COLUMNAS
El narcisismo cultural, ¿una enfermedad de nuestro tiempo?
Por: Gerardo Castillo Ceballos, profesor de la Facultad de Educación y Psicología
Los comportamientos narcisistas individuales son tan antiguos como el hombre. La gran novedad de nuestra época es que la cultura y la sociedad son también narcisistas.
Al narcisista se le reconoce por su comportamiento egoísta, y por el ansia de ser admirado. Se preocupa solo de sí mismo. Como, además, carece de empatía, ni siente compasión por las personas que sufren ni tiene remordimientos por su desapego.
Hay que distinguir entre una sana “estima del yo”, que no es narcisismo, y una anómala “inflación del yo”. A su vez, esa inflación es, en algunos casos, narcisismo como culto al ego, y en otros casos narcisismo como negación del ego. Este último es un trastorno de la personalidad, que suele afectar principalmente a los adolescentes, por tener todavía un yo débil e inseguro del que reniegan. Se caracteriza por ocuparse excesivamente de su imagen a expensas de lo que son y sienten.
Lowen sostiene –en contra de lo que suele creerse– que los narcisistas no se aman a sí mismos: “Se trata de personas que no pueden aceptar su verdadera personalidad y en su lugar construyen una máscara permanente que esconde su carencia de sensibilidad emocional. Les preocupa más su apariencia que sus sentimientos” (Narcisismo: la enfermedad de nuestro tiempo, 2000).
La “hiperestima” que suele atribuirse a quienes padecen un trastorno narcisista es aparente, ya que en realidad es muy baja; se trata solamente de una fachada hacia el exterior, tras la que se esconde una personalidad insegura y vulnerable; es simplemente un mecanismo de defensa de un yo que se siente desamparado. Esa es la gran tragedia del adolescente narcisista: necesitando ayuda, no lo manifiesta.
El narcisismo como culto al yo suele darse más en adultos que en adolescentes. Son personas inmaduras dominadas por una vanidad y arrogancia que en la sociedad actual se presenta como algo normal. Esto les lleva, por ejemplo, a prestar una exagerada atención a su apariencia física y a priorizar el éxito económico sobre otros valores. Con frecuencia están muy influidos por los personajes famosos del cine y de la televisión; quieren parecerse a ellos y vivir como ellos, y como no lo consiguen lo simulan. Algunos crean imágenes falsas de sí mismos con fotos en las redes sociales. Por ejemplo, belleza falsa (con cirugía plástica), atletas falsos (con ayuda de drogas).
El narcisismo se está propagando actualmente en forma de epidemia, afectando a personas de todas las edades. “Las cualidades narcisistas –un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía– están en alza. Basta con observar el consumismo rampante, la autopromoción en las redes sociales, la búsqueda de fama a cualquier precio y el uso de la cirugía para frenar el envejecimiento”· (Pat McDonald: Narcisismo en el mundo moderno, 2014)
Alexander Lowen considera que el narcisismo individual corre paralelo al cultural: el individuo moldea la cultura según su propia imagen y la cultura moldea, a su vez, al individuo.
Chistopher Lasch detectó a finales del siglo XX un cambio radical en la cultura: la eclosión de un individualismo generalizado que conllevaba una exaltación de la visión de sí mismo. Lo consideró una cultura del narcisismo.
En la misma época Gilles Lipovetski descubrió el cambio cultural generado por el posmodernismo: el notable incremento de un individualismo de tipo narcisista y hedonista, ligado a un vacío de ideales, creencias y convicciones y a un relajamiento de los vínculos sociales y familiares. Lo describió en dos obras: La era del vacío y El imperio de lo efímero.
Actualmente se siguen denunciando los errores del narcisismo: “Vivimos en una cultura que exalta la imagen; capaz de destruir el medio donde se vive, contaminando el agua, el aire y la tierra; capaz de anteponer el dinero y la riqueza material a las vidas humanas”. (B.Velasco, Instituto de Psicoterapia de Andalucía).
Una de las causas principales de la conducta narcisista es sobrevalorar y halagar excesivamente a los hijos para elevar de forma artificial su autoestima. Por eso, la educación debe destacar solo logros reales.
El psiquiatra Glynn Harrison afirma que hoy se necesita una educación preventiva que promueva “una percepción de sí mismo realista y que no se centre en afirmar nuestra propia importancia, sino en servir a un propósito más grande que nosotros mismos”. (El gran viaje del ego, 2017).
