Comunícate con nosotros al 1590

Revista Viernes

Cédula de Vecindad, el extinto documento de identidad

Publicado

-

EL 23 de agosto de 2013 perdió vigencia como cartilla legal

El documento precursor del DPI fue la Cédula de Vecindad. Es interesante el hecho de que se sabe con exactitud a quién se le extendió la primera cédula y la fecha en que se hizo: el 30 de diciembre de 1931, al ciudadano Jorge Ubico Castañeda.


Esto significa que el presidente tenía 41 años de edad y para el 30 de diciembre del citado año llevaba 10 meses en el poder. Llegó en febrero de 1931.


Antes de esa época, la única identificación de los habitantes eran los documentos originados en los registros de la Iglesia católica, que indicaban la fecha de nacimiento y de bautizo.


La puesta en vigencia de la Cédula de Vecindad, se constituyó en la prueba de la existencia jurídica de un ciudadano. Era por sí mismo una joya del arte de imprimir.


En la carátula figuraba el emblema de la municipalidad del departamento respectivo. En la contraportada, el escudo de Guatemala y la indicación: “Las Cédulas de Vecindad solamente podrá imprimirlas y venderlas la Tipografía Nacional únicamente a las alcaldías municipales”. En el interior aparecía una fotografía del titular y su huella digital. Cada departamento tenía un número de dos dígitos. El de Guatemala era 01. A cada persona se le asignaba un número.


Se indicaba allí la residencia del portador, los nombres de los padres, el color de la tez y el del cabello. Además de la fecha de emisión de la primera cédula y los datos de la partida de nacimiento. Aparecían también la firma del alcalde y de dos vecinos idóneos.


Se imprimía en papel especial, pero aún así, estaba expuesta al deterioro.


Con el surgimiento de la digitalización de la imagen y del texto, se encontró conveniente sustituirla por un documento que contuviera un chip y se plasmaran los datos personales.


El DPI, la acreditación de la identidad personal


“El DPI es una tarjeta de policarbonato cuyo chip incorpora información biográfica y biométrica”, explica la comunicadora del Registro Nacional de las Personas (Renap), Catherin García.


“Es un documento público, personal, intransferible y de carácter oficial que hace más segura la identidad de los guatemaltecos”, agrega García.


Conforme a la ley, el DPI está impreso en forma horizontal y contiene toda la información pertinente del titular. Tiene una zona de lectura visual identificada por sus siglas en inglés MRZ, en el reverso.


Asimismo tres niveles de medidas de seguridad: el primero consiste en los datos visibles sin necesidad de herramientas. El nivel dos en los datos que requieren revisión con equipo simple.


Finalmente, en el nivel tres, se requiere equipo especial para proveer la exacta autenticación de la tarjeta.
Todo guatemalteco, cuando cumple 18 años de edad, adquiere la calidad de ciudadano, condición que se acredita con el Documento de Identificación Personal (DPI).


La portación del documento le confiere la capacidad para realizar todos los actos civiles administrativos y jurídicos, garantizados por la Constitución Política de Guatemala, como tener bienes, formar una familia o aspirar a cargos públicos.


Es indispensable para realizar los trámites requeridos en obtención de pasaporte, instrumento esencial para movilizarse hacia otros países.


“El DPI es el único documento de identificación reconocido por el Estado de Guatemala”, dice
García.


En él está contenida información esencial, como el Código Único de Identificación (CUI) que se le ha asignado, nombres y apellidos, sexo, lugar y fecha de nacimiento, estado civil y su firma. Se agrega una fotografía del titular.


El CUI constituye la base sobre la cual la sociedad y el Estado identifican a un ciudadano. Es adoptado en forma obligatoria por las dependencias del Estado en todos los casos en que haya obligación de llevar un registro.


Este número debe figurar en los registros públicos de los sistemas de identificación.


De acuerdo con el Renap, responsable de extenderlo, el DPI tiene una vigencia de diez años, “toda vez su titular no presente modificaciones en su estado civil, capacidad civil, cambio de nombre o altere sustancialmente su apariencia por accidente u otras causas”.


