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COLUMNAS

Electricidad, músculo industrial (I)

Publicado

-

Rodrigo Fernández Ordóñez 

Director Presidente

Comisión Nacional de Energía Eléctrica

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Uno de los retos más importantes que tuvo que enfrentar la
Guatemala republicana fue insertarse en el orden mundial luego de surgir como República independiente, el 21 de marzo de 1847, año en que fue liquidado el pacto federal.

Quien puso el clavo final en el ataúd de la malhadada República Federal de Centroamérica fue el diputado federal Basilio Porras, quien en la última sesión de este Congreso, celebrada en julio de 1838, en una triste alocución en que desmenuzó las razones de nuestro fracaso político unionista, declaró disuelto el pacto originado en la Constitución Federal de 1824.

Guatemala tuvo que buscar su lugar en el escenario mundial que se concentraba en la Europa posnapoleónica, que expandía su influencia a base de posesiones coloniales en Asia y África donde la América española tenía poca cabida y sus países se enfrentaban por definir fronteras. La guerra del Pacífico, la guerra de la Triple Alianza y la guerra contra México de 1847 fueron conflictos que desangraron al continente y reordenaron su geopolítica.

Guatemala inicia su carrera por dar forma a su
economía.

La conquista del sur argentino, las guerras del cacao y las campañas de la guerra en el sertón, ambas en Brasil, fueron campañas de eliminación de la población nativa para ocupar sus territorios y explotar sus tierras. 

En ese escenario convulso, Guatemala inicia su carrera por dar forma a su economía que tenía dos áreas diferenciadas: la economía de exportación, dedicada a exportar cacao, añil, cochinilla o café; y una economía interna dedicada al abasto local de los productos, muy estacional y que no alcanzó su desarrollo hasta que Ubico, al extender 11 000 kilómetros de red vial, dio cohesión territorial al país a la par de crear una red de intercambio de bienes que superó el aislamiento de ciertas regiones del país.

Esta red vial interconectó carreteras, rutas departamentales, caminos municipales y vecinales a los diversos pueblos del país, dejando a un lado el norte más quebrado y difícil de alcanzar por las condiciones del terreno y que todavía en la actualidad se busca superar con el desarrollo de la ya mítica Franja Transversal del Norte que busca conectar a Izabal, Alta Verapaz, Quiché y Huehuetenango. La red vial inaugurada por Ubico despertó el afán comercial del centro del país y permitió abaratar costos de producción y transporte e impulsó la penetración de productos en zonas en las que eran completamente ajenos. 

Del impacto de esta red da cuenta el antropólogo estadounidense Sol Tax en su libro en dos volúmenes La economía del centavo, en el que vemos llegar a Panajachel productos que al inicio del proyecto de investigación no se tenía noticia. La investigación de Tax abarca desde 1931 hasta 1942; es decir, la casi totalidad del régimen ubiquista, y explica el impacto económico que tuvo este autoritario gobernante en la historia del país.

La redención de las deudas de finca fue una medida que liberó al mercado laboral cautivo en las fincas de café. Esta medida liberó mano de obra para ocuparla en los trabajos viales y construcción de obras públicas que impulsó Ubico en una aplicación del trabajo forzoso para aplicar las teorías keynesianas para salir de la depresión de 1929. Hay testimonios de la injusta aplicación del Reglamento de Vialidad y de la Ley contra la Vagancia, utilizados como herramienta coercitiva por el Gobierno para desarrollar obras al menor costo posible a cambio de la servidumbre del trabajador.

Liberar esta mano de obra fue positivo, pues permitió al campesino rural de la finca buscar trabajo fuera de ella y le permitió cambiar del trabajo agrícola a otro tipo de oficios lejos del quehacer de la  que sumó al rápido desarrollo del comercio en Guatemala y un lento pero sostenido esfuerzo en la industrialización del país en las décadas siguientes.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Respeto a los paganos

Publicado

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Leonel Guerra Saravia
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Hace muchos años no existían el Papamóvil ni el Vaticano, pero el humano siempre investigaba para justificar su existencia. Existía mucho paganismo, alguno por no investigar y otros para justificar.

