Sobrevivientes y familiares de víctimas del genocidio ixil calificaron como incierto el futuro inmediato del juicio contra el general retirado Benedicto Lucas García, acusado de la masacre de decenas de indígenas en Quiché, en 1981.
El abogado Mario Trejo, representante de los acusadores, afirmó en conferencia de prensa que “han presentado pruebas sólidas y contundentes para comprobar la responsabilidad de Lucas García”.
El exjefe de las fuerzas armadas, de 92 años, es acusado de haber ejecutado planes militares contra la población civil, provocando masacres contra ancianos, niños y mujeres durante el conflicto armado interno (1960-1996).
Trejo manifestó estar preocupado porque un amparo mantiene detenido el proceso en su fase final y una sala de Apelaciones tiene en sus manos separar al juez que lleva la carpeta judicial u ordenar que continúe.
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