CRITERIOS
El cambio podría consolidarse pronto
Guatemala está en el camino del cambio. Y ese cambio debe tener como fin último la búsqueda del bien común. En el Ejecutivo, el presidente Bernardo Arévalo y la vicemandataria Karin Herrera ya hacen lo suyo. En el Legislativo ya soplan algunos aires de ese cambio.
Solo falta el Judicial. Y en este último, precisamente, se dependerá del Congreso, cuando le toque hacer la selección de magistrados titulares y suplentes, de los listados oficiales que le sean trasladados desde las comisiones de
postulación.
De quienes sean electos dependerá en buena medida que el cambio sea realmente efectivo. Ellos serán los encargados de aplicar la justicia contra todo aquel que sea señalado de cometer delitos, principalmente de aquellos cuya tipología tenga que ver con hechos que atenten contra el Estado y sus bienes. De todos es sabido que los bienes del Estado son de propiedad de la población, en general.
Las comisiones postuladoras hicieron su trabajo. Con sus bemoles, pero lo hicieron. Sus presidentes, Miquele Cortez y Raúl Horacio Arévalo, intentaron que los debates fueran lo más transparentes y honestos posible. Algunos de los comisionados, como se esperaba, terminaron alterando el orden y usaron sus celulares para efectuar comunicaciones no autorizadas. Pero, con todo, los listados fueron elaborados: 312 electos para Cortes de Apelaciones y 26 para la Corte Suprema de Justicia.
De ese grupo, el Congreso debe elegir a la mitad como titulares y al resto como suplentes. Todos, sin excepción, deben asumir sus cargos el próximo 13 de octubre, cuando inicie el nuevo período de cinco años para las Cortes electas en ese proceso.
De allí en adelante, como diría un buen amigo: “¡Que el Señor nos agarre confesados!” A partir de ese momento comenzaremos a ver si los nuevos dirigentes de la administración de la justicia se han convertido en tomadores de decisiones independientes o bien se mantienen plegados al lado oscuro de la fuerza que hasta ahora nos mantiene sumidos en la desesperanza.
Si desde el inicio comienzan a dar muestras de su independencia y su imparcialidad para impartir justicia, quizás podamos comenzar a ver la luz al final del túnel y pensar que el país comienza a tener una nueva oportunidad de cambiar. No podemos olvidar que la correcta y transparente administración de la justicia es un elemento clave en el buen desempeño de cualquier democracia.
Este fin de semana fue decisivo en el proceso para integrar las nóminas de candidatos a magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones; los postulantes lograron concluir los listados.
En el caso de la Corte de Apelaciones, la votación empezó el sábado temprano y terminó la mañana de ayer domingo. Para algunos de los comisionados la nómina está balanceada y evitaron que fueran incluidos algunos personajes con perfiles nocivos.
Ambas comisiones postuladoras debieron correr y fue el pago a los berrinches que desde un inicio entramparon el proceso, por oponerse algunos, a la sede de trabajo que finalmente fue la Universidad Rafael Landívar.
La atención pasará a partir de hoy a centrarse en el Congreso de la República, donde finalmente se elegirá a los 13 magistrados que integrarán la Corte Suprema de Justicia, y a los 135 magistrados titulares de Corte de Apelaciones y 90 suplentes. La toma de posesión será el 13 de octubre.
En toda sociedad la aspiración debiera ser contar con jueces idóneos, capaces y honestos. Es un tema que atañe a todos; recuperar la credibilidad en la administración de justicia es algo que merecemos.
Dejemos de ver a la justicia como algo lejano; en cualquier momento de nuestra vida podemos requerir que se nos haga justicia en situaciones laborales, civiles y penales, por mencionar algunos. Si fui víctima de un robo, si me falsificaron documentos, si me quieren quitar o están invadiendo mi propiedad, si nos sentimos intimidados o perseguidos, si me niegan información pública, si me están extorsionando, si están contaminando un río, si me están haciendo cobros ilegales; en fin, todo tiene que ver con la justicia.
Si bien las listas elaboradas por los comisionados no son inmaculadas, exijamos al Legislativo que filtren los grises que se pudieron haber colado. Que recuerden las diferentes bancadas que no son los intereses particulares los que deben marcar la selección, sino que a la hora de elegir, prevalezca el interés del pueblo, que es el que los eligió y al que representan.
Bien lo dijo el padre Míquel Cortes, quien preside la postuladora de Corte Suprema de Justicia, en un mensaje a todos los comisionados, previo a empezar la votación: “Estamos para dar respuesta a la esperanza de un sistema de justicia imparcial, transparente y eficaz en favor de la paz social”.
No quiero dejar de mencionar y resaltar la labor de fiscalización que ciudadanos han hecho desde que inició el trabajo de las postuladoras.
