En un hecho sin precedentes para la salud pública del país, el Hospital General San Juan de Dios (Hospigen) ha sido oficialmente certificado como el primer centro de atención esencial en Stroke en Guatemala. Este reconocimiento fue entregado durante el XXVI Congreso Iberoamericano de Enfermedad Cerebrovascular y Global Stroke Alliance 2024 – V Latin American Ministerial Meeting, consolidando su compromiso de brindar una atención especializada y de calidad para las emergencias cerebrovasculares.
Un accidente cerebrovascular (Stroke) es una de las emergencias médicas más críticas. Cuando se bloquea o rompe un vaso sanguíneo en el cerebro, cada segundo cuenta. Sin un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado, las consecuencias pueden ser devastadoras, afectando no solo al paciente, sino a sus familias y comunidades.
Durante cinco años, el personal del Hospigen trabajó incansablemente para alcanzar los estándares internacionales establecidos por la Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares, el único organismo global enfocado exclusivamente en esta patología.
Este esfuerzo involucró la coordinación de múltiples departamentos, como neurología, medicina interna, cuidados críticos y emergencias. Hoy, el resultado es un modelo de atención que no solo salva vidas, sino que establece un estándar de excelencia en la región.
La certificación marca un hito que trasciende al Hospital General San Juan de Dios. Es un paso hacia un sistema de salud más robusto, donde la atención oportuna y especializada puede replicarse en otros hospitales de la red nacional. El ministro de Salud, Dr. Joaquín Barnoya, y el neurólogo vascular del Hospigen, Dr. José Domingo Barrientos, destacaron que este logro es un testimonio del compromiso de mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos.
Esta certificación no solo celebra un logro institucional, sino que simboliza esperanza para miles de familias guatemaltecas. En cada paciente atendido con éxito, se encuentra el reflejo de años de trabajo, dedicación y amor por el prójimo. Es un recordatorio de que la salud es un derecho, y cada esfuerzo realizado para garantizarlo tiene el poder de cambiar destinos.
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