Sin lugar a dudas, el pasado 2020 fue un año de grandes adversidades en el que el proceso de enseñanza-aprendizaje se vio fuertemente perjudicado, debido a la necesidad de realizar educación a distancia.
A pocos días de comenzar marzo, volvemos a discutir sobre los beneficios y amenazas que presenta el retomar la presencialidad en los colegios, tanto en lo académico como en lo emocional. Creo relevante considerar en esta discusión un argumento olvidado y nuclear para el desarrollo de los países a la hora de decidir volver a los colegios: la formación de profesores de excelencia.
Se requiere un esfuerzo de las distintas esferas de la sociedad.
Así como el hospital es el lugar donde los estudiantes de Medicina aprenden a ser médicos, la escuela es el lugar donde los estudiantes de Pedagogía aprenden a ser profesores. Para las facultades de Educación es relevante que nuestros alumnos puedan realizar sus prácticas en el terreno, ya que estas les permiten exponerse a experiencias de aprendizaje que no se logran adquirir a través de la teoría.
La literatura y la investigación han demostrado la importancia de esta experiencia en su formación, destacando que en la práctica logran vincularse de mejor manera con niños y niñas, forman una relación con los miembros de la comunidad escolar, profesores, padres y técnicos, lo cual les permite entender en profundidad cómo desenvolverse y enfrentarse a distintas situaciones durante su desempeño profesional; y en el terreno logran profundizar y comprender la complejidad del proceso de enseñanza.
Es evidente que el retorno debe circunscribirse a todas las medidas sanitarias requeridas, para que los estudiantes y docentes se desenvuelvan en un entorno seguro para ellos y sus familias, pero también es indudable que se requiere un esfuerzo de las distintas esferas de la sociedad para generar una vuelta a la educación presencial, tanto escolar como universitaria, que permita a los alumnos gozar de todos los beneficios que ofrece la escuela y la universidad; y, a los estudiantes de Pedagogía, formarse para ser los profesores que Chile necesita.