Es fundamental desmitificar los pseudovalores de la cultura narcisista y promover en la familia, en la escuela y en los medios de comunicación, la cultura basada en el estudio de las humanidades y en la práctica de las virtudes. De ese modo será posible preferir la “vida buena”, a la “buena vida”.
Rodolfo Zelada
Periodista
El mensaje está enviado y la tarea es clara. La población anhela la reconstrucción del Poder Judicial. Los guatemaltecos demandan la aplicación real de la justicia y no vivir en un país donde se criminaliza a quien alza la voz reclamando sus derechos o los de las mayorías, donde se pueda señalar a corruptos y corruptores, donde se hagan investigaciones profesionales.
Ese, pienso, es el gran reto que tienen a sus espaldas los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Deben atender las demandas de la población y construir los cimientos de un sistema que trabaje en favor de un sistema imparcial e independiente.
El balón está en la cancha del Organismo Judicial y los magistrados decidirán si quieren hacer un gol o meterla en su propia portería.
Y es que la captura del exdirector del Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral, Ramiro Muñoz, en la víspera de asumir como Magistrado de la Corte de Apelaciones, debe interpretarse como un coletazo de los poderes oscuros que se resisten a perder sus cuotas de poder y que están dispuestos a todo, que se han caracterizado por retorcer las leyes a su sabor y antojo con el único propósito de mantener sus privilegios.
En ese sentido, el comentario planteado ayer por el Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Santiago Palomo, no pudo ser más oportuno. El funcionario invitó a los magistrados a reflexionar sobre el sistema judicial que pueda plantear la nueva CSJ. “¿Quieren vivir bajo este mismo yugo de la amenaza, de la coacción y la criminalización o por su parte responder al clamor del pueblo de Guatemala y reconstruir los cimientos de un sistema de justicia que trabaje a favor de la justicia y la independencia?”.
Durante su intervención, el funcionario dejó claro que el Gobierno coordinará acciones con actores comprometidos con la democracia y que no entorpezcan la justicia, incluido el mismo Organismo Judicial, esto al referirse también al llamado que hiciera el magistrado Carlos Lucero, quien funge como presidente interino del nuevo Poder Judicial, quien invitó la administración gubernamental a limar asperezas con el Ministerio Público.
Ante ello, Palomo destacó: “El Gobierno ha sido muy claro que va a trabajar con todos los actores que estén comprometidos con la justicia y con la lucha contra la corrupción.
La postura oficial es concreta y coherente con las demandas de la población, de organizaciones sociales y de la comunidad internacional, sedientos todos de cambios sustanciales que permitan vivir en armonía gozando plenamente de los derechos contemplados en la Constitución Política de la República y el sistema judicial. El balón está en la cancha del Organismo Judicial y los magistrados decidirán si quieren hacer un gol o meterla en su propia portería.
COLUMNAS
Función pública; presupuesto y economía del Infom
Miguel Retolaza
Como entidad autónoma, el Instituto de Fomento Municipal (Infom), pilar fundamental para el desarrollo económico de los municipios en Guatemala, encuentra desde su génesis, promover el progreso de las municipalidades a través de la asistencia técnica, administrativa y financiera. A lo largo de su historia, el Infom ha trabajado de la mano con los gobiernos locales para mejorar la prestación de servicios públicos y facilitar la implementación de proyectos que beneficien a las comunidades.
Teniendo como máxima constitucional el ejercicio de la función pública, dicho Instituto por medio de su estructura organizacional encuentra en su nivel de gobernanza, de conducción técnica y actuación operativa, la búsqueda permanente de la correcta y eficiente ejecución de su presupuesto, tanto de funcionamiento como de inversión; entendiendo este último como la inversión de su patrimonio mediante el otorgamiento de préstamos a los gobiernos municipales.
A lo largo de la historia el Infom ha trabajado de la mano con los gobiernos locales.
Cumpliendo la función pública asignada y ejecutando su presupuesto, podemos valorar los beneficios macroeconómicos que de estos préstamos se derivan, ya que los mismos se catalogan como inversiones a nivel municipal y se transforman en distintos rubros que coadyuvan al progreso y al desarrollo. Por citar ejemplos, la infraestructura básica mejora no solo la salud pública, sino también la eficiencia de la actividad económica, atrayendo inversiones y generando empleo.
