Flores, aserrín, corozo, la creatividad y talento del artista guatemalteco Jorge Corleto junto a su Colectivo Chucho Callejero, llevarán a cabo por segundo año consecutivo la elaboración de la alfombra para la procesión de La Reseña, de la iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes, que realiza hoy su tradicional recorrido.

“La diferencia de esta pieza es que no utilizamos moldes o esténciles, sino que todo el diseño se plasma a mano, dando como resultado una imagen artística como una pintura o un mural, lo cual hemos denominado Pisal”, expresa Corleto.

Trabajo en conjunto

La realización comenzó ayer a las 18:30, y está en la 11 avenida y 5a. calle, frente a la entrada principal de dicho templo. Contó con el trabajo de Marvin David Sián, Santos Xocoy Velasco, Marcela Corleto, Edwin Ajín y  el propio Corleto, integrantes del colectivo, así como los artistas invitados Carlos Maldonado, Pablo Corado y Wilson Camey, entre otros.

Según cuenta el autor, la logística y producción está a cargo del fotógrafo José Muralles y la documentación visual estará a cargo de Xibalbá Producciones y Luz y Sombra.

Diseño y estilo

El pintor y muralista, promotor de la alfombra y creador del diseño, igual que el año pasado, explica que el tema de esta ocasión se relaciona con el  sincretismo religioso: “La celebración de la Semana Mayor en Guatemala es única en el mundo, ya que combina elementos ancestrales de nuestra cultura maya, con las costumbres católicas traídas por los españoles al momento de la conquista”, manifiesta.

“Nuestros ancestros, según se constata en su cerámica, realizaban procesiones en las que llevaban al soberano en andas, con músicos junto al cortejo y transitaban sobre alfombras de flores. El evento era precedido de un anunciante que tocaba una caparazón de tortuga, usaba raspadores de hueso o hacía sonar pitos”, añade Corleto.

El artista también resalta que la Semana Santa no se limita nada más a los cortejos procesionales, ya que tiene una conexión con el arte culinario, las marchas fúnebres, el Vía Crucis, los olores, colores, altares, huertos y, la tradición del rezo de los sagrarios, concluye Corleto.

La pieza tiene  una extensión de 15 metros de largo por 7 de ancho, y  se puede  apreciar en la 11 avenida y 5a. calle, del Centro Histórico.