Foto: EFE
Con el control del partido de principio a fin, pero otra vez falto de puntería y sin brillo, el Inter logró el objetivo y accedió a las semifinales de la Copa Italia al imponerse al Atalanta (1-0) gracias, en gran medida, a la asistencia del argentino Lautaro Martínez.
Sin Skriniar en el once ni en el banquillo por el “culebrón PSG”, una decisión que no evitó que la Curva Sud le dedicara la frase: “El Inter se ama y se respeta”, formó Inzaghi con Darmián en la línea de tres centrales y con Gosens en el carril izquierdo para dar descanso a Dimarco pensando en el derbi del domingo contra el Milan.
Entraron en escena Hojlund y Lookman, los hombres más en forma de la ofensiva de la Dea para intentar cambiar las tornas, pero fue justo en ese momento, a falta de media hora, cuando el Inter dio el golpe sobre la mesa. Lautaro cubrió el balón de espaldas y con un sutil toque cedió para Darmian en profundidad, que se incorporó desde segunda línea libre de marca para cruzar de primera con su zurda y aliviar tensiones en San Siro.