La institución mantiene estrictos controles de seguridad para la custodia y resguardo de los datos generales de los guatemaltecos.Realiza procedimientos para validar la identidad de cada persona, por medio de verificaciones que inicia con la huella dactilar y rasgos faciales.


Los primeros DPI fueron entregados el 23 de mayo de 2009, en Tiquisate, municipio de Escuintla. Al finalizar ese año se habían impreso 700 mil documentos.

¿Cuáles eran los registros de la Cédula de
Vecindad?

Guatemala: A-1
Sacatepéquez: B-2
Chimaltenango: C-3
El Progreso: D-4
Escuintla: E-5
Santa Rosa: F-6
Sololá: G-7
Totonicapán: H-8
Quetzaltenango: I-9
Suchitepéquez: J-10
Retalhuleu: K-11
San Marcos: L-12
Huehuetenango: M-13
Quiché: N-14
Baja Verapaz: Ñ-15
Alta Verapaz: O-16
Petén: P-17
Izabal: Q-18
Zacapa: R-19
Chiquimula: S-20
Jalapa: T-21
Jutiapa: U-22

El Renap tiene en su poder 137 mil 377 DPI, que los usuarios no han recogido, en las 340 oficinas que se ubican en todo el país.

Adolfo Blanco, Mariano Macz Fotógrafo: Mario León
Seguir leyendo

Revista Viernes

Guardián de lostejidos artesanales

Publicado

-

El Museo Ixchel del Traje Indígena narra la historia ancestral entre la artesanía y la cultura

Un recorrido por la creatividad, color y tradición de los textiles se respira en el Museo Ixchel del Traje Indígena. Por todo el recinto se observan vestimentas de uso cotidiano o ceremonial.


Violeta Gutiérrez, directora técnica y curadora, explicó durante un recorrido su experiencia de los años que ha laborado en la institución. “Mi memoria nunca me alcanzaría para recordar todo, pero siempre hay detalles específicos que señalo; por ejemplo, este tocado es símbolo de belleza y jerarquía”, explicó. Asimismo, expuso en cada sala su contenido, los materiales que se usaron para la confección de las prendas como los tintes naturales, seda, lana y cómo el instrumento predilecto de la época prehispánica era el telar de cintura que se conserva aún, a pesar de la influencia de las máquinas industriales o
computarizadas.


Gutiérrez mostró la evolución de la vestimenta maya en las comunidades de los departamentos. En las vitrinas se observan algunas que en cada década van cambiando en textura, tonos y figuras. Otro de los detalles interesantes que mencionó es que los lienzos tienen olor a humo y es porque por lo regular las mujeres tejen en la cocina.


Historia desde 1973


En la década de los años setenta se fundó el museo que colecciona, conserva, documenta, rescata, exhibe y educa sobre el patrimonio textil indígena guatemalteco. Desde 1993 se construyó un edificio que está en el campus de la Universidad Francisco Marroquín, diseñado por los arquitectos guatemaltecos Víctor Cohen, Augusto de León, Peter Giesemann, Adolfo Lau y Guillermo Pemueller. En el friso se aprecia el rupan, un diseño tejido en los huipiles de San Juan Comalapa, Chimaltenango.


Guarda una colección de textiles de los siglos XIX, XX y XXI, cerámicas, joyas y libros.


Son 8 mil originales de 147 municipios, 34 aldeas y 181 comunidades. El equipo también documenta, estudia, cuida y conserva las piezas que incluyen muestras ejemplares de las comunidades indígenas con vestiduras ceremoniales para hombres y mujeres.


Parte significativa de la recopilación se debe a donaciones recibidas durante más de 40 años. Aumenta anualmente para reflejar la constante evolución y cambio de los diseños y textiles. “Esto es para enfrentar las necesidades de quienes los utilizan y su creciente demanda mundial”, cita la información de la pinacoteca.


