José Manuel Contreras está habilitado para jugar desde hoy.
A partir de hoy, el guatemalteco José Manuel Contreras tiene permitido jugar oficialmente al futbol, pues ha cumplido con la sanción de 1 año al margen de toda actividad deportiva federada, por haber dado un resultado analítico adverso en las pruebas de dopaje realizadas en las finales del Torneo Clausura 2019 del balompié nacional.
Disputar una final y salir campeón podría ser la gloria para cualquier futbolista, en cualquier parte del mundo; sin embargo, para el Moyo fue una pesadilla, ya que, después de su consagración con Antigua GFC y de su regreso a Comunicaciones, se le notificó de la suspensión por arrojar cantidades mínimas, pero positivas, de Clostebol.
Son 365 días, desde que se tomaron las muestras hasta hoy, que el 10 de los albos y capitán de la Selección Nacional no ha podido ordenar el ataque de su equipo, hacer un pase o gritar un gol a ras de césped, y debido a la situación sanitaria del país y del mundo, por la pandemia del Covid-19, el conteo seguirá hasta que las autoridades permitan que la pelota vuelva a rodar.
“Me aferré de los que siempre han estado conmigo en los buenos y malos momentos. La he pasado bien.”
José Contreras
Futbolista guatemalteco.
Los entrenamientos en grupo, las charlas técnicas, vestir uniformado, la adrenalina en el camerino, las victorias, las derrotas, los goles y las celebraciones estuvieron en pausa, pero, a cambio, Contreras disfrutó de las sonrisas y travesuras de sus hijos, Luciana y Martín, y de momentos únicos con su esposa, Ángela, según contó en una entrevista con el periodista Gabriel Tiul.
“He aprovechado para hacer cosas que estando en el futbol, durante toda mi carrera, no había podido hacer, como disfrutar de cumpleaños de mi familia, de mi mamá, de mis hermanos y de mis sobrinos”, expresó el cuatro veces campeón con los cremas.
Eso sí, el tiempo pareció menos gracias al apoyo de familiares, amigos, aficionados, directivos, cuerpo técnico y compañeros de equipo, quienes en todos los partidos le mostraron cariño y respeto dedicándole los goles con el peculiar gesto sinónimo de Cabeza.
14
de marzo se le permitió entrenarse con el equipo.
Aunque fue un trago amargo el que tuvo que digerir, a sus 34 años Contreras asegura estar más tranquilo que nunca, porque sabe cómo se ha manejado en su carrera como profesional, que incluye un paso por equipos de Argentina, Uruguay y Chile.
“Estoy tranquilo; solo pienso en volver, en hacerlo bien, en demostrarme a mí que soy capaz de retomar el nivel y estar igual que mis compañeros. Me siento bien, con muchas ganas. Lo más importante es que estoy limpio de la cabeza”, destacó.
