Rodrigo Fernández Director Presidente Comisión Nacional de Energía Eléctrica [email protected]
Todos hemos escuchado en algún momento que Guatemala cuenta
con una pluralidad de recursos naturales, que esperan por su aprovechamiento en beneficio de sus habitantes. Como una forma de validar de manera concreta la anterior afirmación, en la década de los ochenta del siglo pasado, la cooperación japonesa y alemana, según algunos escasos documentos que hemos podido consultar, acompañando a la entonces Gerencia de Planificación del INDE, realizó una especie de inventario de recursos naturales (entre otros), objeto de ser explotados, para dotar a Guatemala de una plataforma variada y sostenible de recursos de generación para sus crecientes requerimientos de energía.
En ese consolidado potencial de recursos quedó consignado que Guatemala está aprovechando de forma muy conservadora esos recursos, por ejemplo: del potencial hidroeléctrico, calculado en alrededor de 6,000 MW, se está aprovechando en la actualidad el 20 %; lo mismo sucede con el potencial geotérmico, calculado en 1,000 MW y del que apenas el 5 % está explotado en el país. En cuanto al recurso eólico y solar, los números de aprovechamiento rondan también porcentajes de bajo aprovechamiento.
En el aspecto positivo, esto quiere decir que Guatemala goza de un potencial aprovechable significativo que garantiza que, a futuro, la seguridad energética queda racionalmente garantizada, siempre y cuando se logre avanzar en el tema social sobre la aceptación de proyectos de generación basados en tecnologías limpias como mejor opción, y que garanticen que el país mantenga una oferta de generación dispuesta a atender de forma rápida y eficiente el requerimiento de la demanda. También significa que la matriz energética de Guatemala puede continuar con su desarrollo, apuntándole a la meta estatal del 80/20, en el que se busca que el país genere el 80 % de su energía por medio de tecnologías renovables y el 20 % por medio de no renovables. Guatemala puede seguir siendo un ejemplo de producción de energía limpia, buscando honrar todos los compromisos internacionales en los que se ha obligado, y de esa cuenta debe tenerse en mente todo ese potencial, incluyendo biomasa y gas natural como tecnologías adicionales al momento de buscarse el abastecimiento de esta energía tan necesaria para el desarrollo de nuestro país sobre bases de eficiencia (tanto en su producción como en su consumo) y procurando la conservación de energía, no solo mediante planes de eficiencia energética, sino también en una ordenada gestión de nuestros recursos, de tal forma que Guatemala tenga disponible ese inventario potencial en la medida en que sus requerimientos energéticos van aumentando para plantear una planificación racional y realista de dicho aprovechamiento. En ese sentido y con el objeto de cumplir con los mandatos de ley, durante los últimos 5 años, la Unidad de Planificación Energético Minera (UPEM) del Ministerio de Energía y Minas se ha dado a la tarea de publicar varios documentos importantes, en los que pone a disposición del público en general un cúmulo de estadísticas, planes y políticas, que resultan imprescindibles para que Guatemala pueda continuar apostándole a una planificación técnica y sólidamente sustentada, con abundante información, para un aprovechamiento estratégico de sus recursos.
