Córdoba, EFE
España recuperó la brillantez en su futbol, sobreponiéndose a cualquier inconveniente con una plaga de lesiones que desfiguró su 11 para que Luis de la Fuente se reinventara encontrando soluciones efectivas, pasando por encima de Serbia (3-0) y firmando con los tantos de Laporte, Morata y Baena la clasificación a los cuartos de final de la Liga de Naciones.
Sin siete de los titulares de la final de la Eurocopa y con Pedri en el banquillo. Es el mérito de De la Fuente que explota su gran conocimiento de un banco de jugadores inagotables. Que ha logrado inculcar un estilo que está por encima de cualquier condicionante, un hambre de éxito que no cesa tras las dos conquistas consecutivas. España enamoró con su juego.
De la falta de puntería en Belgrado al acierto en el primer remate de Córdoba apareció la pizarra de De la Fuente para marcar el camino en un duelo de clara superioridad.