Xelajú se enchufó desde el 12 de junio con el Torneo Apertura 2017. El vaivén de futbolistas le dio un retoque, y en el capítulo nuevo pretende retomar el protagonismo, ese que lo ha llevado en 5 ocasiones a conquistar sus lunas.
Un total de 11 jugadores llegaron al equipo altense, que se ha quedado huérfano de ídolos en los tiempos recientes, pero con la metamorfosis espera volver a cosechar figuras que se echen el equipo al hombro.
En el recambio de plantilla figuran Édgar Macal, José Hidalgo, Juan Yax, Jorge Ortiz, Marcio Barbosa, Carlos Rodríguez, Brandon de León, Wilson Godoy, José Rosales, Cristian Albizures y Juan Caicedo.
Macal, brotado del futsal y con paso por Mixco y Aurora, tendrá su primera experiencia en la máxima categoría, en la cual su tarea será comandar el medio campo quetzalteco.
La creatividad, visión de juego y su buen dominio del balón en espacios reducidos lo convierten en un futbolista peligroso que buscará revolucionar el armado del estratega tico Rónald la Bala Gómez.
El jugador empezó en el balompié de 11 jugando de enganche; sin embargo, en su paso por los aurinegros lo hizo por los costados. “El profesor (Gómez) me utiliza por afuera. Trataré de hacerlo de la mejor forma posible”, dijo el habilidoso jugador.
“Xelajú es un club con mucha historia. Como siempre, daré lo mejor para que el equipo pelee por cosas grandes”, manifestó Macal.
La Bala anhela conformar una base de jugadores que lleve a los altenses de nuevo a una pelea por el cetro y demostrar por qué el nombre del equipo está asociado con la frase “el departamental más glorioso”.
Conforme avanzan las semanas, la escuadra chiva intensifica labores y realiza triple turno: comienza la jornada con trabajo físico, luego se traslada al Mario Camposeco para tener actividad con el balón y concluye en el gimnasio.