lunes , 2 diciembre 2024
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Al diablo con lo malo

Oneida najarro Subsecretaría de Comunicación 

Ya tiene su diablo, listo para quemarlo? Se acerca el 7 de diciembre y desde la semana pasada cuelgan en las piñaterías a ese personaje de rojo y con cachos que simboliza el mal.

Es el turno del diablo en todos los tamaños; los personajes de Paw Patrol, de las princesas y otros favoritos de los niños, dan paso en las piñaterías a estas creaciones que pasado el 7 de diciembre dejarán el protagonismo en esas ventas. 

Vecinos y amigos se reúnen a las 18 horas de esa fecha, alrededor de la figura maligna y los más pequeños aprovechan para lanzar cohetillos mientras el fuego consume al protagonista hasta verlo desaparecer.

A pesar de los llamados de ambientalistas a dejar atrás esta quema, debido a los efectos que provoca, es una tradición que se resiste a desaparecer; eso sí, ha cambiado con los años porque antes no eran las piñatas de diablo las que ardían. Eran colchones, llantas de hule o zapatos en desuso.

A pesar de los llamados de ambientalistas a dejar atrás esta quema, debido a los efectos que provoca, es una tradición que se resiste a desaparecer; eso sí, ha cambiado con los años porque antes no eran las piñatas de diablo las que ardían. Eran colchones viejos, llantas de hule, plásticos, zapatos en desuso, basura y no sé cuántas cosas más.

Llegaba el 8 de diciembre y aún se respiraba el olor a caucho quemado y en las calles todavía había humo, ceniza y restos de la basura que se había sacado un día antes. 

Según la tradición, el diablo habita escondido entre las cosas viejas que hay en los hogares y por ello se deben sacar y quemar, a efecto de eliminar los males que ha habido durante el año. 

En una oportunidad pasé ese día con unos amigos y parte del ceremonial de la quema del diablo era anotar en una hoja de papel todo aquello que uno quería desechar. Las listas podían ser pequeñas o grandes, dependiendo de cada quien y ahí estuvimos alrededor del diablo en llamas lanzándolas hasta verlas desaparecer en el fuego.

La dinámica viene bien en estos días porque vaya si no hay muchas cosas en el país que quisiéramos se calcinaran. Piense por unos momentos qué le gustaría que desapareciera en el fuego, el cual se utiliza como elemento purificador en los ritos de muchas culturas.

Ojalá, y como dice la tradición, con la acción de quemar lo malo se hace espacio a las cosas buenas. Todos aspiramos a estar mejor, es innato del ser humano, pero hay algunos que no colaboran. Haga su lista y el sábado a las 18 horas láncela al fuego.

La tradicional quema del diablo también se ve como un préambulo a los preparativos de la Navidad. En menos de lo que canta un gallo ya estaremos en modo navideño pidiendo deseos y dando abrazos.

No nos vendría mal que los buenos anhelos se extiendan más allá del protocolo de la época, y si está a nuestro alcance, hacer realidad los deseos de quien más lo necesite. Y que el señor de rojo, pero esta vez el bueno, el gordito del jo, jo, jo, le traiga lo que pida su corazón.

Mientras se acercan más las fechas de Navidad y Año Nuevo, va un abrazo fraterno y darle las gracias si ha pasado leyendo por este espacio, al que regresaré en enero de 2025, si el Universo lo permite. 

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