Madrid, EFE
Cuesta arriba, después del 0-1 de Neyou para el Leganés, con más dominio y sacrificio que juego y después del ingreso de Giuliano Simeone en el césped en la segunda mitad, logró el Atlético una victoria crucial en el castigado Metropolitano ante un rival que cedió al empuje de los locales (3-1).
En medio de un ambiente enrarecido por la sanción que pesa sobre el club, por los incidentes del derbi, afrontó el Atlético el encuentro con la necesidad imperiosa de ganar, de sumar tres puntos que maquillen la goleada recibida en Lisboa, contra el Benfica en Liga de Campeones, y el pobre empate con la Real Sociedad en San Sebastián.
Vacío el fondo sur bajo del Metropolitano con una pancarta con el lema ‘El futbol que queremos” en una parte de ese sector, castigado en su totalidad, sin excepción, los violentos y los que no lo son, que también los hay en ese sitio. Una penitencia reducida de tres a un partido por el comité de Apelación.