Leonel Guerra Saravia
[email protected]
Inicio este problema para que los guatemaltecos comprendamos lo que sucede a nivel mundial. La crisis de la cadena de suministro global inició en 2021 con la ralentización de las cadenas de suministros, causando en todo el mundo escasez y afectando a los patrones de consumidor.
Desde comienzos de 2020, la pandemia de Covid-19 retrasó la cadena de suministro global, pues los fabricantes suspendieron el trabajo hasta que fueran promulgadas las precauciones de seguridad necesarias. El país trabajó durante el primer año de la pandemia con un estricto procedimiento de bloqueo, pero la variante Delta cerró a los fabricantes, especialmente porque los trabajadores permanecieron en gran parte sin vacunar.
Para sostener la producción, el Gobierno vietnamita ha exigido que las regiones con mayor riesgo vivan en su lugar de trabajo. Además, la mitad de la población de marineros proviene de países en desarrollo que no están vacunados. Con el transporte a mediados de 2021, los principales puertos estadounidenses se inundaron con cantidades históricas de carga entrante.
A mediados de 2021, los principales puertos estadounidenses se inundaron con cantidades históricas de carga.
El personal de la terminal carecía del ancho de banda para procesar la carga, lo que generaba tiempos de espera prolongados. Los portacontenedores comenzaron a pararse fuera de los puertos durante días o semanas. El 17 de octubre de 2021, el secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, predijo que la crisis “ciertamente” se extendería hasta 2022.
En noviembre, el ministro de Comercio chino aconsejó a los ciudadanos que almacenaran alimentos para el invierno. ¿Qué pasó en 2021? La escasez de chips, el colapso de puertos, el encarecimiento de materias primas y la falta de transportistas son algunos de los efectos más visibles de las disrupciones en la cadena de suministro. Los principales riesgos de la cadena de suministro son: Inestabilidad política mundial.
Economía e inflación. Disrupciones impulsadas por el clima. Incumplimiento de normas de ESG y mandatos relacionados. Ciberamenazas. Escasez de productos y materias primas. Riesgos logísticos. Volatilidad de la demanda. Para minimizar esta crisis es recomendable: esta debe prever, ser flexible y resolutiva para poder optimizar el espacio de almacenamiento con el uso de sistemas de almacenamiento automático y la implementación de un software de gestión de almacén para anticipar situaciones problemáticas y readaptar las operaciones logísticas.
Es decir, tener la capacidad de anticiparse a los imprevistos de manera que se puedan prever o paliar los efectos de los cambios del mercado.