El grupo de las veinte mayores economías del mundo inaugura hoy su cumbre anual en Río de Janeiro, centrada en el desarrollo sostenible, el combate al hambre, la reforma de los organismos multilaterales y el análisis de la adopción de un impuesto global a los magnates.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, apoyará las propuestas formuladas por el anfitrión, Lula Da Silva: una alianza contra la pobreza y el hambre, que cuenta con un respaldo unánime, y un impuesto global a las grandes
fortunas.
Sánchez viajó ayer a la sede del cónclave que, con el lema Un mundo más justo en un planeta sostenible, reúne este 18 y 19 de noviembre a los líderes del G-20, salvo el presidente ruso, Vladimir Putin.
Sánchez dará respaldo a la alianza global contra el hambre y la pobreza que auspicia Lula, que se configurará como un espacio de intercambio de ideas, buenas prácticas y medidas, que contará con contribuciones financieras por
detallar.
De momento hay compromisos concretos de 39 países y 30 organizaciones internacionales para beneficiar a unos 500 millones de personas en 13 países de tres continentes.
No hay unanimidad en torno a la propuesta de Lula: un impuesto global a las grandes fortunas, una medida que el Gobierno español apoya por coherencia y convicción, según las fuentes oficiales, tras adoptar medidas similares en España.
Deja un comentario