Hay variedad de prendas de uso cotidiano y ceremonial: huipiles o blusas, sobrehuipiles, cortes o faldas; su’t o paños destinados a diferentes propósitos, perrajes o rebozos, cintas y tocoyales para la cabeza, velos, pañuelos, ponchos, ponchitos, rodilleras, jergas, sacos, cotones, capixayes, sobrepantalones, pantalones, camisas, fajas, servilletas, manteles, pañitos ceremoniales, entre otros.
De igual forma se aprecian accesorios, sombreros, listones, collares, chachales, aretes, anillos, morrales de algodón, lana y henequén, sandalias y más.


Son de interés las usadas para adornar a las esculturas de los santos, como las bandas, otras parecidas a mangas sin puños para tapar los brazos, de manera que al ponerlas junto al manto de la imagen pareciera que esta portara una camisa; así como los huipiles que se usaban para vestir las efigies de las vírgenes.


Colección
Olga de Geng


La colección completa de huipiles en miniatura consta de 112 réplicas de ejemplares de uso diario y ceremonial. Proceden de 82 municipios del Altiplano, cuyos usuarios pertenecen a 13 grupos lingüísticos.
La autora los bordó entre 1980 y 1985, copió exactamente los diseños, colores y formas de ropas auténticas.  


Olga Arriola de Geng investigó durante muchos años la indumentaria maya y publicó dos obras sobre el tema: Los Tejedores en Guatemala y la Influencia Española en el Traje Indígena y Técnicas de Bordados en los Trajes Indígenas de Guatemala.


Exposición permanente


Se observa la evolución de la tradición textil de Guatemala desde tiempos prehispánicos hasta el presente. Son cuatro salas donde se conocen los orígenes, variaciones y continuidades que ha experimentado a lo largo del tiempo el traje, mismo los instrumentos de tejido, los materiales y las técnicas.


Exposición temporal


Su fin es destacar dimensiones y rasgos propios de la tradición textil guatemalteca, así como difundir la colección del museo y la riqueza cultural, técnica y estética que encierra. Investigaciones realizadas con el propósito de sustentar los guiones museográficos, enriquecen la documentación y la colección textil.

Visitas guiadas

Educación Ixchel ofrece una visita guiada por las diferentes salas de exposiciones permanentes y temporales cuyo objetivo es el aprendizaje en torno a la tradición textil de esta ancestral cultura. Este incluye una guía por todas las salas de exhibición y la presentación del video Indumentaria maya de Guatemala y para los estudiantes de primera el video animado de Tradición textil de Guatemala. Al final se imparte un taller sobre diferentes técnicas textiles.
Si desea más información escriba a [email protected] o al teléfono 2331-3739.

Marisol Vásquez Fotógrafo: Cecilia Vicente
Seguir leyendo

Revista Viernes

Alimentos que relatan una historia

Publicado

-

El cacao, el tamal de carne y la piedra de moler son parte de la arqueogastronomía que fusiona el mundo antiguo con el presente

Se ha preguntado los orígenes de algunas recetas, de sus métodos de preparación, utensilios o ¿cuánto ha evolucionado desde hace más de tres siglos el tamal de carne? ¿Qué dicen las vasijas sobre lo que consumían antes los antepasados o cómo lo preparaban? Una combinación de disciplinas despeja las dudas sobre estas interrogantes.


Arqueogastronomía es un término emergente en Latinoamérica, estudia la alimentación en el mundo antiguo, a través de la historia y la arqueología. De acuerdo a la página web kuanum se centra en aprender las formas de transformar los alimentos desde los tiempos más antiguos hasta la actualidad. “Los rastros que quedan en las vajillas, en los desperdicios o incluso en los depósitos de las letrinas, es decir, los váteres de los antepasados romanos, nos ayuda a saber qué se comía en el pasado y cómo se hacía”, cita.


