Los males que el saqueo de los recursos públicos por parte de las anteriores administraciones causan a la sociedad e institucionalidad fueron destacados ayer por el presidente Bernardo Arévalo, durante el inicio del Congreso Internacional Innovación y Participación Ciudadana: Hacia un Sistema Nacional Anticorrupción.
“Para ponerlos en contexto y dimensionar nuestro desafío, quiero ilustrar lo que encontramos desde que tomamos posesión. Cada gaveta que abrimos y cada archivo que leemos nos cuenta una historia de codicia, robo desmedido y de descaro. Una crónica de actores que sacrificaron la dignidad y el desarrollo del pueblo por los intereses mezquinos y oscuros de una minoría corrupta que son y a la que representan”, afirmó Arévalo.
Citó, por ejemplo, que se sacó a luz y se presentó denuncia ante el Ministerio Púbico (MP) sobre una de las redes de saqueo más grandes jamás descubiertas que, además de hurtar, se esmeraba en evadir impuestos sobre lo desfalcado, en alusión al caso B410.
Recordó que en medio de la pandemia del Covid-19, un grupo de funcionarios se aprovechó para hacer un gran negocio a partir de las vacunas, mientras seguían muriendo miles de guatemaltecos.
“La mayor parte de las decisiones se daba porque había un negocio detrás, a costa de un pueblo urgido de atención de sus necesidades”, remarcó.
En Guatemala, este reto es enorme, pero nuestro compromiso por atacar el cáncer de la corrupción es aún mayor”. Bernardo Arévalo, mandatario
Llamado al Congreso
Vigorizar el combate a ese delito pasa por una agenda legislativa que fortalezca los mecanismos de lucha como las leyes de Protección a Denunciantes, Beneficiarios Finales y Probidad, así como reformas a la normativa de Lavado de Dinero, aseguró el jefe de Estado.
El legado de su gestión, enfatizó, será dejar instaladas las bases de un sistema nacional que permita abordar integralmente los conflictos de interés, nuevos sistemas de contrataciones públicas, mecanismos de protecciónde los ciudadanos frente al abuso de burócratas, así como unidades de denuncia.
El mandatario refirió que las prácticas ilegales hacen más ineficiente al Estado, empeoran la calidad de los servicios y socavan la confianza.
Una democracia no se puede construir con desconfianza entre la sociedad y las instancias que deberían estar a sus órdenes, dijo.
“La corruptela reduce el retorno de la inversión, aumenta los precios, disminuye la competencia y hace que los inversionistas busquen en otros mercados”. Tobin Bradley Embajador de EE. UU.
Ese mal “reduce el retorno de la inversión, aumenta los precios, disminuye la competencia y hace que los inversionistas busquen otros mercados”, comentó Tobin Bradley, embajador de EE. UU.
El diplomático agregó que está demostrado que también limita el crecimiento económico, obstaculiza la regulación de negocios, daña la infraestructura y complica la seguridad.
Matthew Stephenson, del Harvard Law School, durante su ponencia Lucha anticorrupción y recuperación de instituciones en un régimen democrático luego de un período de cleptocracia y captura del Estado, comentó que está demostrado que revertir las prácticas corruptas es posible, hay relatos de éxito y la suma de esfuerzos genera un cambio sustancial en el comportamiento de este flagelo.
Intensas deliberaciones
Durante el evento que concluirá hoy, apoyado por Estados Unidos y cooperantes, se abordarán tópicos como mecanismos de colaboración interinstitucional para combatir el flagelo, herramientas para la detección de riesgos e investigación de corrupción en contrataciones públicas; cómo este mal es una amenaza a la seguridad nacional, uso de análisis de big data, relatos periodísticos de investigación del robo de dinero público y la experiencia exitosa de participación ciudadana y sector privado en la lucha contra el ilícito.
En las deliberaciones participan versados en esos temas de Italia, Chile, Inglaterra, Guatemala y República Dominicana.
Preguntas y respuestas
¿Cómo lidiar con un sistema de justicia donde todavía hay múltiples actores que tienen como negocio principal la impunidad?, fue una de cinco interrogantes que el presidente Arévalo se planteó durante su discurso.
“La lucha contra la corrupción no será plenamente viable hasta que los actores corruptos y democráticos salgan de sus trincheras. Podríamos argumentar que algunos avances han estado teniendo lugar en la materia, pero debemos encontrar la manera de lidiar los retos en su totalidad”, agregó el jefe de Estado.
¿Cómo tratar con la reacción que viene de los viejos o del no tan viejo sistema al tiempo que debemos dar resultados?, es otro cuestionamiento.
“Son muchos los ejemplos de boicot en estos meses que podemos exponer y muchas las trabas que nos han impuesto, empezando por el acoso permanente del Ministerio Público. Ante este contexto, debemos ser pragmáticos en lo inmediato, pero sin perder de vista los objetivos de largo plazo”, aseguró.
Casi al final de su discurso, el gobernante remarcó: “Cuando termine mi mandato, el 14 de enero de 2028, habremos sentado las bases de un gobierno que pone a las instituciones al servicio del pueblo de Guatemala y no de una minoría corrupta”.