Guatemala tiene sus políticas financieras y monetarias que mantienen el circulante y lo necesario en moneda extranjera para apreciar el quetzal.
En un diccionario alternativo, encontramos como significado de Cortina de Humo, masa densa de humo, que se produce artificialmente para ocultarse del enemigo. Sabemos que estratégicamente en nuestro esquema político la utilizan como distractor, cuando se pretende medir una reacción, desviar, ocultar, persuadir, llamar la atención o en el peor de los casos, ocultar algo. En el tema de la devaluación del quetzal, quisiera tomarla como eso, no como un hecho real, por diferentes razones.
Primero porque Guatemala ante el mundo aún tiene solvencia económica, por el ingreso de moneda exterior, además su riqueza nacional, fortalecida por la economía pública y privada, le dan cierto equilibrio a la circulación de dinero, sin inflación, en donde aún existe la producción, el interés de inversionistas extranjeros, que les atrae la tierra, el agua, piedras raras y mercado de consumo.
Es peligroso lanzar un globo de esa índole, si querían una cortina de humo, lo lograron, porque fue producto de análisis, comentarios, opiniones, temores y reconfiguración de acciones de producción interna que no encontraban la ruta adecuada para sostenerse en el mercado. Guatemala tiene sus políticas financieras y monetarias que mantienen el circulante y lo necesario en moneda extranjera (dólares). Los expertos aconsejan lo mejor para no perder su estabilidad, y ellos, como nosotros, sabemos perfectamente que las remesas de los compatriotas desde el extranjero, son un motivo importante para que nuestra moneda sea apreciada y se mantenga en equilibrio. Además, oficialmente el mandatario Jimmy Morales, el Presidente del Banco de Guatemala y otros economistas cercanos al Gobierno, han manifestado que por el momento la devaluación de la moneda no es tema en la agenda del gabinete económico. Aunque Thomas Piketty, en su libro El Capital en el Siglo XXI, dice que: “en la actualidad, la riqueza pública es muy baja en la mayoría de los países desarrollados… y la privada representa casi la totalidad de la riqueza nacional”.
Nuestro país no está clasificado en ese grupo, pese a eso aún podemos decir que ante nuestro pequeño desarrollo, mantenemos una riqueza nacional, débil pero hay, se cuenta con un capital nuestro, interno y extranjero. También es cierto que faltan fuentes de trabajo, desbalance en los salarios, fuga en el pago de impuestos, pobreza y pobreza extrema. Sin embargo, ante el mundo, nuestro país es ejemplo de revolución social pacífica, en donde se espera el inicio de una nueva Guatemala, y se visualiza un horizonte transparente. Han salido a relucir negocios escalofriantes con el dinero del pueblo.
Nuestra atención debe estar en eso, no hay que perder de vista el camino, vamos hacia adelante, hemos confiado en nuevos actores, los organismos del Estado están conscientes de la necesidad de depuración, que ese dinero interno, del impuesto de los guatemaltecos consientes sea invertido en las necesidades de las comunidades y que las remesas continúen. Por sanidad y tranquilidad evitemos las cortinas de humo que generan desestabilidad social.
Deja un comentario