El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) promueve la implementación de medidas y acciones para garantizar un uso sostenible del agua, lo cual se enmarca al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible No. 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030, informó la entidad en el marco del Día Mundial del Agua.
“Hoy insto a la población guatemalteca a hacer un uso racional de este vital líquido, ya que es un recurso limitado para muchos. Asimismo, recordar que, conservando las áreas protegidas éstas seguirán contribuyendo a mantener el equilibrio del ciclo del agua, así como mejorar la salud de la población y sus medios de vida”, dijo elSecretario Ejecutivo del CONAP, Abraham Estrada.
El Día Mundial del Agua 2020 se centra en el agua y el cambio climático. La campaña pone de manifiesto que, en función del uso que hagamos del agua, podemos reducir eventos extremos, como inundaciones y sequías, luchar contra la escasez de ese recurso y su contaminación, y ayudar al mismo tiempo a combatir el cambio climático.
De acuerdo con las autoridades de Conap, las áreas protegidas son el principal mecanismo para la conservación de los ecosistemas naturales en Guatemala, así como de los bienes y servicios primordiales como el agua.
El Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP) abarca aproximadamente el 31% de la superficie terrestre del país y mantiene más del 50% de toda el área boscosa de Guatemala, contribuyendo así al mantenimiento de importantes sitios de recarga hídrica.
Entre los sitios se encuentra la Reserva de Biosfera Sierra de Las Minas, la Cadena Volcánica, la Reserva Protectora de Manantiales Cerro San Gil, la Reserva Forestal Protectora de Manantiales Cerro Alux, entre otras áreas protegidas, las cuáles aportan al suministro de agua a millones de guatemaltecos, informó el Conap por medio de un comunicado.
Otro ejemplo son los humedales, ya que son fuente de abastecimiento de agua para consumo humano, agrícola, pecuario, energético, industrial y hábitat de la vida silvestre; asimismo por su alta productividad y biodiversidad contribuyen en forma significativa a la economía nacional, a través del desarrollo de actividades pesqueras, producción acuícola y aprovechamiento de los sitios como escenarios de recreación y turismo.