Cero aterrizajes ilícitos se han registrado en el presente año. “No se ha permitido ni un solo vuelo que utilice espacio guatemalteco para actividades del narcotráfico”, aseguró ayer el ministro de la Defensa Nacional, Henry Saenz, al destacar los logros de la lucha contra los cárteles de la droga.
Datos de la cartera de Gobernación (Mingob) revelan que en lo que va de 2024 suman 17.28 toneladas de cocaína confiscadas (17 mil 28 kilos).
Saenz destacó que solo el Ejército ha apoyado en la incautación de más de 11.92 toneladas, equivalentes a 1 mil 224 millones de quetzales. Si se toma en cuenta lo decomisado la madrugada del pasado domingo, totalizaría más de 13.9 aseguradas por los militares.
“El Ejército, con sus fuerzas de mar, tierra y aire, está en apresto para llevar a cabo las acciones necesarias”. Henry Saenz, ministro de la Defensa Nacional
En el último hecho mencionado, la Marina interceptó una embarcación en aguas de Izabal que transportaba 1 mil 998 paquetes de cocaína.
Hace apenas una semana, dicha fuerza confiscó 4 mil 389 kilos, también en el Caribe.
La lancha en la que venía el estupefaciente (el domingo) fue identificada como Tortuga y estaba equipada con tres motores de 300 caballos de fuerza. La carga ya la tiene en resguardo la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA), de la Policía Nacional Civil (PNC), y el Ministerio Público (MP).
Cumplimiento a órdenes
El funcionario explicó que estas labores responden al mandato presidencial de garantizar la seguridad democrática, con estrategias de interceptación aérea y marítima que incluyen el rastreo de vuelos y embarcaciones sospechosas. Advirtió que las condiciones climáticas actuales en el Atlántico favorecen el trasiego de ilícitos, lo que ha llevado a reforzar la vigilancia e inteligencia militar.
Saenz indicó que estos trabajos se extienden al Pacífico, mediante la operación Espejo, cuyos resultados serán informados en las próximas semanas. Además de los decomisos en Izabal, otras misiones exitosas han marcado el año.
En marzo, tres embarcaciones fueron descubiertas en aguas del Pacífico, lo que permitió incautar 2.2 toneladas de cocaína y arrestar a 11 personas.
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