Es una lástima que toda esa creatividad haya estado al servicio de intereses espurios.
El Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) siguen haciendo su trabajo con resultados cada vez más sorprendentes y preocupantes, pero al final de cuentas esperanzadores.
Nunca ninguno de los casos de corrupción expuestos por estas entidades había sido nombrado de forma tan abarcadora, como el conocido la semana pasada: Cooptación del Estado lo llamaron así porque lograron articular miles de medios probatorios sobre la existencia de una estructura codiciosa, creativa y consistente de despojo del andamiaje estatal, no solamente gubernamental.
Supuestamente comenzó con la campaña electoral en torno del Partido Patriota, y, retomando el lenguaje figurativo de la fiscal general, configuró las placas tectónicas del terremoto que provocó el tsunami de la semana pasada.
Grandes empresarios de la construcción, banqueros y medios de comunicación se habrían articulado con la estructura partidaria mafiosa, para llevarla al poder y después cobrar los favores dilapidando el erario y untando las manos de funcionarios y operadores.
¿Cómo iba a haber dinero para solventar las necesidades de la población? ¿Quién podría haber planteado soluciones si su capacidad intelectual estaba volcada a generar negocios ilícitos? Es una lástima que toda esa creatividad haya estado al servicio de intereses espurios.
Llama la atención la consistencia que genera la codicia y la certeza de quienes actuaron en toda esta trama, respecto de que la Justicia nunca los tocaría.
Lo ocurrido el jueves, nos da la esperanza de que en Guatemala, ya se está logrando hacer valer la Ley sin importar lo acaudalado de los sujetos implicados y que los medios de comunicación, deberán llevar a cabo una gestión transparente, sin injerencia sobre quienes acceden al poder y cómo lo ejercen.
Se espera que en el mediano plazo sea aprobada la segunda reforma electoral, para que los partidos se democraticen y que se elimine la votación por listados, y que se dote al sistema de justicia de más recursos para ampliar su ámbito de acción, pues necesitamos y queremos el doble de jueces y por lo menos 10 veces más agencias del MP. Es lo que las detenciones del jueves nos hicieron desear.
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