Guillermo Monsanto
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Este hombre es una figura indispensable en la historia de las artes visuales de Guatemala y México del siglo XX. Como parte de la generación de 1910, Carlos Mérida pertenece al grupo de jóvenes formados por artistas mayormente europeos afincados en Guatemala y, posteriormente, de los becados que se fueron a estudiar artes al Viejo Mundo.
Entre sus compañeros destacan Rafael Rodríguez Padilla, Agustín Iriarte, Carlos Valenti y Alberto Aguilar Chacón. La I Guerra Mundial propició que ellos y otros artistas, excepto Valenti que murió en 1912, regresaran intempestivamente a Guatemala. Con ellos entra la modernidad al país. Mérida y Rafael Yela Günther expusieron su trabajo en las ciudades de Quetzaltenango y la capital.
Sin proponérselo, dieron la pauta para el inicio de las corrientes regionalistas y la exploración del paisaje rural desde otra perspectiva. El destino llevaría en 1919 a Carlos Mérida a México y poco tiempo después realizaría su primer mural al fresco. Desde ese momento, se integró al movimiento muralista Renacimiento Mexicano.
Decora en 1922 la Biblioteca Infantil de la Secretaría de Educación Pública, constituyendo este su primer mural en aquella nación. Ese mismo año cofundaría el Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores de México. Organización que años más adelante rescataría parte de sus murales de los escombros del terremoto. En 1927 viaja de nuevo a París y allí observa el nuevo rumbo que están tomando las artes.
Decora en 1922 la Biblioteca Infantil de la Secretaría de Educación Pública.
Abandona intencionalmente las expresiones relacionadas con el folklore y empieza a operar una trasformación estilística que lo va a llevar por diferentes derroteros relacionados con el arte europeo. Ese año edita el apreciado portafolio Imágenes de Guatemala. Investiga a profundidad el inframundo de las culturas mesoamericanas maya y azteca entrando en una interesante etapa abstracto surrealista.
Trabajos de dos decenios que presenta en la ENAP en la segunda mitad de la década del cuarenta y que van a influenciar a artistas como Arturo Martínez, Juan Jacobo Rodríguez o Eduardo de León, entre otros.
Poco antes de mediados de siglo realiza las enormes decoraciones de los multifamiliares Juárez y otros trabajos de integración en edificios públicos y privados en la Ciudad de México. Lamentablemente, el terremoto de 1985 acabó con los edificios de los multifamiliares y hoy los únicos vestigios de su trabajo, rescatados por el sindicato ya citado, se exhiben sobre columnas en el parque de Las Fuentes Brotantes.
En 1955/56 comienzan sus aportes murales en Guatemala. Primero, los mosaicos del vestíbulo, segundo nivel, y los laterales de las gradas de la municipalidad metropolitana. Después los 2 del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, que van a ser más figurativos que los esmaltes sobre cobre del Banco de Guatemala y el Crédito Hipotecario Nacional (estos últimos, parcialmente destruidos pero en restauración).
Continuará…