ARTES
El libro permanecerá, mientras la civilización exista
El libro es un producto de la civilización, que se remonta a unos 5 mil años, durante los cuales ha contribuido a la difusión de la cultura.
En sus orígenes, no se trataba de libros como ahora los conocemos: conjunto de páginas en papel, debidamente organizadas.
Los primeros escritos fueron signos gráficos sobre tabletas de arcilla. Después aparecieron los escritos sobre hojas de papiro. Ulteriormente, el desarrollo de la fabricación de papel suministró un soporte flexible y práctico para los escritos, como ahora los conocemos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estableció el 23 de abril como Día del Libro, en homenaje a los autores Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega, quienes murieron en ese día del año, en 1616.
El Día del Libro fue establecido, también, para celebrar a los escritores del mundo y para motivar a los jóvenes a descubrir el placer de la lectura y respetar las contribuciones de los autores al progreso cultural y social.
La Asociación de Libreros de Guatemala (Asligua) realiza en esta ocasión el Bazar del Día Internacional de Libro 2022, situado en el Centro Cívico de la capital; específicamente, en la 8ª. calle entre la 7ª. y 9ª. avenidas de la zona 1, a un costado de la Catedral Metropolitana y frente al Mercado Central.
Libros y pandemia
“En todas las librerías se ha visto una baja en las ventas”, dice Gustavo Ardiano, vicepresidente de Asligua. “Pero siempre hay lectores entusiastas. Siempre hay personas interesadas en la cultura que buscan libros, para enriquecer su conocimiento. Esos lectores son los que han mantenido la comercialización de libros en un nivel que, aunque sea bajo, no desciende hasta el nivel cero.”
El libro físico frente al digital
“Se ha discutido mucho sobre la posibilidad de que el libro sea reemplazado por los textos escritos en forma digital”, explica Ardiano, “pero estamos seguros de que el libro en su forma física se mantendrá a la par del libro digital. El libro mantendrá su permanencia en su lugar habitual, que es la biblioteca, tanto en las de servicio público como en la casa y en la oficina.”
“En este bazar hay muchas clases de libros. En muchos casos se trata de libros que son ejemplares únicos, y hay estudiosos que se alegran cuando los encuentran”, dice Victoriano Rodríguez, presidente de Asligua. “Muchos libros de autores nacionales están agotados, y hay coleccionistas que los buscan para incorporarlos a sus colecciones.”
¿Cómo celebrará Asligua el día del Libro? “El bazar que hemos instalado en el Centro Histórico, junto a la Catedral Metropolitana, es parte de la celebración”, dice Rodríguez. “También haremos concursos para niños, jóvenes y personas mayores. Cada ganador recibirá como premio un libro. El objetivo es acercar al público posible a los libros, porque la lectura es cultura”.

ARTES
Agenda navideña
En el Christmas Village de Spazio se enciende la magia de esta Navidad. Hasta el 24 de diciembre, se organizan diversas actividades en Spazio zona 15, en el segundo nivel.
Ask Santa: es una actividad interactiva diseñada para que los niños le pregunten a Santa Claus todo lo que deseen saber. Los sábados y domingos, de 10:00 a 19:00, y del 18 al 23 de diciembre, de 12:00 a 20:00 horas.
The Shop: la tienda de artículos navideños atiende de lunes a viernes, de 10:00 a 20:00; sábados y domingos, de 9:00 a 22:00. Del 18 al 23, de 9:00 a 23:00, y el 24, de 8:00 a 15:00 horas.
Elf Wrapping Station: el lugar ideal para empacar obsequios de Navidad de manera creativa. Abre los viernes, de 14:00 a 19:00, sábados, de 10:00 a 19:00, y domingos, de 10:00 a 18:00 horas.
Santa’s Workshop: creatividad y diversión para los pequeños artistas. Es un espacio para que los niños disfruten realizar manualidades de la temporada.
Están los viernes, de 14:00 a 19:00; sábados, de 10:00 a 19:00, y domingos, de 10:00 a 18:00
horas.
Jingle Bell Market by Lady Multitask Guatemala: un mercadito que ofrece amplia variedad de artículos para presentes de la época. Vende de miércoles a sábado, de 11:00 a 19:00, y domingos, de 10:00 a 18:00 horas.
Para más información, consulte las redes sociales @spazioguate.
ARTES
LIBROS DE OTRAS PERSONAS
Guillermo Monsanto
El pasado verano tuve la oportunidad de estar en Madrid durante los meses de junio y julio. Aquella es una ciudad donde se pueden adquirir libros a precios razonables y, en las tiendas de segunda mano, casi regalados. A veces, aunque no siempre, pasa lo mismo en las ferias del libro de Guatemala.
