humildad para recordar quiénes somos y de dónde venimos”.
“Inspiración, uno de los estímulos necesarios que los artistas necesitamos para plasmar en lienzos lo que llevamos en el corazón.”Émilie Dubois
Entre palacios, realeza y explosión de colores
Desde pequeña soñó con conocer el mundo y aprender de él. “La vida en la familia real es muy interesante, diferente a lo que había conocido, debido a temas de privacidad, no puedo mencionar el nombre de los príncipes, pero puedo confirmar que la vida con ellos ha sido de mucho aprendizaje y desarrollo personal”. “Otro dato curioso es que la familia vive entre 2 ciudades importantes de Arabia Saudita, Riyadh y Jeddah, por lo que cada 2 o 3 meses nos movemos con mis pertenencias, mis pinturas y mi lienzo”, expresó la guatemalteca.