María Regina Moraga domina el tema de los alimentos y la arqueología porque estudió profesionalmente ambas. Es arqueóloga y chef guatemalteca, pionera en el desarrollo de la propuesta teórico metodológica de arqueogastronomía, que estudia la relación entre la comida y las culturas mesoamericanas. Aún se considera un concepto nuevo, el cual se diferencia de la historia de la gastronomía porque aplica los conocimientos obtenidos a partir de las técnicas propias de la ciencia.


“El término es nuevo para América Latina, lo pensé sin saber si existía y luego averigüé en Internet, porque mi intención era algo que nos identificara como guatemaltecos”, expresó la profesional. Indicó que en México, por ejemplo, se trabaja mucho la antropología de la alimentación y aquí es diferente; además, encontró que esta práctica la usaban en Italia y España. “Ellos la utilizan para propiciar el turismo arqueológico”, aseveró.


Moraga ha impartido cursos en universidades, charlas, conferencias, para brindar una visión integral de la alimentación que pasa por diferentes períodos de la historia en Guatemala, prehispánico, hispánico, al explorar técnicas de investigación como el análisis e interpretación que permiten hacer sobre los restos arqueológicos y la reconstrucción a través de inferencias de las preparaciones, los métodos, utensilios que se usaron hasta la actualidad. De cómo cada coyuntura afectó el modo de hacerlos y también las implicaciones en la cosmovisión. Empezó con gastronomía mesoamericana, pero como investigadora continuó sus estudios porque, como bien enfatiza, no se puede desligar la gastronomía de la identidad del país.


“Todo se refleja en el sabor de la comida y su idioma, que nos identifican que somos del mismo país. Ahí me doy cuenta de que faltaba un término para unificar ambas disciplinas”, mencionó. También recalcó que la arqueología va a brindar esa historia evolutiva de los procesos gastronómicos para entender cómo es la de hoy. Reconstruir la historia culinaria de Guatemala por medio de la evidencia que proporciona la arqueología desde la perspectiva de la interpretación y aplicación de la cocina.

Algunos datos de la experta

La gastronomía petenera es diferente, porque está más relacionada con la península yucateca y Belice.
No hay receta maya, enfatizó la arqueóloga, pues en ningún dintel o vaso aparece una descripción estandarizada del proceso. A su consideración, no existen las recetas mayas, tampoco definirla como comida típica: “Nuestra memoria, no alcanza para dimensionar la evolución de 500 años y cómo ha trascendido”. Ejemplifica cómo desde el siglo XVI han cambiado la preparación de los tamales en los pueblos originarios. “Es comida tradicional guatemalteca, debido a que señalarla como típica es un concepto pobre para definir algo elaborado con procesos, tradición, raíces y herencia”, declaró.
Mostró su preocupación de que los jóvenes solo ingieren comida rápida y los preparados, de perder los momentos para compartir con la familia, la identidad como célula principal de la sociedad, también la de sus comunidades.

Congreso de Gastronomía Guatemalteca

En el Tercer Congreso de Gastronomía Guatemalteca que se realizó en Tikal Futura Hotel & Convention Center, en el marco de la Feria Alimentaria 2024, se expuso sobre principales descubrimientos de la presencia del cacao en los monumentos arqueológicos de los mayas en Guatemala. La especialista durante su exhibición explicó sobre sus orígenes, las vasijas, representaciones artísticas, regiones dónde se manifestaba, rutas principales de distribución y más.
El kakaw: fruto de los dioses mayas demostró cómo este influyó en la cultura guatemalteca desde la época prehispánica hasta el presente.
El escritor colombiano Alonso Sánchez Baute explicó: “Varias investigaciones han concluido que el origen del cacao no hay que buscarlo ni en México, ni en Honduras, ni en Guatemala, sino aquí, en Suramérica”.
De cómo el simbolismo y mitología: el significado espiritual del cacao para los mayas y otras culturas mesoamericanas, de su asociación con dioses y rituales. “Era muy preciado en la cultura maya donde se asociaba con el simbolismo del inframundo por necesitar la sombra del cacahuananche para crecer”, expresó Tomás Pérez Suárez, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas del Centro de Estudios Mayas.
Dentro de los elementos y métodos que han trascendido se incluye la piedra de moler, así como las técnicas y los métodos artesanales y de raíces ancestrales, como calentar esta herramienta al momento de trabajar. También conservar mezclas clásicas, como atol de masa y cacao (chilate), mezclas de achiote, pinol con achiote y otras.

