Revista Viernes
Casi el paraíso
Sinopsis
Al llegar a México, el conde italiano Ugo Conti (Andrea Arcangeli) supo que había encontrado el paraíso: un lugar donde la alta sociedad mexicana se rindió a los pies del joven aristócrata. Alonso Rondia (Miguel Rodarte), —político con sueños de grandeza— ve en Conti su pasaporte al poder ofreciéndole lujos, dinero ilimitado y el corazón de su hija Teresa (Karol Sevilla). Mientras el conde aprovecha su relación con Alonso, se reencontrará con Frida Becker (Esmeralda Pimentel), el amor de su vida, y la única persona que conoce toda la verdad sobre el oscuro pasado que lo persigue.
Género: Comedia- drama
Duración: 113 minutos
Revista Viernes
Libros, viandas y amistades de Miguel Ángel Asturias
A lo largo de los años de su prolífica carrera, sostuvo tertulias literarias con destacados personajes mundiales del siglo pasado
Fotos: Pablo Bejarano, Grupo de Miguel Ángel Asturias, Teatro Lux y Flickr
El premiado escritor Miguel Ángel Asturias, aparte de su magnífica pluma, locución, periodismo y otros oficios, era un entrañable amigo. Convivió e intercambió opiniones con reconocidos literatos y artistas del siglo XX.
Asturias le afirmó al novelista, poeta, cuentista y ensayista español, Camilo José Cela, que recreaba la magia que proviene del Popol Vuh.
En la entrevista que le realizó Cela a Asturias, en 1971, el escritor le comentó al gallego: “En la biblia maya quiché se dice que la primera preocupación de los dioses fue la creación de los artistas: los bailarines, los flautistas, los acróbatas y los poetas. Lancé la teoría de que los dioses mayas, como seres todopoderosos, se aburrían de todo, se hastiaban, y para salir del hastío y del aburrimiento, inventaron una materia mágica: la palabra”, aseveró.
Pablo Neruda, una suerte de hermanos
Los unían su camaradería, afinidades políticas, exilios y viajes. Fueron grandes amigos muchos años y también galardonados con el Premio Nobel de Literatura; Asturias, en 1967, y Neruda, en 1971. Asimismo, trabajaron en un libro en conjunto titulado Comiendo en Hungría, publicado en 1969.
El escritor Dante Liano en su blog describe que concibieron, para apodarse, una acertada y pésima palabra: Chompipones. “El carnavalesco sobrenombre significa pavo, en Centroamérica, y se explica solo por su origen onomatopéyico. Puedo imaginar que quien primero bautizó al otro fue Asturias, porque los guatemaltecos suelen apodar con ingenio a sus víctimas”, explicó. El literato guatemalteco organizó veladas, cenas, encuentros y viajes a la provincia guatemalteca, de modo que el poeta chileno quedó encantado.
Con Mario Moreno, Cantinflas, se unió la actuación y las letras
En un histórico encuentro, el autor de El señor presidente compartió momentos memorables con el actor y comediante mexicano, Cantinflas. Dos íconos del arte y la cultura, quienes dejaron una huella imborrable en la historia no solo de sus países, sino también del mundo.
“El lenguaje de Cantinflas arroja sobre las cosas que están viendo en la escena, cosas y hombres, una polvareda que los esfuma, los deshace, los hace aparecer otros. Una virtud tremenda. Y no tanto, como diría él, porque en medio de la borrasca verbal, brilla el sentido común, el sentido del hombre de la calle para juzgar las situaciones, para atacar, para defenderse”, escribió Asturias en El Imparcial, el 8 de junio de 1946.
Su encuentro con genios de la literatura, cinematografía y pintura
En una columna publicada en 2020, la escritora española Selena Millares detalló que durante la primera parte del siglo pasado, Asturias conoció las nuevas tendencias estéticas y a algunos de sus artífices como Luis Buñel, André Breton, Pablo Picasso y otros. También entabló amistad con los muralistas Rina Lazo, Diego Rivera y Frida Kahlo, que compartían lo artístico, sus ideales y la crítica social.
Revista Viernes
EL TILO
Luis Mateo Díez (España, 1942)
Un hombre llamado Mortal vino a la aldea de Cimares y le dijo al primer niño que encontró: avisa al viejo más viejo de la aldea, dile que hay un forastero que necesita hablar urgentemente con él.
Corrió el niño a casa del Viejo Arcino que, como bien sabía todo el mundo en Cimares, tenía más edad que nadie.
Hay un forastero que le quiere hablar con mucha urgencia, dijo el niño al Viejo.
Las prisas del que las tiene suyas son, la edad que yo tengo me la gané viviendo con calma, si quiere esperar que espere.
