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a Conquista de los señoríos Kaqchikeles: Vísperas, sucesos y resistencia.Fue uno de los temas dentro de la dinámica del conversatorio a cinco siglos de la conquista organizado por la Universidad del Valle y la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. La ponencia, a
cargo de Edvin Quisquinay Alcor y Johann Melchor Toledo.
Para el siglo XV los señoríos indígenas en el centro de la actual república de Guatemala estaban pasando por una crisis política y expansión territorial. Un caso específico fue la nación kaqchikel de Iximché que durante su apogeo político como reino tuvo a bien sufrir un cisma que provocó la ruptura de dicha región. Esta separación fue provocada por un grupo rebelde de kaqchikeles que se sublevaron contra sus reyes. Consecuencia de ello fue crear una confederación que se denominó Chajomá. Al fundarse esta, los habitantes eligieron un nuevo rey que los gobernara, cuyo título fue de Achicalel y puso por sede su reino en un paraje llamado Yampuc, que luego fue conocido como Jilotepeque Viejo o Chuwa’ Nim Abaj.
El sistema de gobierno fue similar al de los k’iche’s, etnia rival de los kaqchikeles de Iximché. Poco duró la independencia de los chajomás, pues a finales del siglo XV nuevamente los de Iximché la reconquistaron. Durante el proceso de conquista y posterior dominación hispánica, los chajomás vieron un momento de alianza con aquellos, pues los últimos estaban cansados de los vejámenes que les hacían los de Iximché.
Los indígenas del valle de Sacatepéquez se unieron a los castellanos para derrotar a los de Iximché. Pero luego esa alianza se rompió a raíz de la traición hecha por los conquistadores a los chajomás y provocó una sangrienta lucha, en donde los odios y rencores que tuvieron inmediato al cisma del siglo XV acabaron y los dos grupos kaqchikeles se unieron para defender con valerosidad a su gente y su nación.
Mientras se llevaba a cabo la conquista las epidemias golpearon fuertemente a la población kaqchikel. Las cosechas no se recogieron en 1524 y no hubo muchos alimentos, por lo que la población se vio afectada. Las consecuencias de la conquista se manifestaron profundamente en el pueblo kaqchikel.
El conversatorio se nutrió con la ponencia presentada por Ruud van Akkeren, La conquista menos conocida. En el inicio de este milenio Florine Asselbergs, etnohistoriadora de la Universidad de Leiden (Países Bajos), descubrió que un lienzo, hasta ahora algo anónimo, era, efectivamente, un mapa geográfico de Guatemala que representó una narración de la conquista.
Fue una obra de autores quauhquecholtecas de Puebla (México) que habían llegado junto a Jorge de Alvarado, hermano de Pedro. La obra se conoce como el Lienzo de Quauhquechollan. Asselbergs lo publicó en 2004; su estudio en el libro Conquered Conquistadors. En 2007 se realizaron en una serie de talleres para maestros sobre este lienzo y el tema de la conquista en diversos pueblos guatemaltecos.
El proyecto incluyó material didáctico y el libro La visión indígena de la conquista. Asselbergs era más especializada en los documentos pictográficos mexicanos. Una vez que se dio cuenta de la importancia del lienzo, buscó mi ayuda (Akkeren) como etnohistoriador de Guatemala. Juntos pasamos muchas horas descifrándolo. Fue particularmente satisfactorio cuando logré identificar el área de Rabinal; aparecen otras escenas de conquista en la Verapaz en el lienzo, en las que deben haber participado los guerreros quauhquecholtecas.
El enfoque de la conquista generalmente está en la planicie de Quetzaltenango, donde el héroe Tecum encontró su ocaso, pero el lienzo cuenta historias adicionales. En esta presentación se tocaron algunos temas menos conocidos, como la primera entrada de los castellanos en el área de Cobán, aparentemente incentivado por el hallazgo de minas de oro, la frustrada fundación de un asentamiento llamado San Jorge y, la entrada en 1525 de Hernán Cortés en el área del Polochic.