Con mejores servicios de agua y saneamiento, la productividad laboral aumenta. Además, la construcción y mantenimiento de infraestructuras crean empleos locales y promueven el crecimiento de las economías regionales; por lo que, Infom, al facilitar estos proyectos, por medio del cumplimiento de su función pública, contribuye directamente a reducir las disparidades económicas entre municipios y a promover un crecimiento más equilibrado y sostenible a nivel nacional.
En cuanto a la asistencia administrativa, asignación para el Infom aún en progreso, se busca propiciar un apoyo para la mejora continua de aspectos de contabilidad municipal y gestión transparente de los fondos públicos.
Esta asistencia, puede incluir la simplificación de operaciones relacionadas con la recaudación, inversión y control de bienes municipales, además de ofrecer apoyo en la depuración de inventarios y verificación de existencias. Con esta asistencia, las municipalidades logran fortalecer su gobernabilidad y mejorar la rendición de cuentas ante sus comunidades.
Integrando lo expuesto, es importante citar que el Índice de Competitividad Local (ICL), promovido por Fundesa, es una herramienta que evalúa la competitividad a nivel subnacional, permitiendo a las municipalidades identificar brechas en 12 pilares clave que contribuyen a la productividad, tales como la infraestructura, la salud, la fuerza laboral, el sistema financiero, entre otros. Estos factores, son esenciales para crear las condiciones necesarias para incrementar la productividad y el desarrollo económico.
Es allí, donde el Infom de hoy, en proceso de reestructuración integral, no ha dejado de ser una entidad importante para el desarrollo de Guatemala. Su compromiso con la transparencia y la eficiencia, contribuye significativamente a la modernización de los gobiernos locales y al bienestar de las comunidades, promoviendo un desarrollo sostenible que beneficia tanto a las generaciones presentes como futuras. Para ello, el cumplimiento de la Función Pública y la ejecución de su presupuesto, son factores determinantes, entre otros, para el desarrollo económico de Guatemala.
M.Sc. Elisabeth Avalos
Gerente de INAP
La Ley Orgánica del Instituto Nacional de Administración Pública -INAP- Decreto número 25-80 del Congreso de la República, artículo 14, crea el Sistema Nacional de Formación y Capacitación el cual queda obligado a integrar las actividades de formación especializada y capacitación de los servidores públicos que actualmente se ejecutan y las que se dispongan en el futuro, para el efecto, establecerá, reglamentará y coordinará el sistema de formación y capacitación del Sector Público.
Aunque el Sistema Nacional de Formación y Capacitación -Sinafoc- es un sistema implementado en el INAP desde su creación, en los últimos años fue suprimido. Hoy, en el marco de la revisión de las funciones básicas del Instituto, hemos retomado este espacio fundamental para el cumplimiento de nuestra misión: la formación de los empleados públicos.
El Sinafoc contribuirá al fortalecimiento de la gestión institucional a través de la formación y capacitación.
Coincide además, con la creación de la Comisión de Modernización del Organismo Ejecutivo, en tanto uno de los ejes transversales de esta modernización es la investigación y la formación que nos corresponde como entidad rectora de la formación de los funcionarios públicos.
El Sinafoc contribuirá al fortalecimiento de la gestión institucional a través de la formación y capacitación para que las instituciones públicas mejoren sus capacidades en la resolución de sus problemas funcionales, generando mayor nivel de valor público institucional.
Además, impulsará permanentemente el desarrollo administrativo de las instituciones públicas; busca fortalecer las competencias del recurso humano del sector público orientado a la mejora de la gestión institucional; y promover el fortalecimiento de la gestión institucional para que las instituciones alcancen el desarrollo administrativo.
Es decir, con el Sinafoc nos encaminamos a participar abiertamente en el proceso de modernización del Organismo Ejecutivo utilizando nuestro marco legal como base para ello y en ese sentido, anunciamos su lanzamiento para este 24 de octubre en nuestra sede. Preparamos también el Congreso Nacional de Administración Pública: Modernización de la Administración Pública en el Organismo Ejecutivo, del cual les daré más información en la próxima columna. Estamos avanzado en la investigación y desarrollo de nuestras capacidades para construir valor público.