El hombre daba vueltas alrededor de un tilo muy grande que había en la entrada del pueblo. Cuando volvió el niño y le dijo lo que le había comentado el Viejo Arcino, estaba muy nervioso.
Es poco el tiempo que queda, musitó contrariado, una docena más de vueltas al árbol y termina el plazo.
El niño le miraba aturdido, el hombre le acarició la cabeza: lo que menos vale de la edad de un hombre es la infancia, dijo, porque es lo que primero acaba. Luego viene la juventud, siguió diciendo mientras volvía a dar vueltas, y nada hay más vano que las ilusiones que en ella se fraguan. El hombre maduro empieza a sospechar que al hacerse más sabio, más se acerca a la muerte, entendiendo que la muerte sabe más que nadie y siempre sale ganando. De la vejez nada puedo decir que no se sepa.
El Viejo Arcino llegó cuando el hombre estaba a punto de dar la docena de vueltas.
¿Se puede saber lo que usted desea, y cuál es la razón de tanta prisa?…, le requirió.
Soy Mortal, dijo el hombre, apoyándose exhausto en el tronco del tilo.
Todos los somos, dijo el Viejo Arcino. Mortal no es un nombre, Mortal es una condición.
¿Y aun así, aunque de una condición se trate, sería usted capaz de abrazarme?…, inquirió el hombre.
Prefiero besar a ese niño que darle un abrazo a un forastero, pero si de esa manera queda tranquilo, no me negaré. No es raro que llamándose de ese modo ande por el mundo como alma en pena.
Se abrazaron bajo el tilo.
Mortal de muerte y mortandad, musitó el hombre al oído del Viejo Arcino. El que no lo entiende de esta manera lleva las de perder. La encomienda que traigo no es otra que la que mi nombre indica. No hay más plazo, la edad está reñida con la eternidad.
¿Tanta prisa tenías…? inquirió el Viejo, sintiendo que la vida se le iba por los brazos y las manos, de modo que el hombre apenas podía sujetarlo.
No te quejes que son pocos los que viven tanto.
No me quejo de que hayas venido por mí, me conduelo del engaño con que lo hiciste, y de ver asustado a ese pobre niño…
Composiciones para los más pequeños
Aurora, poemas infantiles fue elaborado por la profesora Marina Emperatriz Camey Amézquita, quien nació en Totonicapán. En el prólogo, del también poeta Luis Alfredo Arango Enríquez, explica que la autora realizó paciente y amorosamente los textos del libro. “Los habrá escrito, supongo, pensando en sus esforzados años de ejercicio docente, cuando pudo constatar la penosa escasez de libros para que los niños se acerquen a esa puerta mágica del alma, que es la poesía; quien no aprende a disfrutarla pierde una fuente de hondura espiritual y es como un ser mutilado que no crece”. Consta de más de 30 poemas dedicados a diversos temas. Su valor es de 35 quetzales, a la venta en el edificio de la Tipografía Nacional de Guatemala.
Versos infantiles expresados en poesía
En Girasol Poemario Infantil, de Otto Melgar, introduce al pequeño lector en el mágico mundo de la palabra, que invita a expresar y sentir emociones de momentos en la niñez hasta la adolescencia.
Acercarse a la poesía para niños es comenzar a arar el camino de la sensibilidad y del goce estético que produce la palabra escrita en el infante.
Ojalá este libro sirva como un instrumento de preparación e introducción en los primeros pasos de apreciación estética de la prosa, obra que viene a aportar su grano de arena a la escasa producción literaria infantil que existe en Guatemala. Este poemario tiene un valor de 15 quetzales, y está a la venta en el edificio de la Tipografía Nacional de Guatemala.
Revista Viernes
Una mujer con ideales de igualdad social
Ilustración: Sergio Espada
María Cristina Vilanova Castro de Árbenz nació el 17 de abril de 1915 en El Salvador. Su padre fue José Antonio Vilanova Kreitz, salvadoreño, y su madre María Dolores Castro Arrechea, guatemalteca. Estudió en un colegio religioso en Estados Unidos, y fue allí donde aprendió inglés, alemán y ruso. Conoció a Jacobo Árbenz en un baile de la feria ubiquista. Ambos tenían ideales en común, ya que el padre de Vilanova estuvo involucrado en las masacres de 1932 y ese hecho fue detonante para que en ella despertara un espíritu revolucionario.
Se casó con Jacobo Árbenz el 14 de marzo de 1939, en la Catedral Metropolitana. En 1951, Árbenz asume el poder como presidente de la República y Vilanova se convierte en primera dama de la nación, promoviendo la organización social de jóvenes y mujeres. También fomentó la creación de guarderías para madres solteras, hospitales y empleos para madres.
Vilanova de Árbenz falleció el 5 de enero de 2009 en Heredia, Costa Rica.