El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió que Venezuela recurre de manera creciente al comercio de oro “sin control medioambiental ni de contabilidad”, y responsabilizó al gobierno de Nicolás Maduro por estas acciones ilegales y desleales, que podrían causar una catástrofe.
El secretario asistente del Tesoro estadounidense, Marshall Billingslea, apuntó que en los últimos meses se calcula que habrían salido de Venezuela “21 toneladas métricas del metal dorado”, que han ido “principalmente a Turquía”. A precios actuales del mercado, esa cantidad equivaldría a US$ 840 millones.
“Tras saquear totalmente PDVSA, donde no queda nada más por robar, hemos visto un cambio en la atención del régimen de Maduro hacia el oro; es el nuevo recurso que están buscando”, afirmó el funcionario estadounidense, que dirige la Oficina de Financiación Terrorista y Crímenes Financieros del Tesoro, en una conferencia en Washington.
Billingslea denunció el expolio de las minas de ese recurso en el sur de Venezuela y aseguró que “se está aproximando a una situación similar a la de los diamantes ensangrentados” en África: “Deberíamos expresar más indignación por el daño que se está causando al medioambiente y las poblaciones indígenas”, dijo.
El oro “se está sacando del país sin que haya contabilidad alguna para saber a dónde van a parar los fondos”, indicó el secretario asistente.
Agregó: “No se trata de minería convencional, esto es destruir los bosques creando enormes cantidades de agua estancada que va contaminada con mercurio y otros químicos. Será una catástrofe medioambiental durante décadas, con brotes de malaria y dengue; estas enfermedades se van a mover por la región con los millones de refugiados”.
Hace una semana, en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional en Indonesia, el secretario del Tesoro de EE. UU., Steven Mnuchin, censuró en un comunicado “la venta secreta de recursos del pueblo venezolano para llenar los cofres de los facilitadores financieros de Maduro”.
