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La transformación de Trent Alexander-Arnold en centrocampista ha permitido que el Liverpool descubra al próximo dueño de la banda derecha de Anfield: Conor Bradley, un chico de 20 años que este miércoles desarmó al triste Chelsea y propició la goleada de los de Jürgen Klopp con un gol y un asistencia (4-1).
Bradley, en apenas su segundo partido en Premier y el primero en Anfield, se destapó con un golazo desde el carril derecho y una asistencia magnífica en el gol de Dominik Szoboszlai y confirmó que, pese a Alexander-Arnold ocupa ahora otras tareas, el lateral está a buen recaudo.
Antes de la exhibición de Bradley, Diogo Jota, que nunca falla en esta clase de partidos y aprovecha hasta la más mínima oportunidad, dejó en evidencia la defensa del Chelsea al marcharse por obcecación y perseverancia de Thiago Silva y Benoit Badiashile en el balcón del área. Sin que ninguno de los dos le entrara, Jota marcó a placer ante Djordje Petrovic.
Bradley volvió a despegar por el lateral y esta vez puso un centro templado para que Szoboszlai cabeceara a gol.
La goleada y la entrada de Christopher Nkunku, mandando a la basura el plan de Pochettino de jugar con Cole Palmer como 9, impulsó al Chelsea, que recortó distancias por medio del francés.
Cuando mejor estaba el Chelsea, Darwin ganó por cuerpo a Badiashile y le sirvió el cuarto a Luis Díaz, para dar carpetazo a un encuentro que muestra, una vez más, la enorme diferencia entre el equipo de Pochettino y los mejores de la Premier.