La justicia prevalece y permite avanzar en la lucha contra la corrupción. El presidente Bernardo Arévalo ganó la batalla. La Corte de Constitucionalidad (CC) cede y termina dándole la razón, no sin que antes tres de sus magistrados suplentes perdieran el derecho de ingreso a Estados Unidos. El máximo tribunal acepta que el mandatario y su equipo legal estaban en lo cierto.
La resolución de la CC tiene implicaciones que trascienden lo legal. Abarca lo moral y ético. Es, en dos platos, un paso más en el largo y espinoso camino por limpiar las instituciones públicas. Otro avance en la cruzada contra la corrupción impulsada por Arévalo y la vicemandataria Karin Herrera.
Recordemos esta historia. El 8 de febrero pasado, el Gobierno decide remover al presidente del Banco de los Trabajadores (Bantrab), Jorge Mondal Chew, y a su suplente, Luis Suárez Roldán, señalados de vínculos con Alejandro Giammattei y Miguel Martínez.
Contra el primero se presentaron pruebas de que había mentido cuando presentó documentos que, supuestamente, justificaban que tenía 10 años de experiencia en el sistema bancario, un requisito indispensable para optar al cargo.
Dieciocho días después, la CC ampara a Mondal y a Suárez y ordena su regreso al Bantrab. El 22 de mayo, el Gobierno vuelve a destituirlos, pero el 11 de julio tres magistrados suplentes de la CC los reinstalan.
En el ínterin, el 22 de agosto, el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Brian A. Nichols, anuncia el retiro de la visa a una persona del sector financiero local. El 3 de septiembre de 2024, la administración de Joe Biden cancela los permisos de ingreso a esa nación de tres magistrados suplentes de la Corte.
Aunque en ningún momento las autoridades norteamericanas citan nombres. Basta sumar. Lo que sí quedó claro es la razón de las sanciones: “Socavar la democracia y el Estado de derecho de Guatemala”.
Los nuevos nombramientos en el banco aumentan la esperanza por un futuro prometedor. Muestran que se va por el camino correcto. Pero, también, abren la puerta para descubrir la podredumbre que se gestó en esa institución bancaria. La razón para obstaculizar esta batalla contra el latrocinio.