Paganismo nórdico o paganismo escandinavo (en nórdico antiguo: heidindómr) es un término utilizado para describir las tradiciones religiosas comunes entre las tribus germánicas que habitaban en los países nórdicos antes y durante la cristianización de Europa del norte.

El paganismo nórdico es un subconjunto del paganismo germánico, practicado en las tierras habitadas por las tribus germánicas en casi toda Europa central y septentrional, durante la época vikinga.

Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenómeno religioso.

El conocimiento actual sobre el paganismo nórdico ha sido inferido por los resultados arqueológicos, etimológicos, y por los materiales escritos de la época. Algunos expertos como Georges Dumézil, sugieren que diversos elementos estructurales y temáticos dentro de las certificadas ideas religiosas escandinavas, ubican al paganismo escandinavo, dentro de la estructura básica de la expresión pan-indoeuropea de las ideas espirituales como un todo.

La religión escandinava es un fenómeno cultural, y, como la mayoría de las creencias folclóricas anteriores a la alfabetización, sus practicantes, probablemente, no tenían un nombre para su religión, hasta que entraron en contacto con forasteros o competidores.

Los vikingos consideraban que los diversos seres sobrenaturales en los que creían, no solo dioses sino también elfos, gigantes y otros muchos, habitaban mundos que los humanos no percibían y con los que raramente podían interactuar, pero cuyos destinos estaban ligados al suyo. Más allá de la fe: existen entre las principales religiones del mundo: cristianismo. Judaísmo.

Hinduismo. Budismo. Islam. Religión suele definirse como un sistema cultural de determinados comportamientos, prácticas, cosmovisiones, éticas, morales, textos, lugares sagrados, profecías u organizaciones que relacionan la humanidad a elementos sobrenaturales, trascendentales, místicos o espirituales. Es decir, el método de otras ciencias enriquece el debate religioso.

Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenómeno religioso desde sus respectivos puntos de vista como por ejemplo la antropología, la sociología, la psicología y la historia de las religiones. Por otro lado, disciplinas como la fenomenología de la religión estudian específicamente sus manifestaciones intentando dar con una definición exhaustiva del fenómeno y mostrar su relación con la índole propia del ser humano.

En secciones subsecuentes se desarrollan más elementos para el análisis de la religión. No olvidemos que el humano seguirá investigando.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Tejiendo la red del progreso en Guatemala

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M.A. Pamela Sandoval Polanco

Dirección de Gobierno Electrónico -GAE-pamela.sandoval
@transparencia.gob.gt

A lo largo de la historia, la tecnología ha sido el hilo conductor de una evolución constante. Desde las rudimentarias herramientas de piedra hasta los sofisticados dispositivos inteligentes de hoy, cada avance tecnológico ha marcado un nuevo capítulo en nuestra relación con el entorno.

La era manual, con su inherente necesidad del contacto humano, dio paso a la era electrónica, una época definida por máquinas activadas con solo presionar botones y mover palancas.

Ahora, nos encontramos inmersos en la era digital, un tiempo donde la información binaria permea todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, redefiniendo nuestra existencia en este moderno universo de datos.

Esta revolución digital ha transformado no solo las herramientas que utilizamos, sino también nuestras estructuras sociales, económicas y culturales, instaurando un nuevo paradigma donde la adaptabilidad y la innovación son esenciales para el progreso individual y colectivo.

Estas herramientas digitales, ahora esenciales en nuestra vida diaria, se incorporan considerablemente en el ámbito laboral, educativo y recreativo, por mencionar algunos, logrando que más personas puedan acceder, aprender e interactuar desde cualquier lugar y a su propio ritmo.

La Agenda Digital va más allá de alcanzar objetivos; es una visión de progreso y accesibilidad compartida por todos.

