Oneida Najarro
Subsecretaria de Comunicación
Hace cuánto no va a un parque? ¿Y a un centro comercial? Lo más probable es que la segunda pregunta obtuvo más respuestas positivas que la primera. ¿Bueno o malo?
Vivimos en los corre corre del día a día, que cuando llega el fin de semana y hay una salida para recreación, difícilmente el parque está en el encabezado de los propósitos.
El cine, llevar a los niños a un área de juegos, salir a comer; todo se encuentra ahora en un centro comercial y de paso se aprovecha la ida para hacer alguna gestión bancaria o las compras del supermercado. Prácticamente está todo en un solo lugar.
Así vemos a familias enteras, parejas, amigos o vecinos recorriendo los comerciales en fin de semana como parte de la recreación, o si se puede, yendo a comer a un restaurante tipo granja, pero y ¿qué hay de los parques?
La semana pasada la vicepresidenta Karin Herrera, en conjunto con la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas (Seccatid) inauguraron la iniciativa Volvamos al parque, que nos invita a regresar a los espacios que nos pertenecen, a construir juntos un entorno seguro, libre de drogas.
Una iniciativa bastante oportuna ahora que está por concluir el ciclo escolar y se hace necesario alejar a los niños de las pantallas de TV o de celulares. Qué mejor poder llevarlos más allá de un lugar con cuatro paredes.
Sin duda es positivo revitalizar cada parque como un lugar de encuentro, de recreación y de bienestar. Recuerdo que, de pequeña, no había parque cerca de mi casa, pero sí un campo de básquetbol y dos de futbol. Todos los días, en las tardes, íbamos a jugar veintiunos con las vecinas y vecinos y cuando nos cansábamos, íbamos a comprar refresco de súchiles a una casa donde alquilaban bicicletas, hasta sin frenos, había que poner el pie en la rueda.
Y vaya si no creábamos comunidad: organizamos nuestro equipo de basquetbol para participar en los campeonatos y aunque al inicio nos chamarreaban, eso nos motivó a juntarnos más seguido para entrenar y así empezar a ganar partidos.
Cuando se llenaba la cancha optábamos por jugar en la calle ya sea matado o kickball, era necesario que nuestras mamás nos salieran a llamar cuando ya era hora de regresar a casa.
La dinámica sin duda ha ido cambiando; para empezar, en mi niñez no había celular, por eso valoro esta iniciativa de Volver al parque y que los niños tengan la oportunidad de vivir otras experiencias que promueven más el juego, la charla, el ejercicio y la interacción con otros de su edad.
La iniciativa fue lanzada en el parque Navidad, zona 5 de la ciudad, donde los niños pudieron correr, jugar a hacer experimentos científicos, hubo saltarines, globoflexia, manualidades y pintacaritas, y la Vicepresidencia informó que esta dinámica llegará a más lugares del país.
Este punto de encuentro no es solo recreación para niños, como colofón también es un bonito espacio en el que las mamás, abuelitas o vecinas que acompañan a los pequeños, compartan en un ambiente distinto.
Jugar al aire libre está comprobado que mejora la salud de los niños, les permite disfrutar de experiencias sensoriales enriquecedoras y de la actividad física que sus mentes y cuerpos en desarrollo necesitan.
Quién no quisiera ser niño de nuevo para regresar a experimentar todas esas experiencias y emociones, pues no hace falta retrotraer el tiempo ¡Vamos al parque!
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