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COLUMNAS

Belice no es República

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Con la mejor de las intenciones –ninguna razón para dudarlo– continúa el Tribunal Supremo Electoral con la campaña de divulgación –mala– que finalmente ha emprendido con respecto a la Consulta Popular que será celebrada el domingo 15 de abril, procedimiento por medio del cual, el Congreso de la República, somete a la decisión de todos nosotros, del Pueblo de Guatemala, el acuerdo de someter el reclamo de nuestros derechos territorial, insulares y marítimos sobre Belice a la Corte Internacional de Justicia siendo definitivo porque si votamos que sí en la Consulta y sometemos el asunto al tribunal habremos de estar –inapelable – a lo que el tribunal decida.Fue el Tribunal Supremo Electoral quien definió la fecha de su celebración y las normas que la rigen –extremos que corresponden al estricto ámbito de su competencia– habiendo este modificado, incluso, la fecha original que había decidido, así como algunas de las normas que dispuso. Los ciudadanos que se encuentren empadronados hasta el límite de la fecha establecida serán quienes podrán votar en la Consulta.

El Tribunal Supremo Electoral –esto también estaba en el ámbito su competencia– definió cómo serán las papeletas que contendrán la única pregunta que será formulada, y claramente diferenciados el SI y el NO, las posibles respuestas. El Tribunal había cometido el gravísimo error de prohibir el uso de recursos y bienes del Estado para divulgar la Consulta ¿Si no el Estado, quién entonces?, –error que afortunadamente corrigió– pero sostuvo la prohibición de promocionar con ellos la respuesta, prohibición que es importante que sepamos entender puesto que válido es que las autoridades expliquen ampliamente, por qué llegaron al acuerdo final de someter cualquier reclamo legal, territorial, insular y marítimo que tengamos en contra de Belice a la Corte Internacional de Justicia y de someternos a la decisión que dicte.

Votaremos SI, si estamos de acuerdo en acudir a la Corte y NO, si no lo estamos. Llegar a ese momento en que decidiremos esto en la Consulta Popular, llevó muchísimo años, el acuerdo final al respecto data del 2008, habiendo tenido que ser objeto incluso de una modificación, para hacerlo posible. Es importante que todos los ciudadanos tengamos la mayor información posible sobre la importancia, el alcance y las consecuencias de nuestro voto y del resultado que llegue a producirse y, de igual forma, que comprendamos a cabalidad lo ocurrido y qué es lo que nos lleva a este reclamo. Lo que podríamos ganar si fuéramos a Corte y el tribunal nos diera la razón total o parcialmente el límite del que no puede sustraerse nuestra pretensión y el porqué de ese límite, así como lo beneficioso de terminar con la incertidumbre, independientemente del resultado y de igual forma la importancia que tiene, no sólo para nosotros, sino también para Belice.

Debemos ser informados, también, sobre las consecuencias del no y sobre las razones que puede haber para esgrimirlo. El reclamo contra Belice es exclusivamente territorial, insular y marítimo, sin que sean tema del juicio los daños y perjuicios sufridos por Guatemala por la detentación e incumplimiento habidos antes de que naciera como Estado, así como la cuantía final de los mismos, sujeta esta cuantía a la proporción en que la detentación fuere consumada tema distinto y distintas las partes. Ya hablamos en columna anterior de la indebida presentación del mapa y de ciertos matices en la divulgación, errores que no deben producirse.

Belice no es una República, siendo su Jefe de Estado la Reina Isabel II, Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte –y Reina de Belice– tratándose Belice de una monarquía parlamentaria y democrática, pero no de república alguna. De conformidad con la clausula séptima del tratado de 1859 –contraprestación del contenido de sus seis primeras cláusulas– era una de las partes la que estaba obligada a establecer la comunicación más fácil, carretera, ríos o ambas cosas a la vez, entre la ciudad de Guatemala y el lugar más conveniente de la costa del Atlántico cerca del establecimiento de Belice, cuando lo cierto es que la obligación contraída se trataba de una obligación conjunta, Guatemala –Reino Unido, en la que cada uno pondría todo su empeño. El tema no es fácil y es importante que sepamos simplificarlo para que sea comprensible para todos. Belice no es República y la cláusula séptima del tratado de 1859 dice lo que dice –suficiente– y no otra cosa.