La cosa es que en una de las plazas del barrio Malasaña, sobre una banca de piedra, me encontré unos cincuenta libros para llevar. Con tristeza, por el peso, tuve que entresacar algunos ejemplares de los cuales he leído dos y medio porque postergué su lectura ya que en aquel momento estaba embebido con Dolores Redondo y tenía en espera otros de Stephen King.
El primero al que le entré y, curiosamente, el primero que tomé de la pila de libros, fue La isla de las tormentas (1978) de Ken Follett. Reconozco que me dejé llevar por el apellido del escritor y el buen sabor de boca que me han dejado otras de sus novelas, entre ellas, Los pilares de la tierra.
La sustancia a partir de la ficción histórica.
Desde que empecé el libro empezaron a fluir claramente las imágenes y percibí que la trama me recordaba a algo. Por lo visto vi la película, aunque no recuerdo cuándo, pero sin duda mi memoria me llevó visualmente a los parajes descritos en el texto. Lo mismo me ha pasado cada vez que leo Lo que el viento se llevó.
La Segunda Guerra Mundial, un despiadado espía y un final inesperado. No le di tanta importancia al hecho histórico hasta que leí el segundo y caí en cuenta de que ambos eran complementarios en cierto modo. Allí comencé a apreciar el gusto de mi anónimo benefactor.
Aunque El cofre de Constantina (1986), de Robert Ludlum, no corría al mismo ritmo que La isla de las tormentas, probablemente por culpa del traductor, los contenidos poseen el valor de mutar para que el lector no logre dar algo por sentado. De nuevo los espías, los estrategas y las circunstancias se confabulan para conseguir una atmósfera particular.
Estoy ya en el tercero. Este sin duda lo terminaré mucho antes que los otros dos, ya que está fundamentado desde la perspectiva investigativa de Marcelo Simonetta. El enigma de Montefeltro (2019) se desarrolla durante el bajo renacimiento italiano y arranca con un hecho histórico: el asesinato de Galeano María Sforza, duque de Milán, nacido en 1444 y muerto en 1476.
De nuevo, la intriga política es el eje que nos conduce a diversos personajes registrados por la historia. Entre ellos, Lorenzo el Magnífico, Ferrante de Aragón, Giuliano de Medici, Sandro Botticelli o Elisabetta Visconti, solo para mencionar algunos de los nombres involucrados en la intrigante ficción. Me faltan cuatro libros más, a ver qué tal.
No deja de ser peculiar cuando un lector se enfoca en determinado tipo de novelas. En este caso, la sustancia de sus intereses redundó en una serie de trabajos que navegan por los vericuetos de la historia y sus protagonistas.
ARTES
Fito Molina musicaliza para los niños y apoya a migrantes
Carlos Rodolfo Molina Monzón, más conocido como Fito Molina, es un compositor y arreglista guatemalteco, que lleva la influencia musical en las venas, ya que su abuelo trabajó en la banda militar de Quetzaltenango y su papá fue director de la Marimba Orquesta Clave de Oro.
Desde 1989 reside con su familia en Estados Unidos, en donde se desempeña como ministro evangélico, pero no deja de lado su vocación por el ritmo, que combina con el trabajo social. Hace un mes, aproximadamente, visitó Guatemala para promocionar su más reciente canción, Mi plegaria, dedicada a los migrantes.
“Todo lo echamos en una maleta para irnos a otra nación y buscar el sostén para los seres queridos que se quedan. Y es que comprendo el dolor del connacional por la falta de oportunidades, comida, trabajo, etc.”, expresó el cantautor.
Molina ha experimentado en carne propia esa vivencia, ya que su hijo mayor fue deportado, con quien espera reunirse en un corto plazo. Por ello, él pasa de las canciones a la acción, porque apoya a sus paisanos en asesorías, trabajos y otros asuntos.
De la banda militar a melodías para los infantes
Se graduó de la Escuela Militar de Música Maestro Rafael Álvarez Ovalle, en donde se especializó en el clarinete y un poco de piano. Luego, aprendió a tocar más de 40 instrumentos.
No se considera cantante, su énfasis es más como autor y arreglista, pero con el tiempo se convenció de cantar y en la actualidad se dedica a los cantos cristianos infantiles. “Tengo unas 75 grabaciones para niños y todas se han publicado”, relató.
Hace dos años terminó su más reciente álbum llamado Benjamín. “Sin embargo, uno no tiene todo bajo control porque en enero sufrí un derrame cerebral y he tenido problemas con el habla y las
manos”, dijo. Agregó que ha mejorado poco a poco de su salud.
Trabaja en el que considera será su último gran proyecto de vida, traducir diez de sus melodías a los 22 idiomas mayas. “Ya traduje una en k’echi’, estoy viejito, pero lo que no muere es el entusiasmo”, mencionó entre risas.
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