En el último cuarto del siglo XX, en el imprevisible mundo de la política de Guatemala, hubo varias figuras dominantes entre las que destaca el general de brigada Efraín Ríos Montt, quien obtuvo adhesiones incondicionales y odios irreconciliables.
Aparece en la historia nacional en las elecciones generales celebradas en marzo de 1974, como candidato presidencial del Frente Nacional de Oposición (FNO), integrado por el Partido Democracia Cristiana (DC) y el Frente Unido de la Revolución (FUR).
El gobierno militar, encabezado por Carlos Arana Osorio, da como ganador al general Kjell Eugenio Laugerud García, decisión ratificada por el Congreso de la República, pero impugnada por los opositores.
Posteriormente, Ríos Montt viaja a España para ejercer el cargo de agregado militar en la Embajada de Guatemala y así desaparece temporalmente de la escena política nacional.
Reaparece en marzo de 1982, cuando un grupo de militares depone al presidente Romeo Lucas García y llama a Ríos Montt para encabezar una Junta de Gobierno.
La Junta publica el Plan de los Catorce Puntos, en el que se propone “reestructurar el sistema electoral para que, como punto de una verdadera democracia, se respete la participación política y se eviten frustraciones populares”.
El 23 de marzo de 1983, se emiten tres decretos: la Ley Orgánica del Tribunal Supremo Electoral, la Ley del Registro de Ciudadanos y la Ley de Organizaciones Políticas.
En estas leyes desaparecen las normas que prohibían a las organizaciones comunistas participar en política. El jurista Jorge Mario García Laguardia opinó que ese cuerpo legal fue el origen jurídico de la transición hacia la democracia.
El 8 de agosto de 1983, Ríos Montt es desalojado del Gobierno y reemplazado por el general Humberto Mejía Víctores.
Durante el gobierno de Ríos Montt, el ejército actuó enérgicamente contra la guerrilla. Se puso en marcha un programa llamado “Fusiles y Frijoles”, que consistía en suministrar a los campesinos alimentos y armas para defenderse. Pero se ha indicado que paralelamente se realizó un llamado “plan de tierra arrasada”.
La Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH) aseveró que entre 1982 y 1983 fueron arrasadas 460 aldeas y murieron 60 mil ciudadanos pertenecientes a grupos indígenas, en enfrentamientos con el ejército.
A raíz de estos señalamientos, Ríos Montt fue acusado de genocidio. El 10 de mayo de 2013 fue juzgado y condenado a 80 años de prisión. El 20 de mayo de 2013, la Corte de Constitucionalidad anuló la sentencia.
Ríos Montt falleció el 1 de abril de 2018 en la ciudad de Guatemala.