Marisol Vásquez Fotógrafo: Norvin Mendoza
Seguir leyendo

Revista Viernes

La insólita historiadel Himno Nacional

Publicado

-

Carente de autor, cambio de letra, elogios, conspiraciones y más, han pasado en las crónicas de la realización del canto patrio

“¿Qué es un himno? una canción que condensa, libre y fiera, el amor, el alma entera de un pueblo, de una nación; es justicia, es redención, cuando canta la igualdad; es viento de tempestad en que los héroes se encienden cuando iracundos defienden su tierra y libertad”, se leyó en el estreno del Himno Nacional de Guatemala, el 14 de marzo de 1897, en el desaparecido teatro Colón.


Este no tenía las mismas estrofas que hoy en día se entonan, y para lograr tener un himno propio se recorrió un largo camino que tuvo cambios en dos siglos diferentes.


El inicio de la historia


El 24 de julio de 1896, se publicó un acuerdo para convocar a un concurso literario y musical: “Considerando: que se carece en Guatemala de un himno nacional, pues el que hasta hoy se conoce con ese nombre, no solo adolece de notables defectos, sino que ha sido declarado oficialmente como tal; y que es conveniente dotar al país de un himno que por su letra y música responda a los elevados fines que en todo pueblo culto presta esa clase de composiciones; El presidente de la República acuerda: 1º.- Se convoca un concurso para premiar en público certamen el mejor himno nacional que se escriba y la mejor música que a él se adapte. Para el efecto, el plazo para la presentación de las obras al ministerio de instrucción pública, en pliego cerrado y con la contraseña que en tales casos se estila, terminará el día 15 de octubre próximo. Un jurado compuesto de personas competentes calificará las obras presentadas, en los quince días siguientes a la citada fecha; y designada que sea la que definitivamente deba adoptarse como himno nacional, se hará circular impresa, a fin de que sea conocida por los filarmónicos que quieran tomar parte en el concurso musical. Este se cerrará el 1º. De febrero de 1897, y otro jurado de iguales condiciones que el anterior, calificará las obras y designará la que merezca el premio. 2º.- El premio consistirá en una medalla de oro con su correspondiente diploma para los autores de la letra y música que fueren designados por los jurados respectivos, premios que se adjudicarán de una manera solemne y en la forma que se establezca, el día 15 de marzo de 1897, día en que se romperán las plicas que contengan las firmas de los concurrentes. 3º.- En este concurso sólo podrán tomar parte los guatemaltecos. -Comuníquese. Reina Barrios”.


Entre los trabajos presentados no hubo alguno que fuese de aceptación, y el que resultó ganador fue un texto con firma anónima: “a nuestro juicio, el himno que empieza con las palabras <> y lleva al pie la de <>, entre paréntesis es el que mejor responde a las condiciones de la convocatoria”, firmó el jurado calificador, del cual era miembro José Joaquín Palma.


Y fue así como el 28 de octubre de 1896 se publicó el Acuerdo Gubernativo con el texto ganador del himno nacional y, posteriormente, el 19 de febrero de 1897 el que daba por ganador a don Rafael Álvarez, quien tuvo calificación preferente para musicalizar la letra antes presentada.


Polémico anonimato


Desde que se anunció que el poema ganador era anónimo hubo varias teorías para dar con el autor. Uno de ellos fue Manuel Cabral, quien al momento de que José Joaquín Palma confesó su autoría, expuso: “Juré a mi amigo el poeta Palma, que jamás, por ningún motivo ni circunstancia, faltaría a la promesa de guardar el incógnito sobre la paternidad del poema del himno nacional. Ahora que él mismo ha tenido a bien darse a conocer como el autor, no me queda más que pedirle mil perdones por haber cargado temporal e involuntariamente con sus laureles, sin sospechar nunca que esta actitud hidalga y honrada me acarrearía tantas amarguras y desazones en los últimos días de mi vida”.


