Uno de los grandes flagelos que aquejan a la humanidad es el homicidio, el cual se define como el hecho de matar o quitarle la vida a una persona, sin que exista premeditación o alguna otra circunstancia agravante. Hay varios tipos de homicidios, según las clasificaciones jurídicas o criminalísticas. Lo cierto es que es un acto en el que existe un victimario y una víctima, y esta última siempre pierde la vida.
En Guatemala se están haciendo múltiples esfuerzos por parte de las altas autoridades que dirigen el país y por las autoridades a cargo de la seguridad ciudadana. Esto especialmente en los dos últimos años, en los que se ha notado el descenso de la criminalidad.
Por ejemplo, de enero a mayo de este año se ha reducido en 10 por ciento la cantidad de homicidios cometidos contra el sexo femenino, comparado el mismo período de 2017. La información se obtuvo por medio del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), del cual sus analistas realizaron una presentación denominada Mujeres y Seguridad Ciudadana.
Para lograr ese importante descenso, las autoridades de Gobernación consideran que entre los factores que han contribuido a ello destaca la prevención del delito que ha sido puesta en marcha en diferentes puntos del territorio nacional. También las constantes respuestas inmediatas de las autoridades policiales en su lucha contra la criminalidad.
Otro dato importante es que en 213 municipios del país no se han registrado muertes violentas contra mujeres. Los departamentos que registraron mayores índices de homicidios contra mujeres, este año muestran las reducciones más significativas.
Desde cualquier punto de vista, dicha disminución de homicidios es importante y positivo para el desarrollo de nuestra sociedad. Lo cierto es que las estructuras criminales han estado siendo perseguidas por las autoridades y, sin lugar a dudas, los elementos de seguridad han sufrido transformaciones que les han permitido ser más profesionales, mejor capacitados y más efectivos en su actuar.
