Ingeniero Byron Gaitán
Gerente General de Zolic
A lo largo de la historia, las Zonas Libres de Comercio (ZLC) han sido fundamentales para la economía global, permitiendo a países y empresas acceder a mercados más amplios, reducir costos y promover el desarrollo económico. Estas áreas ofrecen ventajas fiscales y arancelarias, contribuyendo a la integración económica y al comercio internacional.
El concepto de Zonas Libres de Comercio (ZLC) tiene raíces antiguas, comenzando con los puertos francos en la Roma antigua, donde el comercio se realizaba sin impuestos. Estos puertos impulsaron la economía del imperio.
Durante la Edad Media, ciudades italianas como Venecia y Génova establecieron sistemas comerciales similares, convirtiéndose en centros económicos clave que atraían a comerciantes de todo el mundo, con Venecia destacando por su ubicación estratégica entre Europa y Asia.
”Casos emblemáticos como los de Singapur y Hong Kong demostraron cómo estas áreas podían convertirse en motores de crecimiento económico“.
Fue en el siglo XX cuando las zonas francas se formalizaron y expandieron a nivel global. Casos emblemáticos como los de Singapur y Hong Kong demostraron cómo estas áreas podían convertirse en motores de crecimiento económico.
Singapur se transformó en un hub comercial internacional, atrayendo inversión extranjera y consolidándose como uno de los puertos más activos del mundo. Hong Kong, gracias a sus políticas de libre comercio y régimen de impuestos bajos, se consolidó como un centro financiero.
La creación de Zonas Libres de Comercio (ZLC) busca atraer inversión extranjera directa, especialmente en países en vías de desarrollo. Este régimen promueve la creación de empleo, el crecimiento de infraestructura y la modernización tecnológica. En América Latina, países como Panamá, Costa Rica, México y Uruguay han avanzado gracias a estas áreas especiales. Panamá ha aprovechado su Canal para atraer empresas logísticas, mientras que México ha desarrollado su industria manufacturera en zonas fronterizas.
Las Zonas Libres de Comercio han sido clave para el desarrollo económico mundial. Si bien este modelo presenta desafíos, los beneficios en términos de inversión, empleo y modernización tecnológica son significativos para aquellos países que lo implementan estratégicamente. El equilibrio radica en combinar los incentivos fiscales con políticas que también fortalezcan a las comunidades y robustezcan la economía nacional en su conjunto.