Acisclo Valladares Molina
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COLUMNAS

Zolic, el rediseño de una marca de 51 años

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Ing. Byron Gaitán, Gerente General Zolic

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Con más de medio siglo de trayectoria la Zona Libre de Industria y Comercio Santo Tomás de Castilla (Zolic), ha experimentado una evolución sólida en la consecución de sus objetivos.

En la etapa más reciente, el compromiso de su Junta Directiva, Gerencia y Sub-Gerencia ha sido fundamental para impulsar estratégicamente la atracción de nuevas inversiones y el crecimiento económico del país. 

La institución ha sido un pilar en la historia de Guatemala, contribuyendo al desarrollo del empleo y la economía nacional. Es así como desde 2021, se estableció una estrategia de reposicionamiento de marca, destacando entre sus acciones el rediseño del logotipo, que otorga un espacio para la innovación y la evolución de la institución desde su imagen visual.

La esencia y el propósito primordial de Zolic desde su fundación en 1973 han sido la promoción de la inversión nacional y extranjera para impulsar el desarrollo, la productividad y el empleo, en línea con su Ley Constitutiva el Decreto 22-73 del Congreso de la República y sus reformas posteriores en el Decreto 30-2008.

El logotipo anterior fue utilizado como sello distintivo de la institución desde el 2012.

La historia de la institución se entrelaza con la identidad arraigada de la Zona Libre de Industria y Comercio “Santo Tomás de Castilla”, conocida generalmente como Zolic por usuarios, público en general y trabajadores, quienes han sido testigos de su evolución a lo largo de los años.

Desde sus inicios, situada junto al principal puerto en el Atlántico guatemalteco, en Puerto Barrios, Izabal; los primeros logotipos de Zolic evocaban el sol, el mar e incluso una gaviota, reflejando su ubicación privilegiada y buscando hacer referencia de su conexión con el comercio
marítimo.

Sin embargo, en la historia de Zolic su Ley Orgánica ha tenido varias reformas, siendo una de las más significativas la de 2008. Con la cual la institución se ampliaría en capacidades, convirtiéndose en la fuerza impulsora detrás de lo que ahora conocemos como Zonas de Desarrollo Económico Especiales Públicas (ZDEEP), autorizando y habilitando nuevas Zonas Libres para el crecimiento económico, en todas las regiones del país.

El logotipo anterior fue utilizado como sello distintivo de la institución desde 2012, y si bien era reconocible por su nombre solo aprovechaba un 7 por ciento el potencial de la marca, en el nuevo rediseño Zolic ocupa el lugar central y dominante representando el 100 por ciento de la composición gráfica.

Esta decisión refuerza el posicionamiento de la marca y la hace más memorable para el público, la marca tiene colores corporativos que reflejan confianza y estabilidad y aseguran una consistencia visual, con tipografías legibles y modernas que reflejan profesionalidad y seriedad.

Hoy, el logotipo de Zolic, tiene un diseño conformado por un rectángulo vertical en color azul oscuro con cortes ondulares; en la parte inferior, en medio esta la palabra Zolic en letras especiales en color azul oscuro, sobre la palabra Zolic, figura una línea ondulada en color celeste con un punto rojo y debajo de la palabra Zolic, se encuentran las palabras zona libre de industria y comercio en letras especiales en color azul oscuro subrayado con línea en color rojo. Abajo del subrayado rojo se encuentran las palabras Santo Tomás de Castilla en letras especiales en color gris claro.

El nuevo diseño de marca de Zolic se da en un tiempo importante de cambio en su historia, consolidando su posición en el mercado guatemalteco y preparando a la institución para enfrentar los desafíos del comercio internacional y el nearshoring.

Con un logotipo limpio y claro, colores corporativos distintivos y tipografías cuidadosamente seleccionadas, Zolic se posiciona como el líder en su sector, rigiendo la autorización y habilitación de las Zonas de Desarrollo Económico Especiales Públicas (ZDEEP), lo que se traduce en contribución a la reactivación económica y social de un nuevo país para todos.  