Sin importar largas jornadas, lluvia y fines de semana, los hemos visto diciendo presente y denunciando lo que no les ha parecido correcto. Se necesita más guatemaltecos como ellos. Se les agradece e insta a no desmayar porque ayer concluyó la primera fase, pero falta la decisiva.
Las autoridades del Ministerio de Finanzas Públicas cumplieron con exponer el Proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2025, a integrantes de la Comisión de Finanzas y Moneda del Congreso de la República, ya que le corresponde a esa sala legislativa analizar la propuesta y emitir un dictamen, que será trasladado al Pleno. Esa opinión técnica es una de los más importantes, pues es con relación a cómo se proyectan las asignaciones financieras para el próximo año.
En su presentación el ministro de Finanzas Públicas, Jonathan Menkos Zeissig, resaltó que el Proyecto de Presupuesto 2025, en el marco de los objetivos y lineamientos de la política fiscal de gobierno para el período 2024–2028, por el lado de los ingresos no contempla la creación de nuevos impuestos ni el incremento de las tasas impositivas vigentes. En este caso, el gobierno se ha comprometido con el fortalecimiento de la Superintendencia de Administración Tributaria para garantizar el debido cumplimiento de las obligaciones tributarias a fin de mejorar la recaudación; se continuará con la lucha contra el contrabando y la defraudación aduanera, ya que son flagelos que dañan la competitividad de las empresas y de las inversiones nacionales.
Por el lado del gasto, se tiene el reto de mejorar y aumentar la inversión pública que permita incentivar el desarrollo, dinamizar la economía y el empleo, destacó el ministro Menkos, quien agregó que, para ello, se impulsan inversiones estratégicas para el desarrollo social y crecimiento económico. En ese contexto, cabe recordar que su última misión de consulta sobre el Capítulo IV, el Fondo Monetario Internacional manifestó que colaborará con asistencia técnica y asignará a un experto para que, de manera permanente, monitoree la calidad del gasto e inversión pública.
Con relación a la deuda pública, el Minfin tiene claro que el país necesita garantizar la sostenibilidad de las obligaciones en un marco amplio de desarrollo, de manera que se promueve la contratación compromisos financieros con las condiciones más favorables para el país, a fin de minimizar los riesgos.
En cuanto a la gestión financiera y transparencia, el ministro Menkos subrayó que el mayor interés de este gobierno es impulsar los esfuerzos necesarios que permitan conseguir el grado de inversión para Guatemala, ya que sería un sello de garantía de que el trabajo se está haciendo bien y que, además, en el país se tienen consensos políticos, sociales, para poder avanzar no solo en presupuestos que contemplen inversión estratégica en materia de gasto e inversión, sino también en leyes que puedan fomentar la modernización económica del país.
Uno de los mensajes claves del ministro de Finanzas es que necesitamos fortalecer la capacidad de los sistemas financieros, nos esforzaremos en los temas de transparencia y la auditoría social, que son parte de la exigencia de la sociedad.
La cooperación Sur-Sur surge como una expresión de solidaridad y aprendizaje mutuo entre países en desarrollo. Durante los años ha demostrado ser un efectivo mecanismo de transferencias de conocimientos, tecnologías y lecciones que beneficia las políticas públicas nacionales, así como al bienestar nacional y la paz internacional. Este tipo de cooperación es esencial también para incentivar el esfuerzo colectivo en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible recogidos en la Agenda 2030.
Este esquema de cooperación propone un fomento y fortalecimiento de la autosuficiencia de los países en desarrollo, mediante el aumento de su capacidad creativa para encontrar soluciones y capacidades tecnológicas a sus problemas de desarrollo. También promueve el intercambio de experiencias que conduzcan a un mayor acceso a los conocimientos disponibles.
En algunos casos esta cooperación consigue una colaboración amplia en las esferas política, económica, social, cultural, medioambiental y técnica, con participación de dos o más países en desarrollo, mediante mecanismos innovadores que favorecen el multilateralismo.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC, en inglés) fue creada en 1974 para promover, coordinar y apoyar la cooperación Sur-Sur y triangular a nivel mundial, así como dentro del sistema de las Naciones Unidas.
En 2019 fue lanzada la iniciativa Galaxia Sur-Sur como una plataforma global de intercambio de conocimientos y asociación lanzada. El proyecto tiene como objetivo brindar un apoyo sistemático y efectivo a los países del Sur, para que puedan conectarse, aprender y colaborar con socios potenciales en el ámbito digital más amplio.
En Guatemala, a través de las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas, estamos comprometidos con la generación de espacios de cooperación donde el país pueda brindar y también recibir cooperación técnica en un ambiente de solidaridad y mutuo beneficio.