En el ámbito de la administración pública, implica la reestructuración y modernización de los servicios gubernamentales para mejorar la eficiencia, la transparencia y la participación ciudadana. Va más allá de adoptar nuevas tecnologías, implicando una transformación de procesos y cultura organizativa.

Enfrenta retos clave para mantener su relevancia y proteger los derechos de los ciudadanos. Por tanto, en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, algunos disfrutan de las ventajas de la era digital, otros quedan rezagados, limitando su acceso a oportunidades educativas, económicas y sociales.

Frente a este desafío, las agendas digitales de gobierno emergen como planes estratégicos para cerrar esta brecha y fomentar una participación equitativa en la sociedad digital.

En Guatemala, la reciente promoción de la Agenda de Gobierno Digital es un paso adelante en la transformación digital y el uso de las TIC en la sociedad, buscando mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y promover el desarrollo económico. Se consideran aspectos clave como la identidad digital, la interoperabilidad, la ciberseguridad y los pagos digitales.

La identidad digital es un pilar en la modernización y transformación, permitiendo a los ciudadanos realizar transacciones financieras, comerciales, contractuales y legales sin restricciones geográficas.

La interoperabilidad es crucial, ya que mejora la prestación de servicios y la experiencia ciudadana, impulsando el comercio electrónico. La ciberseguridad es vital para la protección digital de personas individuales y jurídicas. Para el avance de la agenda digital, la colaboración entre sectores de la sociedad  es esencial. 

Esta cooperación debe enfocarse en crear oportunidades y acceso inclusivo a servicios públicos innovadores, asegurando interacciones efectivas y legalmente protegidas, y transacciones internas y externas seguras y transparentes.

El esfuerzo conjunto de todos los participantes en la modernización de la administración pública es digno de elogio. El objetivo es facilitar que cada ciudadano obtenga la información y los recursos que requiere de manera sencilla y rápida.

Cada iniciativa digital y cada servicio que se transforma al entorno digital son pasos fundamentales hacia una sociedad más interconectada, ágil y trasparente. La Agenda Digital va más allá de alcanzar objetivos; es una visión de desarrollo y accesibilidad compartida por todos.

Este esfuerzo colectivo nos impulsa hacia un futuro innovador, invitándonos a ser arquitectos activos de un legado digital duradero y a asegurar que la tecnología sea un pilar de progreso, igualdad y bienestar para cada guatemalteco.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Hubs para la ciudad (II)

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Pablo Allard Serrano

Facultad de Arquitectura y Arte

Estos espacios no solo ofrecen oportunidades económicas y desarrollo comunitario, sino que también juegan un papel significativo en la percepción de seguridad de un espacio urbano determinado, lugares que adquieren una sensación de cuidado que por lo general supera los límites del terreno, ampliando su rango de acción alrededor de barrios y ciudadanos que comienzan a relacionarse con estos Hubs.

En Santiago existen varios Hubs urbanos impulsados por instituciones públicas: HUB Providencia, La Fábrica en Renca, La Paz 482 en Independencia, HUB Vitacura, Corporación Yunus en Peñalolén, por nombrar algunos.

En Santiago existen varios Hubs urbanos.

Estos han generado externalidades positivas a través del emprendimiento, la cultura, la innovación, la acción social y la exploración tecnológica.

Los espacios públicos y las infraestructuras públicas que se abren al barrio hacen más seguros, atractivos y activos estos espacios, se fomenta la participación comunitaria y se disuade la actividad delictual. Además, la presencia de Hubs en áreas previamente descuidadas puede actuar como un catalizador para la inversión y el desarrollo, instalando nuevos servicios, creando comercio y nuevos espacios públicos.

Tal es el caso de la Fábrica de Renca, que recuperó un supermercado abandonado y al poco tiempo floreció el comercio a su alrededor.

Al ofrecer oportunidades económicas, fomentar la innovación en seguridad y transformar el entorno urbano, estos centros además ofrecen oportunidades para el desarrollo local y pueden contribuir a crear ciudades más seguras y prósperas para todos sus habitantes.

Colaborador DCA
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