El cuerpo médico del Hospital Roosevelt emitió un boletín en el que solicita la renuncia de Luis Chávez, director ejecutivo del centro asistencial, aduciendo una mala gestión, mientras el aludido descartó dimitir rechazando los señalamientos; en tanto, el ministro de Salud Pública y Asistencia Social, Joaquín Barnoya, declaró que los señalamientos presentados tienen que contar con pruebas.
En conferencia de prensa, Chávez afirmó que no dejará el cargo e indica que actualmente están abastecidos entre 78 y 90 por ciento, y que los principales medicamentos e insumos los tienen cubiertos.
Chávez añadió que ha fortalecido la parte administrativa, con el relevo de alrededor de 40 personas que estaban relacionadas con corrupción. “Estamos trabajando en la búsqueda de la transparencia”, aseguró.
Debe demostrarse
“Hemos recibido varias comunicaciones con ellos; sin embargo, nosotros no podemos hacer un cambio basado en un comunicado; los estamos escuchando, pero necesitamos la evidencia; y saber a quién vamos a poner, si es que se va a cambiar, y qué equipo va a entrar; no es solo de quitar y poner”, afirmó el ministro.
A través del texto emitido ayer, los galenos manifiestan que la administración de Chávez ha llevado a “límites nunca antes vistos” a dicha dependencia, lo que se evidencia con el declive de las condiciones laborales y de atención.
En el documento, los profesionales de la medicina expresaron su malestar por la situación crítica que enfrenta el hospital, y destacan que desde el 14 de agosto han recibido amenazas relacionadas con artefactos explosivos dentro de las instalaciones, lo que pone en riesgo la integridad física del personal médico, residentes, pacientes, estudiantes y trabajadores.
Chávez aclaró que a pesar de que la situación de inseguridad no ha sido resuelta completamente, los servicios de salud funcionan con normalidad. “Se ha asegurado la permanencia de elementos de la Policía”, manifestó.