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Por una cultura laboral segura y saludable

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Consejo Editorial Conadi

Hace ya 21 años que el 28 de abril se marca en nuestros calendarios como el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Esta fecha no solo nos recuerda la importancia vital de promover entornos laborales seguros, saludables y dignos, sino que también nos invita a rendir homenaje a todas aquellas personas que han sido víctimas de accidentes laborales y enfermedades profesionales.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) como una disciplina dedicada a prevenir lesiones y enfermedades laborales, así como a proteger y promover la salud de los trabajadores.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, las cifras son alarmantes: Según análisis de la OIT casi 3 millones de personas mueren por accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo; además, calcula que 395 millones de trabajadores en todo el mundo sufrieron lesiones laborales no mortales; entre estos, un porcentaje significativo termina con alguna discapacidad.

A pesar de los esfuerzos, las cifras son alarmantes.

Según el Banco Mundial, aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad.

Además de los riesgos físicos, también debemos considerar los desafíos relacionados con la salud mental en el ámbito laboral.

La ansiedad, el estrés y otros problemas de salud mental no solo afectan al individuo, sino que también impactan negativamente en la productividad empresarial.

En Guatemala, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab) y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) tienen a su cargo, en forma coordinada, el control y vigilancia de la salud y seguridad; esto, para garantizar entornos laborales seguros y saludables.

Según el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en nuestro país se registran 200 accidentes laborales diarios, siendo los sectores más peligrosos la agricultura, los servicios y la industria.

El Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad hace el llamado para que las empresas asuman su responsabilidad y prioricen la seguridad de sus trabajadores.

Invertir en la prevención de accidentes laborales y en la inclusión de personas con discapacidad en el lugar de trabajo no solo mejora la moral y la productividad, sino también fomenta la diversidad en la fuerza laboral. Además, es crucial garantizar el cumplimiento de las leyes y regulaciones que protegen a los trabajadores en la prevención de accidentes laborales en nuestro país.

En este Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, hagamos un compromiso conjunto para crear una cultura laboral donde la seguridad y la salud de los trabajadores sean prioridades indiscutibles. Juntos, podemos construir un futuro laboral más seguro, saludable y equitativo para todos.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

¿Woke qué, woke quién?

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Miriam Jerade

Profesora Asistente Facultad de Artes Liberales

Lo tragicómico del libro de Susan Neiman, La izquierda no es Woke es que si bien su autora afirma haberlo escrito para salvar a la izquierda, solo le habla a los prejuicios del ala reaccionaria y conservadora.

En el libro, Susan Neiman sostiene que la izquierda intercambió la igualdad social por la reivindicación identitaria. Neiman jamás define woke.

El término que se originó en la comunidad afroamericana para estar atentos, ha degenerado en un insulto.

Políticos conservadores como Ron DeSantis lo usan contra el activismo medioambiental, derechos sexuales o ser vegano; posiciones escasamente comparables en su valoración social o poder. Tampoco es claro el referente: ¿woke quién? ¿Se refiere a su vecina que le pidió llamarla con otro pronombre o a todas las luchas contra el sexismo?

¿Qué se le achaca a la izquierda (si es que existe la izquierda)? Que perdió su vocación universalista que buscaba la igualdad.

Es falso que la izquierda abandonó las luchas por la igualdad social.

Es cierto que habiendo conquistado una mayor igualdad formal, cierta izquierda ha señalado injusticias estructurales que algunos grupos sociales padecen.

Esto que la autora interpreta como pura victimización es una lucha por la justicia de aquellos que tienden a ser aún más explotados o marginados en el mundo laboral, tienen menos capacidad de decisión o padecen violencias sistemáticas.

Cuando los conservadores contraponen al lema Black Lives Matter una fórmula universalista como All Lives Matter, están caricaturizando la demanda y lo hacen con una ignorancia porfiada que desconoce que es más probable recibir violencia policial cuando se es negro en los Estados Unidos.

Extrañamente, grupos conservadores los defensores de la familia tradicional, por ejemplo; rara vez se tildan como identitarios.

Otra confusión que alimenta el libro es que las identidades son tratadas como intereses, o peor aún, sensibilidades. Indígena u homosexual no describirían nada más que distintos grupos de interés (parciales, además).

De ahí que según ella la izquierda dejó el universalismo ilustrado por intereses particularistas escépticos del progreso. Como si no hubiese progreso moral en el combate al racismo o al sexismo y en la conquista de derechos.

La idea de que la izquierda abandonó la redistribución por el reconocimiento ha sido muy discutida. A nuestro parecer, se trata de una falsa dicotomía, pues la distribución material está estrechamente relacionada con el reconocimiento. 

                  Continuará… 

Colaborador DCA
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