Adriana Ruano logró clasificarse por segunda ocasión a unos Juegos Olímpicos, tras conquistar la medalla de oro en las justas panamericanas disputadas en octubre recién pasado en Santiago de Chile. Ruano estuvo vinculada con el deporte desde pequeña, pues practicó gimnasia, lo cual, según ella misma dice, le ha dado la disciplina y los valores para el compromiso del alto rendimiento.
El sueño desde niña siempre fue asistir a una cita olímpica, pues fue lo que le trasladó Luis Fernanda Portocarrero cuando la conoció. No obstante, su vida cambió de curso cuando una lesión en la columna le impidió buscar el boleto para Londres 2012. A los 16 años y sin posibilidad de volver a la gimnasia, la atleta se sentía despojada de su sueño; sin embargo, Rodrigo Zachrisson le hizo una invitación que le daría una nueva perspectiva de vida.
A partir de 2013, Ruano comenzó a practicar tiro con armas de caza y cinco años más tarde fue la primera deportista chapina con un boleto para Tokio 2020, aunque debido a la pandemia tuvo que esperar un año más para cumplir su meta.
El 27 de julio de 2021 compitió en la prueba de foso femenino individual, y al cabo de dos días finalizó en el puesto 26 con una puntuación de 110. Este año aseguró su regreso y estará presente en París, donde aspira a mejorar su actuación, pues con los años de experiencia sumados se siente con la confianza de escalar posiciones.
“La verdad es que sigo contenta por este logro, también por mi equipo porque trajimos triunfos para Guatemala; gracias al esfuerzo que hemos puesto, ahora vemos los frutos”, comentó Ruano. “El tiro siempre ha dado resultados en las competencias internacionales y esta vez no fue la excepción, con 4 medallas: 2 de oro, 1 de plata y 1 de bronce”, confirmó la deportista.
“Logré disfrutar bastante mi final, venía haciendo un trabajo con mi psicólogo Ricardo González por varios años y eso me ayudó. Fue un momento intenso cuando peleábamos por las medallas las dos de Guatemala contra las dos rivales de Estados Unidos, pero también con la tranquilidad de que ya habíamos asegurado una plaza olímpica, porque no se podía ganar más de una por nación y solo quedaba definir quién se clasificaba”, explicó. “Esto no es cuestión de suerte.
Este trabajo lo empecé desde los 3 años, cuando el sueño de ir a los Juegos se sembró en mi vida. Practiqué gimnasia durante 14 años y me he formado para estos momentos; se necesita fortaleza mental y gracias al equipo que me respalda y a mi entrenador, Pedro Farissa, llegué bien a esta competencia”, agregó la atleta.
“Por el momento estamos construyendo la planificación con mi director técnico; falta definir a qué competencias asistiremos, aunque la intención es llegar con la mejor preparación posible a París, como debe de ser”, sentenció. Además de Ruano, Jean Pierre Brol también consiguió boleto olímpico al colgarse el oro en Santiago, mientras que su hermano, Hebert, fue bronce y Soto fue plata en femenino.
