El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, celebró la decisión de un juez de otorgar arresto domiciliario al periodista José Rubén Zamora Marroquín, que podrá salir de prisión tras permanecer más de 800 días encarcelado, por lo que vaticinó que “el ciclo oscuro” dentro de la justicia del país centroamericano “va a terminar”.
“Zamora vuelve a casa. La justicia comienza a llegar, el ciclo oscuro va a terminar”, escribió Arévalo en su cuenta de la red social X tras conocerse la decisión del juez penal Erik García, quien consideró que, “por razones de derechos humanos”, debía otorgar la medida al periodista.
Zamora Marroquín fue detenido el 29 de julio de 2022, acusado de lavado de dinero por la Fiscalía de Guatemala, tan solo cinco días después de lanzar acusaciones de corrupción contra el entonces presidente, Alejandro Giammattei.
En su estadía en prisión, el periodista aseguró haber bajado más de 80 libras de peso, sufrir de enfermedades respiratorias, haber sido sometido a tortura psicológica y obligado a habitar en una galera de menos de 4 metros de longitud.
De acuerdo a expertos, el proceso judicial enfrentado por Zamora Marroquín ha sido parcializado, debido a que tuvo que cambiar de abogado defensor en al menos cuatro ocasiones por la persecución judicial sufrida por cada uno de ellos de parte del Ministerio Público, cuya cúpula está sancionada por Estados Unidos.
Esta resolución sucede en la primera semana de funciones de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Los magistrados que componen la nueva CSJ tomaron posesión el pasado domingo para el período 2024-2029, tras un controvertido proceso de elección vigilado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
La investidura de los 13 magistrados tuvo lugar en el principal teatro del país con la participación del presidente guatemalteco.
Del total de 13 abogados que tomaron posesión en el Supremo, solamente fueron reelectos tres del período saliente.
El proceso de elección de la nueva Corte Suprema de Guatemala estuvo vigilado por la OEA a petición del Gobierno que preside Arévalo de León, debido a la importancia de la designación para el futuro de la lucha contra la corrupción en la nación centroamericana.
Todo ello por la manipulación sufrida en la elección del Supremo de 2014 y también de 2019, documentada en investigaciones y procesos judiciales.