Es de suponerse que Palma recibió grandes halagos y el reconocimiento no solo por escribir el poema, sino por todo el cariño que mostró al país. El 23 de julio de 1911, Palma yacía enfermo y se organizó un homenaje de la prensa de Guatemala hacia el poeta, este se realizó en el foyer del desaparecido teatro Colón. Y finalmente falleció el 2 de agosto del mismo año.


Las variantes


El 26 de julio de 1934 se divulga un nuevo Acuerdo Gubernativo en el que se aprobaron las reformas al símbolo patrio. Este trabajo fue realizado por el gramático, académico y filólogo José María Bonilla Ruano y su finalidad fue de que la letra representara mejor a los guatemaltecos.


Recientemente el Ministerio de Cultura y Deportes lanzó el libro Anotaciones Críticodidácticas sobre el poema del himno nacional de Guatemala, escrito realizado por Bonilla Ruano en 1934 cuando se trabajaron las variantes, en este se ubica toda la historia, datos, consideraciones y conceptos que usó para realizar las modificaciones, también un himnario universal y en el cierre el himno nacional en los idiomas q’eqhi’, k’iche’, garífuna y kaqchikel.


Desde 1935, fecha en que se publicó, no se había impreso una segunda edición hasta que ahora, 89 años después “vuelve a ver la luz para continuar ilustrando a los interesados en conocer cercanamente la necesidad de estas reformas”, se indica en el texto.


Notas de prensa


Luego de las enmiendas a la letra del canto patrio, varios medios nacionales y extra

njeros se pronunciaron, la mayoría elogiando el trabajo realizado por José María Bonilla Ruano. “Todo hombre culto aplaudirá el cambio que se ha hecho en algunas palabras del himno nacional de Guatemala. La forma anterior se escribió en la atmósfera turbulenta de la reforma, y, como era natural en tales circunstancias, se le dio voz poética a los sentimientos agitados del momento; hecho que dio por resultado que el himno fuera propio únicamente para aquellos que simpatizan tanto con las matanzas, la destrucción y ‘chocar el acero vibrante’”, refería la página editorial de El Mensajero en agosto de 1934.

Los cambios en el himno nacional

Antes
¡Guatemala feliz!… ya tus aras
No ensangrientan feroz el verdugo
Ni hay cobardes que laman el yugo
Ni tiranos que escupan tu faz

Ahora
¡Guatemala feliz!… que tus aras
No profane jamás el verdugo
Ni haya esclavos que laman el yugo
Ni tiranos que escupan tu faz

Antes
Si mañana tu suelo sagrado
Lo profana invasión extranjera
Tinta en sangre tu hermosa bandera
De mortaja al audaz servirá

Ahora
Si mañana tu suelo sagrado
Lo amenza invasión extranjera
Libre al viento tu hermosa bandera
A vencer o a morir llamará

Antes
Te arrancaron del potro sangriento
Y te alzaron un trono de amor

Ahora
Y lograron sin choque sangriento
Colocarte en un trono de amor

Antes
Es tu enseña pedazo de cielo
Entre nubes de nítida albura
¡ay de aquel que con mano perjura
Sus colores se atreva a manchar!
Ahora
Es tu enseña pedazo de cielo
En que prende una nube su albura
¡ay de aquel que con ciega locura
Sus colores pretenda manchar!

Antes
Que tus hijos valientes y altivos
Ven con gozo en la ruda pelea
El torrente de sangre que humea
Del acero al vibrante chocar

Ahora
Pues tus hijos valientes y altivos
Que veneran la paz cual presea
Nunca esquivan la ruda pelea
Si defienden su tierra y su hogar

Katheryn Ibarra Fotógrafo: Mariano Macz
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Magaly Alvarado

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.